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https://www.publico.es/sociedad/lomloe-asociaciones-catolicas-concertada-atacan-nueva-ley-educacion-base-bulos.html
Asociaciones católicas y de la concertada atacan la nueva
ley de educación a base de bulos
Las seis principales
asociaciones y sindicatos de enseñanza concertada han promovido dos
"quedadas digitales" contra la tramitación de la Lomloe, la ley que
revertirá el modelo educativo que impuso el PP y que está en plazo de
enmiendas en el Congreso. La propia redacción de la norma desmonta los
argumentos que esgrimen para oponerse a ella.
Beatriz Asuar
20 de mayo 2020

La ministra de Educación, Isabel Celaá, en una Conferencia Sectorial.
EFE/Ministerio de Educación
Seis asociaciones, con el apoyo de dirigentes del PP y Vox,
han impulsado una "quedada digital" contra la nueva ley de educación. Es la
segunda jornada en la que consiguen poner en la diana esta norma que va a revertir
el modelo educativo de los conservadores que se impuso con la ley Wert.
Pero sus argumentos no son educativos: sus críticas no dicen nada sobre
la enseñanza, sobre los cambios fundamentales que se plantean o sobre el
proceso de digitalización, más necesario ahora que nunca. Sus críticas se
centran en bulos y en una supuesta imposición de la ley.
Escuelas Católicas, la Confederación Católica Nacional de
Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), la Confederación de Padres
de Alumnos (Cofapa), la Confederación Española de Centros de Enseñanza
(CECE), el Sindicato Independiente de Enseñanza de Madrid (FSIE) y la
Federación de Enseñanza (FeUSO) son las organizaciones que han promovido el
hashtag #paremoslaleyCelaá.
La principal crítica se centra en decir que el Gobierno
impone esta ley aprovechando el estado de alarma, pero
la realidad es que se registró antes del estado de alarma. La Lomloe
llegó por primera vez al Congreso en el primero Gobierno de Pedro Sánchez.
No continuó con su trámite por el final de la legislatura y se volvió a
registrar el 4 de marzo y fue calificada el día 10.
Su tramitación se paralizó con el estado de alarma, cuando se
paró también toda la actividad parlamentaria. Sin embargo, tras las
peticiones de grupos entre los que se encontraba el PP, la actividad se
reanudó y, con ello, la tramitación de leyes. Así se puso en marcha otra vez
el proceso. El plazo de enmiendas se ha extendido ya en dos ocasiones y aún
continúa abierto el plazo de enmiendas al articulado hasta el próximo 27 de
mayo. Aunque se enfoquen en esta ley, la de la regulación
de la eutanasia se encuentra en la misma situación.
Además, estos plazos los marca el Congreso, y no el Gobierno.
Se espera también que cuando llegue el momento se pueda llevar a los
expertos que requieran los partidos a la Comisión de Educación, aunque está
decisión dependerá del Congreso y de lo que marquen las autoridades
sanitarias.
Por otro lado, el Ministerio de Educación alega que esta
ley ahora tiene más importancia que nunca porque permite adecuar la
enseñanza al nuevo escenario: reforma del currículo para pasar de uno
"enciclopédico" a uno "competencial", se fomenta la digitalización, la
formación del profesorado y la atención personalizada a los alumnos. Todos
aspectos que consideran fundamental para readaptar el sistema educativo.
Tras analizar los tuits que han tenido más repercusión de la
"quedada digital", más de cien mil, estas son las principales proclamas
contra de la norma, y esto es lo que realmente dice la ley.
La religión no desaparece, es de oferta obligatoria
Las asociaciones aseguran que la ley acaba con la religión,
pero lo que hace la reforma es que esta materia sea de oferta obligatoria
en los centros, pero de elección voluntaria. Se elimina, eso sí, la
obligación para los que no eligen religión de cursar otra asignatura
alternativa. Se suprime también el artículo que permitía que Religión
computara para la nota media del alumno y ya no contará ni para el acceso a
la Universidad ni para la obtención de becas. Pero, en ningún caso,
desaparece su oferta.
No se acaban los centros especiales
Los opositores a la ley dicen que la norma quiere acabar con
los centros de educación especial. Sin embargo, lo que se expone es un plan
de diez años en el que el Gobierno y las Administraciones educativas
trabajen, de acuerdo con el artículo 24.2.e) de la Convención sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas y en
cumplimiento del cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030,
para que "los centros ordinarios cuenten con los recursos necesarios para
poder atender en las mejores condiciones al alumnado con discapacidad".
El objetivo es que las los centros de educación especial
continúen escolarizando a los alumnos y alumnas que requieran una atención
muy
especializada y que desempeñen la función de centros de referencia y apoyo
para los centros ordinarios.
No se ataca la concertada, se adecua a la demanda social
El texto no propone ninguna reforma que acabe con la
educación concertada. La modificación más importante dispone que los centros
educativos que no segreguen por sexo serán objetos de atención preferente y
prioritaria. Es decir, que se priorizará en el régimen de conciertos a los
centros que "se organicen bajo el principio de la coeducación".
Por otro lado, se critica también que se programe la oferta
educativa en función de las necesidades para la pública y la concertada bajo
el concepto de "demanda social". Sin embargo, esto supondría, como
mucho, una limitación que tiene su sentido en que los centros sostenidos con
fondos públicos deben asumir las necesidades que se requieren.
No se elimina la libertad de elección de los centros
Varios mensajes aseguran que la ley impide la liberad de
elección de los padres, como afirma la diputada del PP en la Asamblea de
Madrid, Ana Camíns.
Esta crítica no se desarrolla y no se explica en qué apartado
se elimina esto. Sin embargo, lo que sí se puede comprobar es que la ley
establece que "corresponde a las Administraciones educativas establecer el
procedimiento y las condiciones para la adscripción de centros públicos, respetando
la posibilidad de libre elección de centro".
Los cambios respecto a la ley actual se centran en que,
cuando no existan plazas suficientes en un centro, tendrán prioridad quienes
procedan de los centros que tengan adscritos. O bien la preferencia en el
área o zona de escolarización que corresponda a aquellos alumnos cuya
escolarización en centros públicos o privados concertados venga "motivada
por traslado de la unidad familiar debido a la movilidad forzosa, una
discapacidad sobrevenida de cualquiera de los miembros de la familia o a un
cambio de residencia derivado de actos de violencia de género".
El falso mito de la educación basada en el esfuerzo
Una crítica al Gobierno que va más allá de la ley, como ha
argumentado también el Gobierno de la Comunidad de Madrid en plena pandemia,
es que el modelo del Ejecutivo no valora el esfuerzo de los alumnos. Es una
crítica hacia la norma, hacia el planteamiento del pase de curso general
ante la pandemia y hacia la
reforma del sistema de becas.
Sin embargo, no todos los alumnos tienen las mismas
oportunidades. No es lo mismo estudiar un grado teniendo que trabajar
para pagar la matrícula que sin la necesidad. No es lo mismo tener recursos
para poder reforzar los conocimientos con clases de refuerzo a no tener esta
oportunidad. Y
no es lo mismo estudiar en un cuarto propio con ordenador que teniendo que
hacer las tareas a través de un móvil. El esfuerzo es diferente en cada
situación.
En este sentido, la ley no plantea ninguna reforma por la que
el esfuerzo deje de tenerse en cuenta, pero sí que la esencia de la
normativa es disminuir las repeticiones, potenciar la educación competencial
y personalizar la enseñanza para compensar las desventajas de origen social. |