PRODENI

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"ME GUSTARÍA CONTAR CÓMO ERA LA VIDA EN MI INSTITUTO..."

El 17 de Noviembre de 2.004, los medios de comunicación se hicieron eco de una noticia suministrada por PRODENI en la que se denunciaba los acosos de compañeros sufridos por una alumna de 3º de ESO en un instituto de secundaria de la ciudad de Málaga, con implicaciones en el exterior y amenazas también al resto de la familia. Previamente lo había denunciado ante la Delegación Provincial de Educación y Ciencia y el Ministerio Fiscal (ver en esta misma web).

La víctima denunciaba también la inoperancia total y absoluta del Equipo Directivo del Instituto ("Pablo Picasso"), a quien había acudido en petición de ayuda en varias ocasiones sin ser escuchada.

La respuesta del Director del Instituto y la del Delegado Provincial de Educación y Ciencia fue que nada de lo denunciado había tenido que ver con el instituto, achacándolo a problemas externos, y, por lo tanto, no achacable a responsabilidad alguna de la institución. No obstante, Educación accedió a facilitar a la menor y a su hermana un nuevo centro, atendiendo la petición que sobre este extremo habían efectuado tanto la víctima como sus padre...

La cínica e insolidaria postura del Director y del Delegado cayó como una pesada losa sobre el ánimo hundido de la menor y de su familia, al sentirse doblemente humilladas

Entonces, la menor, aconsejada por PRODENI, escribió al Delegado solicitándole una cita, para explicarle personalmente cómo habían sucedido los acontecimientos que ella denunciaba, muy molesta porque la Delegación hubiera zanjado el asunto sin haberla previamente escuchado a ella, la víctima y principal afectada.

A la vez, PRODENI, le pidió que dijera ante el magnetófono todo lo que quisiera sobre su dura experiencia, cuya trascripción ofrecemos aquí, con objeto de hacerlo llegar más adelante a las autoridades educativas y al Ministerio Fiscal, entre otro...

A finales de Diciembre de 2.004, por fin, la menor fue recibida por responsables de la Delegación de Educación y Ciencia, quienes la escucharon directamente. No obstante, y aunque fue atendida, y aún admitiendo (después de escucharla) que en el instituto habían ocurrido hechos muy desagradables, le pidieron a ella y a sus padres que comprendieran la actitud del Director (que se pusieran en su lugar), demostrando que, ni con esas, los responsables educativos están dispuestos a "ponerse en el lugar de la víctima",y a "comprender a la víctima", en particular si se trata de un alumno o de una alumna, y todo ello, evidentemente, por intereses corporativistas y de defensa del buen nombre de la institución, en clara contradicción con los principios de nuestro ordenamiento legal que velan por la prevalencia del interés superior del niño, al que se tiene que supeditar cualquier otro interés (Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos del Niño (Nueva York 1989, España 1990); Ley de Protección Jurídica del menor y la familia 1/96; Ley andaluza del menor 1/98).

La menor se encuentra actualmente asistiendo a otro instituto, feliz, muy feliz, en un ambiente radicalmente distinto. Todavía está afectada psicológicamente, aunque recuperándose a pasos agigantado... A ello contribuye el que la acción de denuncia pública y el apoyo de PRODENI ha hecho mella sobre los acosadores y sus amigos externos, quienes realmente se han asustado y apartado por completo, llevando la familia una vida completamente normal.

No es buena cosa que la Administración siga renuente a admitir que el fenómeno de las agresiones y acosos en la escuela son un grave problema en nuestro sistema educativo. No es buena cosa, porque con ello se impide la realización de un análisis en profundidad y del oportuno diagnóstico. Pero también, porque permite el progresivo deterioro de la vida en muchos institutos, el fomento de actitudes insolidarias e intolerantes, y la indefensión más absoluta de las víctima...

Sirva , como ejemplo, el presente testimonio.

 

TRASCRIPCIÓN DE LA GRABACIÓN MAGNETOFÓNICA REALIZADA POR PRODENI A UNA ALUMNA DE 3º DE ESO SOBRE SU EXPERIENCIA EN EL INSTITUTO DE SECUNDARIA "PABLO PICASSO" DE MÁLAGA

(Málaga, 29 de Noviembre 2.004)

"Soy ..., y yo estuve estudiando –pausa- Yo tengo 15 años. Estoy en 3º de ESO y estuve estudiando en el Instituto "Pablo Picasso" en barriada Nueva Málaga. Y ahora mismo, pues, no asisto a ese instituto, llevo ya veintitantos días sin asistir por una serie de acosos que sufría, amenazas y por la dejadez de los profesores Ahora estoy en el nuevo colegio en el cual he notado mucha diferencia, tanto estudiando, como los compañeros Allí me tratan como una persona y estoy muy contenta con mi colegio, vamos, es lo mejor que me podía pasar, aunque con todo lo bien que estoy en mi colegio, pues, he pasado un fin semana con ataques de ansiedad y he pasado un fin de semana muy mal, y me gustaría contar como era la vida en mi instituto, como era mi director, como eran mis profesores y como eran allí todos los alumnos, conmigo y sin mí, vamos.

Pues voy a contar como era mi instituto, el antiguo "Pablo Picasso", de Nueva Málaga. Bueno, pues yo empecé allí en segundo de la ESO, y nada, yo no di con los chicos estos que me daban problemas, si no, yo, eran otras personas y saqué todo sobresaliente, saqué mis nota... Bien. Entonces, al entrar ahora en el tercer trimestre, en el tercero de ESO, en un nuevo curso, pues en mi clase cayeron dos, dos chicos, los cuales mi tutor antes de empezar me dijo: "No te juntes con esos dos porque tienen tela". Y son los que me han dado a mí problema... Entonces, pues, yo empecé, a mí me llamó la Orientadora y me apuntó a una, a una asociación que se llama Forma Joven y yo era mediadora. Yo colaboraba en el centro con campañas antidroga, antitabaco, para la no violencia, para el no racismo, etcétera. Entonces, pues, eso te daba ventaja porque, bueno, ventaja porque no estudiabas, a ver, porque algunas veces pues perdías a lo mejor media horilla de clase. Los recreos a lo mejor eran un poquito más largos, porque, porque iba repartiendo propaganda, iba repartiendo papeles, iba dando charlas, las cuales te las tenías que estudiar, que eso no te regalaban nada. Entonces, pues, eso, creó una, no sé, envidia, no sé, algo, sobre esta chica y este chico que querían entrar, pero por las notas que tenían y por, porque faltaban y, y ellos iban al Instituto pero no entraban a las clases, entonces ¿Cómo, cómo van a formar parte de la asociación?, pues si. Entonces, pues, esto, yo creo y en conjunto con mis notas lo que han dado motivo, a ver. Quería decir también sobre mis profesores.

Pues mis profesores yo comprendo que no se quieren, pues, a ver, perder el puesto, pues no se van a llevar el careo con, con el Director, pero si a mí un profesor ha estado desayunando con mis padres y le ha dicho: "Yo esto lo he visto, los acosos" "Yo sé como son". Si –pausa- y otro profesor sale y ve el escupitinajo en la moto y la moto arañada, y le dice: "Tranquila, que yo lo he visto". Si un Director a mí me invita a desayunar, le cuento mis problema... Si un Jefe de Estudios estoy tres días en su, en su despacho, me ve nerviosa, me dice que si llama a la ambulancia, que si llama a mis padres porque me está dando ansiedad –pausa- yo lo que no entiendo porque ahora no lo dicen, porque ellos están fomentando la, la, la maldad, están fomentando la violencia, porque ¿Qué pasa?, que si a mí, yo voy y te pego y tú a mí no me defiendes como Director, yo mañana te voy a seguir pegando.

Ese Director no, no es que no les ha puesto castigos, es que no, no les han echado ni tres días, ni una amonestación, ni una falta grave, es que esos niños no han tenido nada. Y ese Director ha salido en la tele diciendo que esto era mentira, que nosotros no nos pusimos en contacto con él, pues si es posible, de Telefónica, las facturas que ese mes que ha realizado el colegio como las tiene que pagar el colegio, que las enseñe, que se vea el teléfono de mis padres, esos tres días, pues si no fuimos marcado tres veces al día, cada día, no estuvo marcado ninguno. Y ha llamado al teléfono y le ha dicho: "Sí ¿Los padres de ...?. Sí" "Que vayan al instituto puesto que está la hija, su hija con ansiedad". También convocaron una reunión. Entonces, que yo me explico ¿Entonces la gente no se da cuenta?. Si sale diciendo en el programa que no sabía nada y en esa misma conversación, al final, dice que convocó una reunión para solucionar el problema ¿Pues no decía que no había problema?. Si en esa misma declaración en "Siete Lunas" dijo que quería poner un coche de policía, un coche de policía en la puerta ¿Qué cosa tan grave había dentro del instituto para poner un coche de policía fuera?. Es que esto, no sé, ¿No cae nadie?. Esa conversación que la, que la vean poquito a poco. Es que, primero dice que allí no ocurría nada extraño, después, que quería convocar un reunión para solucionar el problema, y después que quería poner un coche de policía ¿Pues no decía que no, no había nada.?

Pues lo que ocurre en este instituto es que allí los acosos se hacen, y los profesores saben que se hacen, pero ¿Qué pasa?, que nunca dieron con una persona como yo, normal, que se lo cuenta a los padres, que no me callé, porque yo me considero que soy igual, que ellos merecen respeto que me lo den a mí. Allí van chicos chinos, allí van chicos búlgaros, allí van chicos de todas las razas y sufren agresiones. Agresiones como "gomas", como "pestosos" también, como que no quieren hacer grupos y se tienen que poner solos con los profesores, los engañan de las clases que tienen que ir ¿Qué toca la 25?, toca la 22. Allí los engañan. ¿Creen que los chinos, que los búlgaros les van a decir algo a los padres? ¿Es que quieren problemas?. No quieren problemas. Allí se callan. Allí no pasa nada. Allí se callan. Una pelea. Viene esta chica, viene a pegarle a otra chica, porque yo lo he visto, por dinero. ¿Creen que esa chica va a llamar a los padres para que le digan "cagada", pues no. Pues yo prefería que me dijeran "cagada" pero que se le castigara a esa chica, pero a esa chica no se la va a castigar.

Yo formo parte de la asociación esa y yo he ido dando charlas y, comparando mi instituto, el colegio que yo estoy ¡da vergüenza!. Yo allí no estaba acostumbrada a esas conversaciones. Si es que es lo más normal. Es lo más normal. Ahora mismo en mi clase tú dices: "Cómeme no se qué" "Te voy a hacer no sé cuanto" ¡Por favor! se te cae el pelo. Pero ¡que se te cae el pelo!. Y yo he ido dando una charla y le decía en una clase (si, porque lo más normal en un chaval es que pregunte sobre preservativos, sobre sexualidad, sobre régimen, sobre la anorexia, la bulimia) y decirte a ti un niño de 13 años delante de una profesora: "Te voy a hacer no se qué" "Me vas a hacer no se cuanto", pero todo diciéndolo, que si prostituta, mal bicho, que si guarra. Y decirte la profesora: "Déjalo, déjalo, es que no tiene remedio". Y yo he visto también en mi instituto, de un niño levantarle la mano a una profesora (eso lo he visto yo) y de yo meterme en medio y decirle al niño "Llevas razón, pero bueno, déjala, acompáñala a que te apunte, si después yo soy la mediadora y te quito el parte". O sea, que yo ayudándole a la profesora. Y decirle la profesora, ella: "Venga que te voy a apuntar", y decirle esas palabras: "Tú no tienes coño de apuntarme", "Tú no tienes..." Un niño, pero de verdad, de 13 años, que yo pueda ir a mi instituto y decir "Mira este niño...". No, tengo nada con él, ¡pero de yo verlo!, si la profesora no puede hacer nada y le levantan la mano y dicen: "Tú no tienes coño de apuntarme" "Tú no se qué" "Tú..." Es que no pueden con ellos. Y así son los de 13, imagínate los de bachiller. No, los de bachiller son personas normales, pues como bachiller no es obligatorio estudiar, estudian. Imagínate los niños de 4º de ESO como son allí en mi instituto.

Mira en este colegio ¡madre mía!. Yo he llegado y no sabían que yo era la chica del "Picasso", no sabían nada, y vamos, y conmigo con los brazos abiertos "Toma esto" "Toma lo otro", y no por ser nueva, porque ya llevo varios día... Es que se trata allí así a todo el mundo. Todo el mundo, lo máximo que yo he escuchado es "Ay, tonto" "Ay, bueno, perdona" y te obligan los profesores a pedirle disculpas si dices tonto. Están superpendientes de ti. Ha faltado un chica esta mañana, y esta tarde estaban llamando a su casa a ver lo qué le pasaba ¡Por una falta!. ¿Llegar tarde? (no puedes llegar tarde). Das tu explicaciones. Te tienen super controlada. Bueno, el Director de mi cur... de mi nuevo colegio me ha dado todos los libros, me ha dado todos los libros. Le ha dicho a mi padre, dice, que a ver la Editorial si no le mandan presupuesto, porque como sólo ha pedido uno al final, pues, lo ha pedido como si fuera para los profesores, y es gratis, pues nos los sacamos gratis, que si no. No tienen problemas. Y los uniformes igual, que los paguemos poco a poco. El Director me saca cada dos por tres de mi clase para preguntarme cómo estoy, para preguntarme de los alumnos: "¿Te ha pasado algo con alguno?". Para avisarme. Para avisarme no de nada, sino para avisarme "Mira, porque somos así" "Pues tú no vayas a hablar de que eres del "Picasso". No vayas a decir nada". Y están detrás mía. Todos los profesores están " Y esto " "Y lo otro" "Y tú no te preocupes" "Ya cogerás la marcha" y mandarme a mí trabajo extra para yo ponerme al día. Están super pendientes de mí. Todo el mundo.

Y eso y los acosos que son en el instituto yo no lo entiendo, vamos ver, porque es que no ponen pie los profesores, porque no ponen pie. Y allí debería ir alguien que –pausa- cámara oculta de esas, que vieran un día mi instituto. Pero de poca vergüenza, el Jefe de Estudios, estaba yo en segundo y se temía, se le temía pero un poquito, de que se hacían "piarda" y se veía al Jefe de Estudios por las esquinas, y decían "Uy, uy, Pepe, Pepe", y se iban. Pero ahora, vamos, al Director que ya nunca le han temido (le temían al Jefe de Estudios porque era más de dar voces). A ese se le temía más, al Jefe de Estudios. Al Director nunca se le ha temido, pero al Jefe de Estudios, sí. Es que ya no tiene autoridad nadie. Si es que te amenazan que te van a romper el coche. Allí no tiene autoridad nadie. A una profesora argentina le quitaron el boli, un chico, y le dijo: "Tú a mí no me vas a apuntar, aprende a hablar ¡so guarra!" y no se qué. Y otro le dio un guantazo a la profesora. Y allí, pues allí no pasa nada. "¿Qué te las quieres ver con toda mi familia?" te dicen. "Ten cuidado que soy menor". Allí no.

Hombre, la verdad, estuve hablando con él, ya te digo, bueno, con el Jefe de Estudios tres días, con Aquilino solamente uno, y se me acercó "Qué, ¿Qué te pasa? ¿Otra vez?". Porque fue el segundo día. "Bueno, bueno, bueno, habla con el Jefe de Estudios, habla con el Jefe de Estudios". O sea, es que me dejó. Yo, mira fue en el marco de la puerta de Jefatura de Estudio... Al Director no lo pillas tú en el instituto nunca en la vida. Lo pillas los días que tiene clase. Él, allí, guardias, de estar allí vigilando, nunca, nunca. Todo es el Jefe de Estudio... Al Director lo pillas, lo pilló mi madre el día que habló con él, porque daba clase, si no tú no pillas al Director, que era super difícil de pillarle. Bueno y como salió en la tele, pues a mí me gustaría que me llamara, vamos. Solamente para, vamos, es que me parece muy fuerte, porque a esta edad es normal, la gente pues puede mentir, no, se puede comprender, con 15 años puedes mentir, pero que diga que es mentira (no sé qué edad tendrá) no sé, es que me parece muy fuerte. Es más, fuerte y hasta maldad, pues no se lo deseo yo a su nieto, fíjate. Lo que a mí me está pasando no se lo deseo, porque cómo le pase, quién le va a ayudar ¿Él está ayudando algo?. Y lo que más fuerte me parece es que coja y diga, que, o sea, que diga que he exagerado. A ver, yo he ido a la televisión, o sea, me han venido a entrevistarme para la televisión, del periódico. ¿Yo-pausa- a mí me han dado algo de dinero?. ¿Yo que puedo sacar con esto?, ¿cambiarme a un colegio?. Eso yo lo puedo hacer no cuando yo quiera, al principio o después del curso. Si yo lo llego a querer me hubiera cambiado a principio de curso. Yo es que no sé qué he ganado con esto, porque tengo 15 años y no puedo ir ni al cine, porque tengo 15 años y no puedo ni ver a mi novio, ni mijita, porque yo no puedo ni ir a comprar pan, ni puedo ir a Mercadona. ¿Qué gano con esto para que diga que exagero?. Las personas que puedan pensar que dan dinero por ir a un programa, pues que sepan que ni a mí me han dado dinero, ni a mí me han dado nada. Que todo lo que estoy haciendo es que es una necesidad, no estoy pidiendo nada. Estaba pidiendo un instituto, me lo han dado. Y yo solamente estoy diciendo, que yo no sé si me va a hacer falta porque yo de eso no entiendo, pero mi madre ha estado diciendo todo el fin de semana con los ataques que a mi me dio, que a –pausa- vamos, yo, ya – pausa- una comparación muy mala, pero yo, dice mi madre que yo estaba como la niña del Exorcista, vamos, en la cama.

Nada, que dice mi madre que yo estaba como la niña de la película, vamos, del Exorcista, dando botes en la cama y me cogía y mi hermana en la puerta –pausa- y vamos, y eso me ha dicho mi madre que no me podían sujetar, pero nada, nada de pegarle a mis padres, de eso nada, pero si dando botes y chillando. Yo es que ni me acuerdo lo que yo decía, vamos. Sí, si me acuerdo, yo decía: "¡Que no le he hecho nada, que no le he hecho nada!" y "¡Que no le he hecho nada!". Y mi madre me decía que ella lo sabe que no le he hecho nada. Y mi madre también decía que ella sólo espera que ella, la chica esta, el chico y la chica, pero sobre todo la chica, que le pongan el castigo que le pongan, o lo que sea, si es verdad que hay justicia y le ponen un castigo que a esa niña le entre lo mismo que a mí, lo mismo, la misma ansiedad, la misma ansiedad, que tenga que estar la madre, mi madre, llorando, vamos que yo me quedé –pausa- Yo después me quedé, dice mi madre que me quedé sin pulso. Dice que me quedé sin pulso. Pero ¿Te puedes creer que yo con 15 años puedo estar sedada de pastillas? (el Tranquimazín, no se qué para lo nervios, el Noctamil, la bomba esa para dormir, porque es que si no, no duermo). Es que yo me quedo la noche en vela sin tele ni nada en el cuarto. Y como el que no quiere la cosa, del no poder dormir y no entrarme el sueño, que me empiezo a poner nerviosa. Cuando a mí ya empieza a darme punzadas en el pecho, ya digo, ya me va a dar, me pongo nerviosa, empiezo en la cama, empiezo en la cama, empiezo a llorar, empiezo a llorar, empiezo a asfixiarme, empiezo a asfixiarme, y ya me da el ataque, y me duele el pecho, vamos, que se me sale el pecho, que yo digo, esto, algo yo he escuchado a lo mejor a alguien "Ay, ay, que la ansiedad es malísima, que te mueres", digo, no será para tanto, ¿Qué no es para tanto?. ¡Que te mueres, vamos!. Y yo que sé, y todo el día de pastillas yo creo que no puedo estar.

También mi madre pues está mal, porque está mal, y entonces pues yo, yo que sé, yo con ella no hablo mucho, pues yo soy de una manera que le hablo y le hablo para liarla, que le digo algo "¿Y yo qué he hecho para estar aquí encerrada?", "Pues tú tienes la culpa, por la cara". Salté ayer y le dije: "Pues tú tienes la culpa". Entonces, pues también me mosqueo con mi madre. Es todo de lo mismo, es que esto no es el Gran Hermano. Esto es estar encerrado en la casa con toda tu familia, todo el mundo intentando buscar un culpable, porque como ella no recibe ningún castigo pues ya no es culpable. Yo digo que es mi madre. Mi madre, mi madre no dice nada. Yo digo que es mi madre, que tiene ella la culpa porque como a ella no se la puedo echar, porque mentí, porque a ella no le dan castigo, entonces la culpable soy yo, y como yo sé que no lo soy, pues se lo digo a mi madre, y yo como yo siga así es que me voy volver medio majareta. Con mi madre no puedo hablar porque me peleo con ella. Con mi padre no, tampoco hablo, porque no hablo, porque es que no me encuentro a gusto, no tengo confianza para mi problema, yo que sé, yo que sé. Que no, que yo me encierro conmigo y me lo como todo. Con mi hermana tampoco y con mi hermano chico qué le voy a decir. Pues si, pues lo único que me gustaría ver a un psicólogo, por lo menos para hablar con él, si como está acostumbrado a ver esto no se va a extrañar de que diga que estoy loca. Eso es lo que yo pienso.

Pues mi colegio es diferente. En mi colegio soy un niña totalmente diferente porque en mi colegio no saben nada de esto. Las ocho, las seis o las siete horas que esté dentro me olvido. Yo tengo una vida distinta, tengo una vida normal dentro, y "Una niña nueva" "Qué, cómo te ha ido", "Ah, sí, pues, tu madre..." Normal. Ahora, salgo del instituto, y ya me vengo el problema otra vez a mi casa. Vamos, que estoy amargadita.

Pues nada, pues esta chica tiene su novio que está fuera del instituto y dentro está otro chico. Bueno, pues este chico va detrás de ella. Es que parece una tontería, pero ese chico está enamoradito de ella, y ella aparte tiene su novio. Y ella es una niña que siempre tú la ves, cuando tú la quieras encontrar siempre está rodeada de niños, no sé por qué, y tiene que ver con mi problema. Tiene que ver porque la mayoría de mi clase son niño... Entonces ella los tiene a todos dominaítos, ¿Entiendes?. Entonces está toda mi clase contra mí y los niños, pues, la temen a ella, pues ella está siempre rodeada de niños, y ese niño está enamorado de ella y aparte tiene su novio fuera. Pues a esa niña ni la toques, o sea ni la mires porque ese niño lo que le hagas a ella, que en este caso no le he hecho nada, pero lo que tú le hagas a ella va con él también. Bueno, pues, el primer día así no. El primer día fue la presentación, no. Bueno, sobre el segundo día, parece una tontería, se lo dije a mi madre, y dice mi madre: "Uy, es que eres muy mal pensada". Digo: "Bueno ya estoy, ya te contaré", porque como yo digo, soy medio brujilla, me veo venir las cosa... Digo a mi madre: "Ya te contaré". Digo yo: "Ya te contaré".

Empezaron las cosas así. Miraba. Tontería... Ella levantaba la mano imitando: ¿Qué río pasa por Andalucía? "Guadalquivir". "Ay, Guadalquivir... una pelota" (con burla). Normal. Era lo normal, pero – pausa- era una cosa baja. Normal. Después empezaron a sentarse al lado mía, preguntarme de mi vida, preguntarme de mi novio, decirme: "Tú has dicho", "Tu has dejado de decir". De otras niñas: "Que cómo te cae aquella", "Que cómo no te cae", para que tú digas algo y meterte el follón, porque era para eso. Y como yo, a ver, a ver, me considero más inteligente que ella, pues cuando me preguntaba cómo te cae aquella, como te deja de caer, yo todo el mundo me caía bien. Todo el mundo me caía bien, o simplemente decía: "No, no, es que no la conozco", y así salía de todo, de todas las cosa... Y ella coge y dice, bueno, y se sentaba al lado mía.

Mira, esa niña se gastaba todo el dinero (yo lo voy a decir porque es verdad). Todo el dinero que le daba la madre (yo lo que es verdad es verdad y lo que es mentira es mentira) Ella se gastaba el dinero en cigarritos y en chocolate (en porros), cigarros de fumar de verdad y en porros. En eso se gastaba el dinero, entonces, bueno y para desayunar muy pocas veces desayunaba. Bueno, y a mí me pedía dinero para desayunar, y cuando yo no le –pausa- y cuando yo ya me harté y le decía: "No, no te doy", se iba a buscar a mi hermana, a mi hermana pequeña, y le pedía dinero, "Así que dame dinero para desayunar". Y yo como ese problema, yo no lo conté en mi casa, mi hermana no sabía que yo con esa niña no le daba dinero, y mi hermana me decía: "Le he dado dinero a tu amiga". "Bueno, será la otra chica, mi amiga, mi amiga -digo- vale" Hasta que un día me entero. Dice: "Oye, es pesadita tu amiga, ya, es que no veas todo el día..." Y yo viendo a mi madre que decía: "Este dinero cuesta mucho trabajo administrarlo bien, no en coca colas ni en tonterías", y yo veo que a mi hermana la están sangrando, que no tiene para desayunar. Y yo digo: "Pero quién es", y dice: "Mira, es aquella". "Ay, -y digo- ¡Aquella!". "Pero ¡Tú estás loca!" (digo), "Pero que a esa niña ni agua, pero nada, nada". ¿ Y por qué? ¿Y por qué?. Entonces ya al preguntarme por qué fue cuando le dijo a mi madre: "Tiene problemas, está mal".

Después, otras dos chicas de otro tercero me vieron y fueron a buscar a mi hermana. Me veían en clase, las cosas que decían de mí, las cosas por el pasillo, y le dijo a mi hermana: "Mira, me da lástima tu hermana". O sea, yo, que yo le daba lástima. ¿Y yo que lástima le tengo que dar a nadie?. Bueno "Me da lástima tu hermana" Y dice mi hermana: "¿Y eso?". Y dice: "Porque está –dice- porque está muy mal –dice- la tienen aislada de la clase, la tienen como si fuera de otro mundo, la tienen como un perro, mira, escupiéndole, diciéndole puerca, sidosa, etc, -y dicen- la tienen de verdad asqueada". Y entonces mi hermana después de eso fue y se lo contó a mi madre, que por eso ya se enteró mi madre. Y fue y se lo contó "¿ Y qué?" Y ahí mi madre "¿Pues qué te pasa?" y "¿Qué es lo que pasa?" y yo que sé.

Bueno, pues esta chica aparte de lo del dinero que es –pausa- la, la, más –pausa- tontería, se sentaba al lado mía y eso lo pueden decir todos los profesores, hasta ya al final que claramente no. Bueno, ya al final se seguía sentando pero detrás para decirme que me tiraba del pelo, etc, pero yo digo al lado, al lado mi compañera (entre comillas). Se sentaba y eso lo pueden decir todos los profesores y como se puede hacer que lo hagan, que saquen los exámenes que yo he llegado a hacer allí –pausa- ¿A ver si están iguales o no están iguales los exámenes?. Porque claramente se ve de que yo no me he copiado, eh, quede claro, porque esta niña viene con todas suspensas, cuando yo, vamos, ahora las lleva todas suspensas, estoy, vamos, pongo la mano en el fuego de que esa niña está suspendiendo. Es que la pongo y no me iba a quemar, se lo puedo decir. Y ahora salta y que ¡Qué vean todo! ¡Que vean! las que tenía mal en un examen (que yo no lo hago todo perfecto) y las que tenía bien, y "¡Es el mismo examen, el mismo examen!". Que no trae ese color, es que parece una tontería, pero es que te cansas, de verdad, porque. Está, "Ay, y dame el roloti". Lo estás utilizando tú y te lo quita de la mano y está coloreando ella "Pero tía, ¡Ponlo de otro color!" (una simple mesa que tenía que dibujar para inglés) "Ponla de otro color que nos van a pillar", "Ah, pues ponla tú, yo la he puesto antes". Y como le contestes -pausa-, nada, ¡Que la las liado!: "Tú, ¿qué pasa? que aquí hay que compartir las cosas" "Perdona, hay que compartirlas, no hay que aprovecharse".

Desde el mapa hasta la flauta. Quería que le prestara la flauta. A ver, por favor, que no, que después voy yo, que yo soy una escrupulosa, que no le voy a prestar la flauta. Bueno, no le prestaba la flauta, pues que la olvidara, que me iba a acordar. Ahí no decía nada de pegarme. Decía: "Vale, vale –pausa-" "Sí, sí, sí, vale, vale -pausa-. No se la prestaba. Y le decía: "No, que estoy resfriada", que cuando le decía: "Es que se la pone también mi hermana, ya". Decía: "Bueno, pero vale" (por la flauta).

¿Pues sabe también hasta lo que yo he hecho? Y eso están testigos en mi clase (y esto no lo saben ni mis padres). Ella se iba de piarda con el novio y yo le guardaba la mochila porque ella por la puerta –pausa-. Es que en el cambio de clase a la hora del recreo si no eres de bachiller no puedes salir. Y si tú vas con la maleta y vas a salir, te, te, el Conserje "Eh, ¿Dónde vas?". Y sabe que te vas de una piarda si vas con la maleta. Ahora, si tú vas suelta y dices: "No, es que voy a esperar a mi madre que me dé dinero" y sales sin nada, te deja salir. Pues yo he estado cargando con mi maleta y con la suya en clase, porque cada vez que cambio de clase, con mi maleta y con la suya en el recreo y cargando con la suya. Y cuando yo, cuando yo, cuando a mí me pregunta el profesor "Falta tal" "Falta el tal", que es la niña, pues yo no puedo decir si a mí me pregunta el Director: "¿Por qué ha faltado?", decirle: "No, pues primero no ha venido". Vamos, es que dices eso y piérdete del mapa. Ella falta, hay que encubrirla, hay que reírle todas las gracias.

Nos amenazó a toda la clase que la eligiéramos delegada. Yo voté en mi voto (que tiene que estar escrito en eso, porque para demostrarlo de que era delegada yo la tuve que votar a ella obligada). ¡La delegada de mi clase es ella!. Y ¿Crees de verdad, una delegada que no asiste a clase?. Yo sólo quiero que vean las faltas de asistencia de una y las faltas de otra. Quizá desde que yo falto vaya al colegio porque sabe que la van a buscar, pues como sabe que la van a buscar, pues, supuestamente, pues irá más horas al colegio, supongo que entrará más a las clases, pero las faltas anteriores. ¿Sabes lo que es coger unas notas y vacila de notas y decir: "¡Mira, no veas, ciento y pico faltas!"? Pero ciento y pico faltas, eh, que yo decía: "¡Madre de Dios!". Pero si no va a clase ¿Para qué va? ¿Para pelearse?.

Mira, hay un concepto muy raro y yo ahora, ahora lo he visto. En el instituto "Pablo Picasso", aprueba uno, suspenden siete y en el colegio donde estoy ahora aprueban cien y suspende uno.

En el instituto que yo estoy ahora ¡Pero exagerado!, allí el que más ha cateado ha cateado dos y ya está. Y allí ha repetido gente por catear dos cuando en mi instituto con tres pasan o con tres repiten, con tres repiten, con dos pasan. Y de preguntarle yo: "Bueno y ¿Eso con dos?" "Uy, que raro, que extraño" Sí, porque lo veían propio los profesores y, vamos, los profesores allí, pero allí, es que está supercontrolado, pero a la salida y a la entrada. Una excursión allí, pero de verdad, ¡Pero un buen rollo! que yo decía puede estar fingiendo todo el mundo. A ver, porque puede fingir el Director, puede fingir los primeros días, pero es que no puede fingir nadie, y es que eran todos: "Ay, una mandarina" y te dan uno u otro. Nos tocaba la orientación de buscar pistas juntos y a mí me pusieron con una chica de mi clase (nos conocíamos de tres días) "Ay, tenme esto", que no se qué, "Ay, madroño, niña", no se qué, ¡pero un buen rollo!. ¡Exagerado!. Y vino una chica y me dijo: "¿Tú eres la del Picasso?". Digo yo: "No". Dice: "¿Qué, dos hermanas de esa edad que se han cambiado?". Dice: "¿Eres tú? Te he visto en la tele, pero ¿Por qué te ponen Belén si te llamas...?" Digo: "No, yo no soy". Dice, digo: "Yo no soy la del Picasso" Y salta, dice, digo: "Yo no soy la del Picasso" Y dice la chica, dice: "Es que es muy sospechoso –dice- una hermana de esa edad en el mismo colegio -dice, bueno, que nosotros aquí la estábamos esperando, pobrecilla, con los brazos abiertos, qué lástima lo que le habrá pasado, y hay que ver la gentuza".

Eso, eso me han dicho a mí y yo pensando por dentro "¿Pues si supiera con quien está hablando? ¿Pues si supiera que yo soy la del Picasso?" (pero como yo no le tengo que dar lástima a nadie). Pero que son personas que tienen corazón, que no son niños crueles.

Y tuvieron un debate en mi clase de los pandilleros. Que yo os aseguro que lo pusieron por mí. Yo creo que el profesor lo buscó por mí. Y puso eso de los pandilleros. Y todo el mundo: "Es que, es que, claro" (todo el mundo): "Es que claro –pausa- molesta cuando te peleas con alguien porque no quieres llegar a la violencia".

¡Eso he escuchado a niños de quince años hablar así!. Un niño de quince años decir tú: "Que no, es que no hay que llegar a la violencia". Es que es muy fuerte, es que es muy fuerte, es que yo me emocioné en toda la clase ¡No veas como hablan aquí!. Dice: "Es que no hay que llegar a la violencia, pero molesta cuando ya hay que llegar y te peleas y te traen al primo, al no se cuantos". Y digo yo: "Ya, pues que eso le pasa a mucha gente". A ver, y son niños que hablan y que puedes hablar, puedes conversar y puedes pedir actividades y muestran interés y está el típico de la clase que dice: "¡Joer, que de ejercicios han dado!", pero viene al otro día y el primero que lo ha hecho Pero te pones como todo el mundo: "Ay, señorita, eh, que te has colado", de cachondeo. O estábamos en la excursión, se acercaba la profesora, pegaba la orejilla, decía: "Eh, qué estáis hablando, eh, cotillas" ¡y un cachondeo!. Después allí de usted a los profesores, como tiene que ser, Don Laura, Don Pablo, Don Emilio, todos de usted. Ahora, fuera de la clase ya es tu amigo, pero dentro, de usted, perfecto, y conmigo, ya te digo, nada más me están dando ventajas, eso sí.

Me han dicho que es muy difícil que me adapta ahora mismo porque llevamos un ritmo de y es que llevan hecho por cada asignatura, llevan hecho tres exámenes y en el Picasso solamente he hecho uno de cuatro asignaturas. Solamente he hecho cuatro exámenes en lo que llevamos de curso en el "Pablo Picasso". Y aquí llevan ya dieciocho exámenes de cada asignatura. Llevan un ritmo, pero vamos, yo que sé, yo que sé. Yo me veo –pausa- es que algo positivo tenía que tener, vamos, el cambio de instituto. Yo veo lo único positivo.

Pues entonces, pues, yo le hacía todas estas cosas, se lo contaba a mi novio y le decía es que le duelen los ejercicios, es que es muy pesada, es que, tío, no sé, me da coraje porque le digo todos los exámenes, y ya entonces, yo que sé, porque a todo el mundo nos gusta destacar, la verdad, de que, por alumno, me refiero que te digan: "Ay, qué bien, pues tengo un diez, que tengo este examen", pues si otra lo tiene igual que tú y encima es mentira, pues que quieras que no y encima no lo puedes chivatar, pues estás como ahogándote, que te falta el aire, que llegas tú y decir ummm, y que no puedes decir nada porque te tengo miedo, es que es muy fuerte, es que es fuertísimo.

Y entonces, mira, un día estaba, vamos, el día de la pelea gorda, gorda (esto fue un cúmulo de cosas que se fueron mezclando hasta que yo no pude aguantar más esas agresiones, esos acosos, que no se pueden aguantar más). Entonces un día había escrito en una mesa estas palabras. Ponía: "Hay que ver la falsa que es la gente, no, lo hipócrita que es la gente. Arriba la, la, la legalidad y abajo la hipocresía". Eso, vamos, un punto de vista de alguna persona que yo lo respeto y se me acercó esta chica y me mandó un post it (el primer post it) que eso no ponía nada malo (eran dos cartitas) y ponía: "Oye ¿Tú has puesto eso en la mesa?, pero muy subida de tono y lo estaba leyendo. Sabía yo que estaba subida de tono porque estaba esperándome con un boli en la boca, masticando un chicle, esperándome que contestara (la típica postura que puso en la sala de profesores y que dijo que yo ya me pusiera de rodillas no me perdonaba. Pero nada, no me tenía que perdonar nada, que eso lo decía a ella, que no me perdonaba la cara que yo tenía, que yo le daba asco, que no que sé, bueno). Y ahora dice ella, le digo yo: "Yo no, no" "¿Cómo?" y yo como ella estaba vacilando "¡La tengo en la mano, la tengo en la mano, esto a mí me contestas!" Y yo dije una hora anterior, digo yo: "Yo no le contesto a nadie las cartas porque ahora te mira el profesor y no veas" Y ella como una prueba se lo tomó, como una prueba, eso, y le dice a los niños (que lo había escuchado yo) dice: "Esta a mí me contesta por cojones, que si no ya lo verá, a ver. ¿A mí no me va a contestar?". Y eso, vamos, "¿Pero que te crees?, yo no soy perro de nadie". Me mandó un post it y ya está. Y me ponía: "¿Tú has puesto esto en la mesa?". Y yo entonces, pues encima, pues cogí, y digo, ¡Si que es muy chula ella! y yo, como si yo fuera un perro. Lo doblé y lo tiré, a la canasta, a la basura. Lo tiré. Me mandó otra. Y ella empezó a alterarse más: "¡Porque eres muy chula, desgraciada, so mierda, no se qué!" "¡Y tu a mí me contestas porque a mí me tienes un respeto!".

¡Es que eso lo dice ella!. Es que vino diciendo un día (que esto es que es que es verdad, eso lo sabe mi clase, hasta la profesora eso lo escuchó) dice: "No veas el guantazo que le voy a dar a ella en la calle ¡Porque me miró mal! y a mí se me tiene que respetar". Eso lo dice ella, y tú a ella la tienes que respetar, y, de verdad, te pasa una cosa por el cuerpo. ¡Uy! Cada vez que me acuerdo de ella, ¡Uy! Es que no merece que se la respete, ¡Uy! escuchando de esa boca, con el chicle, vacilándome: "¡A mí me respetas!".

Es que es muy fuerte, que es muy fuerte, es muy fuerte. Y ahora, ¡Uy! me estoy acordando (me estoy poniendo hasta nerviosa) y coge ella y me manda el eso: "¡Desgraciada, tú no me contestes!". Y le escribí yo, o sea, en la misma carta y le puse yo, digo: "Mira –digo- yo lo que pongo lo firmo –digo- yo pienso eso que es verdad que arriba la legalidad y abajo la gente falsa, la hipocresía –digo- venga, adiós que estoy muy liada". "¡Que no me contestes!" que no se qué "¡Que esto no se queda así!, que a ti no te quieren ni los perros, no te quiere ni dios, no tienes sitio, ni dios donde ponerte". Pues nada, que así no se queda. Así, en tono amenazante, amenazando. Total, que yo cogí y terminé y terminé la clase, y estamos en la puerta de la clase para que suene el timbre para salir (que el profesor no puede abrir la puerta hasta que toque el timbre) y salta y dice ella, dice: "¿No? ¡Y parece que va a llorar y todo!". A mí, todo el mundo mirándome. Todo el mundo riéndose. Y salta el niño ese, el niño: "No ¡es que la tienes acojonada!". Eso ya me hizo –pausa- dice, dice ella: "No, no, ella que se entere que esto así no se termina". Pues yo cogí y llorando fui corriendo a buscar al Jefe de Estudios, y ese fue el día que yo estaba toda nerviosa (bueno, fueron tres días, pero ese fue el primero de todo y que fue cuando llamé a mis padres).

Vinieron mis padres y salió la niña –pausa- Fue mis padres llegar, pegar la puerta, salió la niña delante de mis padres, y entra –pausa- o sea delante de mi madre y entra mi madre a la –pausa- (mi padre se había quedado en el coche o algo) y entra a la sala del Jefe de Estudios, y decirle: "Qué ¿Que te ha pasado, qué te ha pasado?". Y salta la Coordinadora y dice, dice, dice –pausa- dice: "Mira, por favor, dejarlo en nuestras manos, no vayáis a llamar (el Jefe de Estudios también dice) no vayáis a llamar a la Policía, dejárnoslo con que confiar, confía en nosotros". Y dice mi madre: "Bueno, yo voy a confiar si las amenazas estas que están aquí, esta niña tiene intención de cumplirlas, porque nos lo tomamos al principio como un momento calentón, que puedes decir barbaridades, como decimos todos, pero que no lo vaya a cumplir" (como que se han ido a cumplir, eso no se lo esperaba nadie). Dice mi madre: "Bueno, también es verdad, tiene quince años, bueno, pero ¿Mi hija ha hecho algo?" (mi madre encima para castigarme). Y yo: "¡Que nó! ¡Que no he hecho nada!". "Pero ¿Mi hija ha hecho algo?". "No, no, su hija no ha hecho nada, esta niña que es problemática –dice- Además no podemos hablar ni con la madre porque es una... (la madre de esta chica) –dice- Porque e..... –dice- da problemas y se tiene que llevar a la chica a coser con la madre para que, por si no va al colegio para controlarla". "Unos días se la lleva a coser porque le dice la niña que no va al cole".

"Y se la lleva a coser para controlarla". Eso lo ha dicho el Jefe de Estudio... Y mi madre, cuando esa niña, cuando, porque dice mi madre que lo que más querría en el mundo es que esa madre la llamara para decirle que su hija no ha hecho nada, o sea, para decirle que qué pasa con su hija, pues mi madre decirle: "Pues no he hablado con usted antes porque el Jefe de Estudios no me ha dado su teléfono y me ha dicho que usted es muy problemática", porque se lo ha dicho el Jefe de Estudio... Entonces, mi madre ¿Cómo va a saber la vida de esa mujer si no ha pasado nada en el instituto y no habían hablado con ella?.¿Cómo lo sabe mi madre?. ¿Mi madre tiene unas llaves y va allí por la noche y lee los ficheros?. ¿Cómo lo sabe?. Mi madre sabe donde trabaja esa mujer y no la conoce, donde cose, que cose, que tiene un bar, que se lleva a la niña a fregar platos al bar a... (omitimos) que es una... (omitimos) que es una familia muy problemática, que el padre está en paro. ¿Eso cómo lo sabe todo mi madre?. Porque del chico ese, si le he dicho yo a mi madre que yo era lo único que sabía, si sé que él no tiene padre, que me han dicho que la madre tiene tela (también lo que me dicen a mí).

Dice mi madre: "Bueno, ahora también hay que arriesgarnos a esperar a los padres y a ver qué van a hacer los padres" "¿Has visto? Aquí encima hay que tenerle miedo a que los padres se ofendan por las acusaciones". "¿Que los niños hacen algo?, pero que son cosas de niños". Vale, pues las navajas no son cosas de niño... Las navajas, los porros, las faltas, eso no son cosas de niño... Un niño normal de quince años va a su clase, en fin, tiene sus broncas, las deja de tener, sus propios mosqueos, pero un niño de quince años no tiene cuerpo para meterse un porro, eso es lo que yo pienso, con lo que yo he estado estudiando de mediadora sobre los efectos de la droga. Que me parece muy fuerte un niño de quince años fumando un porro. Es que se vuelven medio majaretas.

¡Y que yo me lo he tomado el colegio más que de la cuenta, pero más que de la cuenta de intentar hablar con una profesora y "¿Cómo estas?" y "¿Por que lloras?" y "Ay como..." llevarle fotos "Mira ésta es cuando yo era chica" (Marta, que ya salió el año pasado). Dándole mi confianza a las profesoras como si fueran mis amigas ¡Y que ahora no hagan nada por mí!. Me parece muy fuerte. Y el profesor tutor igual, vamos.

El profesor tutor estaba afuera en la puerta y se acercó el chico este con el pitón y dice el profesor: "Anda, ¿Qué haces?" "¿Qué haces?". Y dice: "Aquí, profe, para darle a uno un pitonazo que lo estamos esperando". Y eso se lo dijo a otra amiga y a mí el tutor, y a mi madre delante. Y dice él: "Anda, déjate de tonterías" y se fue. Ah, pero mi madre me parece que en ese momento ni cayó de que era a mi padre. Es que ni caeríamos. Y ahora, después, nos montamos en la moto, nos montamos, me dice mi madre: "Está el C. este ¿Lleva una, lleva, lleva, una franja roja en el brazo?. Digo: "Sí, no me pongas nerviosa". Dice: "¡Pues corre, métele bastante! Yo, yo llevando la moto por el carril contrario, en dirección prohibida ¡La que yo lié, madre mía! llevando la moto. Mi madre detrás, que pesaba más la moto. Yo no estaba acostumbrada con tanto peso. ¡La que yo lié!. Y "¡Corre, que vienen detrás estos con pitones". En un semáforo, vamos, porque nos adelantó una moto, que era el C., el novio de la niña y otro más y se paran delante, allí en lo alto. Y entonces nosotras lo que menos nos íbamos a esperar es que teníamos otros dos detrás, nos quedamos más tranquilas y dice mi madre: "Eso será para vigilarnos". Nos ponemos a mirar para delante y ya ves que le pasa un aire (como yo digo) a mi madre, mira para atrás la otra moto y se ve al otro como para pegarle por detrás, pero que si mi madre no llega a mirar para atrás la tira de la moto y le hubiera pegado. Y saltó mi madre: "¡Qué te conozco, que te acabo de ver la cara!". Porque si a mi madre le hacen algo y se queda inconsciente ella, porque yo iba a estar bien, ¿Lo entiendes?, porque yo también lo vi, ¿Entiendes?, porque yo también iba a estar allí ¿Entiendes?, porque yo también lo vi, yo sabía quien era. Y entonces al ver que los habíamos visto, el C. este, a ver –pausa-

Aquí no tiene nadie la culpa. Aquí toda la culpa la tiene esa niña y el novio de ella, porque aquí entre chavales venga pelea, pelea y pelea, pelea, y quieras que no, a mí en el instituto ha pasado pelea y yo no me he metido. Pero nada más en las cosas de haber pelea va todo el instituto, hace todo el mundo un corro para mirar, están los típicos que pegan al amigo del amigo. Mirar, miran hasta los profesores y no hacen nada. Pero lo que yo entiendo gente que ha venido a decirme "puta" sin conocerme, gente que ha venido "porque te voy a matar", de fuera, gente, yo lo entiendo, y esa gente no tiene culpa porque no sabían ni como iba el tema, pero, a ver, los chicos estos que han venido, peleas, tonterías, esa gente no tienen culpa, pero el C., la J. y el C. sabían perfectamente lo que estaban haciendo y ¿Qué pasa? Que son muy listos, que saben que como ellos pueden sufrir mandan a los demás, mandan a la gente de aquí. Yo esto quiero dejar la cosa clara que aquí no hay metido, vamos, ni gitanos, ni no gitano... No, aquí están metidos el C., J., y C.. Aquí no había nadie más porque todo estos se ha liado por ellos, sobre todo por ella, no, que incita a los dos, pero por ellos tres. Y yo sólo quiero saber que pregunten las faltas de asistencia que hay de ella. Que vean las faltas de asistencia y que vean que es lo que estudia, lo que ella estudia.

Y que me llamó el otro día un chico de mi clase, que es el único con el que yo me hablo y dice que en la clase están con el cachondeo delante de los profesores y dice que dicen: "Ay, ay, ay, no me toques, no me toques que llamamos a Andalucía Directo", "No me toques, no me toques, que llamamos a Tele 5". Encima haciendo de mí, vamos, una comedia, pero también me está pasando. Y este chico que no sabe nada (sabe lo que ha visto en el instituto, los acosos, pero él no, el chico éste, amigo mío, no sabe que vinieron detrás mía). A ver, lo sabe porque se lo dije yo, pero él no estaba delante. Él sabe los acosos que yo sufrí, pero no sabe que vinieron detrás mía. No sabe que vinieron a buscarme a mi casa, ni sabe que vinieron, fueron a pegarme al, al club deportivo, nada. Porque al club deportivo fue el C., el novio de esta niña y fue a buscarme también para pegarme a mí y a mi padre y fue el C., el niño éste, el novio de la niña. Y a mí me dice ese niño, dice, hombre, que están diciendo que es que te estás pasando con estas declaraciones –dice- porque es que dicen ellos que jamás en la vida han ido a buscarte, que ellos jamás en la vida te han hecho nada, excepto dentro del colegio. Hombre, porque tampoco pueden decir que dentro no, porque este niño lo ha visto, entonces no lo va a creer. Es que como, si yo te digo: "Ahora blanco, pero mi caso fue amarillo". Como tú no sabes mi caso, no lo sabe... Entonces, yo lo entiendo. Yo le he dicho a ese niño: "Te juro y te perjuro y te, vamos, por todo, por todo lo que tu más quieras –digo- que es verdad, que han venido a buscarme, y digo, yo no tengo porque inventarme nada, porque antes, el día que yo estaba en el Fiscal, me dijo: ¿Quieres seguir para delante, o quieres pararte?" "Como sigas hasta el final, como te pares, así se queda, no sabemos como van a reaccionar si te paras, si esto va a seguir todo" Yo sabía a lo que yo me atenía.

Yo cuando empecé con esa niña los problemas, yo no sabía que me iba a venir esto, pero cuando, pero cuando yo estaba en el fiscal yo sabía que como denunciara me iba a venir esto. Yo sabía que me tenía que cambiar de instituto. A mí me avisaron mis padres que no podía salir. A ver, entonces yo ¿Para qué iba a denunciar por la cara? ¿Para estar aquí encerrada en mi casa como yo estoy, y que ellos estén en una plaza por la noche? "¡Me voy a fumar un porro!" Pero que ellos estén fumándose un cigarrito, que estén mirándose unos a otros, que estén de motitos para arriba, para abajo, con ropa, con cine, con, con pubs, donde sea y que yo estoy dando botes como una loca, en mi casa, asustando a mis hermanos porque no saben lo que me ha pasado ¿En mi cama?. ¿Eso qué es, por la cara?". Porque las personas que piensen que nos dan dinero por los programas que iban a, que se enteren, vamos, que de dinero no hay nada. Que el único, encima, dinero que nos estamos gastando somos nosotros, en uniformes, en libros, en zapatos nuevos, en calcetines azules, en felpas negras, todo. Los que nos estamos gastando el dinero encima somos nosotros, que tenía mis libros nuevos y esos no sirven, que he tenido que comprar otro... Que el Director, es verdad, que nos ha dicho que ni nos preocupemos, que en cuotas muy despacito.

Que la primera vez fue la de esta, de la clase del papelito, de los papelitos, que fue cuando supuestamente teníamos que confiar. El Jefe de Estudios que iba a poner de su parte, cuando dice que no estaba enterado. Pero, vamos, es que yo llevé, yo llevaba la grabadora el segundo día, es que no tenía que haberla llevado, que por cierto me dijeron que la grabadora estaba prohibida. Yo dije: "¿Ustedes no me creen, no? –digo- pues lo voy a demostrar" y me quitaron la grabadora. Me dijeron que estaba prohibida, que eso no podía, y que yo sepa no está prohibido llevarte una grabadora, como un móvil. No creo yo que esté prohibida.

Pues el segundo día fue aparcar la moto y estaban sentados en la puerta, donde yo aparco la moto, que tiene unas piedrecitas. Pues tú tienes que entrar, entras por un caminito. Entras: "¡No veas, pestosa!" "¡ Pero qué pasa, cagada, que no puedes solucionarte tú sola el problema!" "¡Ven, mierda, que te vamos a matar!". Ya está. Entro para la clase con la cabeza agachada y yo diciendo por dentro "No voy a llorar" "No voy a dar, y no voy a dar un gusto" "Y no voy a llorar, y no voy a llorar". Pero yo no sé con quien entré en el colegio, yo nada más decía: "No voy a llorar, no voy a llorar, no voy a llorar" Y pasaba. Es que no podía hacer nada porque decía: "No voy a llorar". Entré a mi clase, me senté y dije: "Que bien, que no van a entrar". Se sentaron detrás mía, justo, y empezaron a decirme: "La gallina turuleta" la canción esa. "¡Está cagada!" "¡La vamos a matar!" "¡Eh, tú, sidosa!". Bueno, yo cogí mi estuche, me desapareció. Después lo encontré en el suelo y no me faltaba nada, pero desapareció, pero como yo me daba vergüenza charlar a mí ese momento porque decían: "Ya nos está acusando", no se qué... No podía decir nada. Eran todo chillidos y eran todo chillidos, y el profesor estaba, estaba en mi clase. Ellos estaban escuchando los chillidos, pero no decían nada los profesores. Y me acerqué al profesor y dije: "¿Hoy tampoco ha escuchado usted nada?" "Cuando me dijeron lo de la gallina turuleta, usted, "Tú, cagada" no se qué (le dije) Oiga, usted ¿Hoy tampoco ha escuchado nada?". Y dice: "Sí, hija, pero, pero qué le vamos a hacer". Y quedé yo diciendo: "Pero, por favor, animal ¿Pero no ha estudiado Educación? ¿Por qué no nos da esa Educación?"

Yo, esto, puedo hacer una prueba. Yo en el "Pablo Picasso". Yo, conocen a mis padres, conocen que me hago una disciplina, conocen que yo no soy conflictiva, ni tengo una familia conflictiva. Yo, a mí, se me ocurre decirle a una profesora "No veas la payasa" y a mí se me cae el pelo. Bueno, a mí me echarían un mes ¿Por qué? Porque a mí me afecta y conmigo pueden poner remedio. De verdad, yo te pregunto ¿Tú crees que a ellos les van a rehabilitar tres días en su casa?. Es que estamos hablando de tontería... Es que tres días en su casa es que es tontería. Y yo te digo la verdad, si a mí me dijeran hace cuatro días, hace –pausa- el primer día, yo decía es que no quiero que le pase nada, es que no, yo le voy a dar hasta dos besos, quedamos así, pero que ni ella me hable ni yo le hablo, ya está, sin mirarnos. Y ella sigue diciendo que no se qué aquí, que no se qué aquí: "Yo la, la insultaré las veces que haga falta", ahí sigue acumulando. Y, pues, a mí ahora mismo me dicen ¿Qué castigo quieres para ella?, y pediría de verdad algo para que ellos piensen que estén como yo (a ver lo mal que hay), un centro de menores. Y que ellos estén en ese centro, que estén diciendo: "Hay que ver", yo creo que va a llegar un momento que van a decir "Pues somos nosotros, hay que ver lo que le hemos hecho a la chavala". Que ellos estén metidos y que digan: " ¿Y mis padres?" "Y mis padres?" "Tiene que haber una salida, la no salida" porque ellos están todo el día en la calle. ¡Pues imagínate yo!, que salgo, lo poco que salgo por la tarde, salía dos horas, y los fines de semana sí salía todo el fin de semana aunque me encerrara a las nueve, pero salía a lo mejor de doce, después al mediodía volvía a mi casa. Salía, eso, ¡Imáginate los que están todo el día en la calle desde las cuatro de la tarde, lo que tiene que ser para ellos estar encerrados!. ¡ Es que yo no estoy pidiendo nada!. Ellos no se van a tener que poner un uniforme. Ellos no van a tener colegio por la mañana y por la tarde y no tienen que estudiar. Lo único que les pido es un cuarto de lo que ellos a mí me han hecho y que con la maldad que tienen les va a afectar, vamos, lo sé yo, pero, vamos, segura. Y que ellos sepan de verdad, que además se lo pido a Dios, se lo pido todas las noches, que, por favor, esto que me entra a mí ¿No le puede pasar a ellos?. Solamente –pausa-

La tercera vez fue el día que ya, vamos, que ya lo sabían mis padres que estaba amenazada, y ellos (mis padres) seguían desde las ocho de la mañana hasta las tres de la tarde en la puerta del Instituto. Y la tercera vez fue cuando yo, cuando vimos el escupitinajo, que la tercera vez fue ya el viernes, que fui a llamar al Jefe de Estudios (las dos veces anteriores sí hablé con él directamente todo, pero la tercera vez no estaba, estaba dando clase). Decía que no me podía, no podía hacer nada. Pero estaba mi tutor y mi tutor salió para fuera y: "Que no, no puedo". Digo: "Sí, -digo- mira, mira lo que hay en mi moto, usted lo va a mirar para que lo vea". ¡Y había un escupitinajo que cubría todo el sillón! ¡y mi madre lo quitó con un clinex!. Y mi madre llorando, con unas arcadas de muerte, pero escupitinajo de esos preparados, a ver, que no era por pasar, no. A ver, tú escupes y escupes al suelo, no le vas a escupir a una moto y al sillón entero. Lo que quitó mi madre con un clinex y esa imagen, vamos, no se me quita a mí en la vida (mi madre quitando el escupitinajo). "Es qué, qué vamos a hacer?" "Es que tenemos la clase, la misma clase que el Jefe de Estudios". "Tenemos las manos" (e hizo así, los gestitos). "Tenemos las manos atadas, Loly, es que no se puede hacer nada con esa gente, es que es mejor pasar, dejarlos, dejarlos que se cansen".

Dejarlos que se cansen, sí, que nos den una puñalada así, ya total, unos puntos en el Materno. ¿Eso es dejarlos?. Si, así se aburren. Bueno, así me aburro yo también. Te doy una puñalada cuando –pausa- Pero entonces eso es hoy, cuando yo tenga veinte años te dicen: "Déjalo que te dé un tiro". Total: "Deja que te robe el coche, ya se aburre". ¡Es que no es así!. Es que tú no, haber, es que no. No, tú no puedes estar hecho para ellos. Ellos te tienen que estar para nosotros.

Pues la primera reunión del primer día (después yo estaba con la chica esa y la vi muy encendida) a mí me daba susto y dice: "¿Te la traemos y voy a intentar mediar?" Y digo: "No, por favor, no me la traigáis" "Tráela tú y hablas con ella aparte, no me la traigas". "Que si, que hay que traerla". Y yo estaba sola en la sala esperando que vinieran ellas dos y yo estaba super asustada y ¡Cuando yo la vi entrar colorada encendida, mirándome de arriba abajo, sacándomela, moviéndose así la lengua como mmmm ¿Me entiendes?, como ¡Te voy a coger y...! Y encima que no se callaba, que por lo menos delante, digo, aquí, aquí no va a esperar, que dio así en la mesa, ¡Pero un guantazo en la mesa!, que yo estaba también con la adrenalina alteradísima y yo no podía levantarme y pegar o decirle a Lidia "Tú te callas!". Yo eso no puedo. ¿Ella que tiene más ventaja y sigue allí?. Pues mira, a mí también, pues a mí siempre, a mí, alguna vez si me han entrado ganas de decirle a un profesor: "¡Ay que ver!" pues "¡Tío" o algo así "Pues, tío, te has pasado pues me deberías haber puesto más nota!" ¿Qué te crees que no lo he pensado algunas veces y me ha puesto a lo mejor un nueve y medio?. Pues sí, lo he pensado. Yo tengo también mi orgullo, pues yo tengo mi educación y me lo callo. Digo, no, pues ¿Por qué?, ¿Por las faltas?, pues lo entiendo y ahora ella lo puede decir y sigue igual. ¡Pero, entonces, entonces! ¿Las normas del colegio no están hechas para todos igual?. Que la hagan por alumno, que digan "Tú puedes fumar, tú no puedes fumar" "Tú puedes hacer esto, tú no puedes hacer esto" "Tú puedes venir en patinete, tú puedes venir en moto". ¿Por qué?. Perdona que yo diga que cuando hay unas normas en un sitio están hechas para todo... Están sitio de fumadores y de no fumadores, pero no están de fumador y medio. No hay. Hay de sí o de no. O está o no está, pero no puede estar a la mitad.

Yo, lo de la chica, bueno, pues estábamos en la reunión y le dijo a L. : "¡Es que no le pego porque estás tú!" "Es que esto no se queda así. "Es que la tengo que matar, hombre, que esta es que la tengo que matar". Y le digo a L., y le digo: "¿Esto qué es?." "¿Esto no es una amenaza?". Y salta ella: "¡A mí no me chilles!". Es que todo lo que yo hacía... Yo la miraba: "¡A mí no me mires!". Yo la señalaba: "¡A mí no me señales!". Toda provocándola, que ella decía que todo era para provocarla. Y le decía a L.: "Yo no le pego porque estás tú". Y le digo: "L. "¿Esto no es una amenaza?". Y me dice L., "Por Dios" -me dice, me dice- " Hombre, -dice- según como te lo tomes". ¡Por Dios, madre mía, que me altero de escucharle esto!. Cuando estaba mi madre, me dice L. "¡No!, le hizo una amenaza que no veas". Digo, "Entonces ¿Por qué delante de ella no lo dices, L.?". Y dice "Hombre, qué le iba a decir, tú sabes lo alterada que estaba, podía haber hecho muchas cosas" (por tal de no decirnos a mi madre y a mí: "Me iba a pegar") ¡Por Dios! ¿Quien escuche esto?.

Pues L. es la, está el Director (es que no sé yo su nombre). Está el Director, el Jefe de Estudios y la ayudante del Jefe de Estudios (Jefa de Estudios Adjunta o algo). No es coordinadora, ni es ni profesora, es ayudante junto con el Jefe de Estudio... Son los dos Jefes de Estudio.

Y ya, por último querría decirle al señor Delegado que, solamente decirle que se ve muy mal llamar mentiroso a alguien, pero esto no tiene otras palabras, es que está mintiendo el Director. Y preguntarle que, que yo no entiendo de eso, pero si hace una investigación y pregunta, pues que me pregunte a mí también, por favor, mi parte, y decirle que es mentira, que están mintiendo se ve, vamos, se ve solamente él hablando (por la tele) los gestos que hace de estar mintiendo. Y que me pregunte a mí, por favor, que yo le voy a contar todo lo que ha pasado con detalle, todo, todo, todo y toda la verdad, porque todo lo que me pasó es verdad. Y lo que ha pasado, solamente decirle, que los hechos graves, de cosas de venir a buscarte, sí, pero que todo el acoso que yo he tenido, empujones, escupitinajos, maltrato psicológico y todas las humillaciones, eso ha pasado dentro del colegio ¡Eso no ha pasado fuera! Y que veo muy fácil que eche balones fuera el, el, el Director. Pero, bueno, que, gracias, que averigüe."

 

NOTA: Hemos omitido el nombre de las personas que intervienen, en algunas hemos dejado la primera inicial.