La responsable de la Unidade de Atención Temperá de
la Universidade de Santiago afirma que lo más preocupante en este momento es
el ciberacoso
La Unidade de Atención
Temperá de la Universidade de Santiago trabaja desde hace cinco años con
escolares que están siendo víctimas de acoso escolar gracias a una ayuda de la
Fundación José Otero. María José Buceta, la responsable de esta unidad ubicada
la Facultade de Psicoloxía, afirma que lo más preocupante en este momento es el
ciberacoso.
-Las
estadísticas dicen que las niñas suelen sufrir acoso escolar más que los
niños.
-Aunque los estudios dicen que se da más en niñas que en niños y que el
tipo de sujetos en el que se da son niños más vulnerables, con baja
autoestima o de familias disociadas, no es así. Hoy, a través del
ciberbullying cualquier niño puede ser víctima de acoso. El trabajo que
hacemos es fundamentalmente ayudar a los padres a reconocer si su hijo
está siendo acosado.
-¿Qué
mecanismos se ponen en marcha?
-Hay que estar alerta si un niño cambia repentinamente de conducta, si era
ordenado y se vuelve desordenado, si se despega de la familia, no quiere
ir al colegio y se aísla, o si tiene dolores de cabeza, dermatitis o tose
mucho sin causa orgánica por ejemplo. También si se muestra ansioso, se
muerde mucho las uñas o si está melancólico o depresivo.
-¿Es difícil de detectar?
-Es muy difícil darse cuenta de que esto se está produciendo. Existe una
ley contra el acoso en Galicia y creo que los colegios están cada vez más
atentos, pero se debe denunciar siempre y no tener miedo. Y lo que no se
debe hacer nunca, y pasa muchas veces, es apartar al niño que está siendo
acosado.