
https://www.eldiario.es/andalucia/Ministerio-Educacion-automaticamente-profesores-Religion_0_772023172.html
El Ministerio de Educación renovó "automáticamente" a
los maestros de Religión sin clase a petición de los obispos
Una orden interna del departamento de Méndez de Vigo
corrobora que se ignoró la reducción horaria de Religión aprobada en el 65%
de los colegios de Andalucía
"El Ministerio asignó más horas de las que aquí se
consideraron necesarias. Desconozco por qué sigue haciéndolo", dice la
consejera Sonia Gaya
El Ejecutivo andaluz ha detectado que sobran
maestros de Religión en más de 250 escuelas de Primaria, que siguen cobrando
pero no imparten clases desde 2015
Daniel Cela
16/05/2018

M. Vigo EFE
Docentes que perdieron parte o la totalidad de su carga
lectiva en 2015, cuando los colegios andaluces decidieron reducir el horario
de Religión para reforzar otras materias, siguiendo una orden del Gobierno
andaluz. Este periódico inició una investigación para determinar cómo pudo
ocurrir y, sobre todo, cómo sigue ocurriendo tres años después, con el
consiguiente "perjuicio a las arcas públicas", en palabras de Sonia
Gaya, la consejera andaluza de Educación. ¿No hubo coordinación
entre las Administraciones educativas, entre el Ministerio, que contrata a
estos profesores, y la Consejería, que les asigna plaza en sus colegios?
Un documento de la Subdirección
General de Personal Laboral del Ministerio de Educación, al que ha tenido
acceso este periódico, revela por fin una de las claves de este conflicto.
El departamento que dirige Íñigo Méndez de
Vigo renovó "automáticamente" a los profesores de Religión de
Infantil y Primaria de Andalucía en el curso 2016-2017 y mantuvo las mismas
horas contratadas que en el año anterior, a pesar de que la Junta de
Andalucía le había informado previamente y por escrito de una reducción
drástica de la carga lectiva de esta asignatura en el 65% de los colegios
andaluces.
Se trata de unas instrucciones dirigidas a las
Archidiócesis de Andalucía y a la Alta Inspección Educativa, dependiente del
Ministerio, que también han manejado inspectores de la Consejería de
Educación. Esta orden interna, fechada el5
de julio de 2016, está firmada por el Subsecretario del Ministerio
de Educación, Fernando Benzo Sáinz,
actual Secretario de Estado de Cultura. El contenido del texto demuestra que
el Ministerio ignoró la propuesta de reducción horaria facilitada por el
Gobierno andaluz, y decidió prorrogar todos los contratos de los profesores
de Religión siguiendo instrucciones
directas de las Delegaciones Diocesanas de Enseñanza de Andalucía.
"Las propuestas formuladas en los cursos académicos anteriores se entienden
automáticamente renovadas en los términos establecidos en los contratos en
vigor, salvo que los trabajadores contratados manifiesten expresamente su
renuncia a dicha renovación o en el supuesto de que el Ordinario diocesano
que propuso en su momento su contratación, proponga ahora la revocación",
reza el documento.
Las instrucciones también contienen un dato
llamativo: se trata de un documento oficial en el que el Ministerio de
Educación asume como propios los requisitos de contratación que la
Conferencia Episcopal utiliza para seleccionar al personal docente que
imparte Religión, y que nada tienen que ver con el acceso a la función
pública, esto es, "moral recta y testimonio de vida cristiana", por ejemplo
"no estar separado ni divorciado del cónyuge" para poder impartir clases de
Religión en la escuela pública.
2.000 docentes
Los profesores de Religión de Infantil y Primaria de
Andalucía son el único cuerpo docente que no está transferido al Gobierno
autonómico; dependen contractualmente del Ministerio de Educación, aunque
son seleccionados por el Obispado. En Andalucía, hay 2.028 docentes de
Religión en las escuelas públicas de Infantil y Primaria, cuyo horario lo
establece la Consejería de Educación y los propios centros educativos "en el
ejercicio de su autonomía pedagógica y organizativa". Sin embargo, la
renovación íntegra de los contratos de estos docentes fue gestionada por el
Ministerio en comunicación directa con los obispos, y previa consulta a la
Alta Inspección Educativa, dejando totalmente al margen a la Consejería del
ramo, de quien depende la Planificación de horarios en las escuelas
andaluzas.
Es el primer documento oficial que
aclara, explícitamente, por qué el Ministerio de Educación lleva tres años
pagando a profesores de Religión que no imparten clases. En 2015, los
colegios andaluces habían reducido la carga lectiva de esta materia, y la
Junta asegura haber informado al Ministerio de que no hacían falta tantos
docentes. Se remitió a Madrid el reajuste horario "entre junio y julio",
"con tiempo suficiente para que se "minorasen" los contratos antes de que
empezase el curso siguiente, adaptándolos a las nuevas necesidades de los
centros. Pero el Ministerio no escuchó al Gobierno andaluz, sino a los
obispos. "Las Delegaciones Diocesanas de Enseñanza deberán remitir la
documentación justificativa de las nuevas necesidades de cada uno de los
centros escolares que se proponga incrementar y/o disminuir, indicando el
motivo de la variación de la propuesta y cumplimentar el anexo que se
adjunta", dicen las instrucciones de la Subdirección de Personal Laboral. Los
obispos no comunicaron ningún cambio en la carga lectiva de los maestros de
Religión al Ministerio, como consta en dicho anexo.
Menos horas, mismos docentes
El número global de horas contratadas
para la etapa Infantil y Primaria aquel año -47.478 horas lectivas- es
prácticamente el mismo que en el curso anterior, a pesar de que un 60% de
colegios había recortado el horario de Religión de 90 a 60 minutos, y otro
5% decidió aminorarlo hasta los 45 minutos semanales, el mínimo legal que
permitía la Junta de Andalucía. El Ministerio comunicó a los obispos que "el
exceso de horas en un centro escolar se compensaría, en su caso, con la
minoración de horas de otro, no pudiendo incrementarse el global de las
horas autorizadas para el curso 2015/2016 en el conjunto de la propuesta que
se realice para el curso 2016/2017", según rezan las instrucciones.
El resultado final fue un
desequilibrio entre el número de profesores y las horas asignadas que ha
dejado a muchos docentes "de brazos cruzados y sin hacer nada" durante tres
años. "El Ministerio asignó más horas de las que aquí se consideraron
necesarias. Si los datos de matrícula que comunica esta comunidad no se
tienen en cuenta por parte del Ministerio de Educación, es difícil tener un
control exacto de lo que está pasando en nuestras escuelas", denunció este
miércoles la consejera del ramo, Sonia Gaya, en el Parlamento andaluz. La
consejera, sin embargo, no ha sabido explicar por qué su departamento no
actuó antes, si tenía denuncias de inspectores y colegios alertando de la
situación desde septiembre de 2015.
Después de una profusa investigación
interna que ha exigido a los inspectores educativos rastrear, "uno a uno y
colegio a colegio", la ocupación real de los 2.000 maestros de Religión bajo
sospecha, el Gobierno andaluz ha admitido finalmente que sobran docentes en
252 colegios de las ocho provincias. Lo que no ha querido revelar la Junta
es el número de profesores sin carga horaria (total o parcial) y el
"perjuicio que esto ha supuesto a las arcas públicas" los últimos tres años.
Falta ese dato para conocer el coste real de este problema, pero la Junta se
niega a cuantificarlo porque no quiere "poner el foco" en el colectivo
afectado.
Hace siete meses, la Consejería de
Educación elevó un informe con los resultados de su investigación a la Alta
Inspección Educativa y al propio Ministerio, denunciando el "perjuicio a las
arcas públicas" y el "desperdicio de recursos educativos para la escuela".
"La razón de por qué, a día de hoy, el Ministerio no ha corregido aún esta
situación, la desconozco, no tengo una respuesta", admite Gaya. La consejera
de Educación esgrime ahora las instrucciones del Ministerio para demostrar
que su departamento "les informó convenientemente" de que se habían reducido
horas de Religión, para que se procediera al reajuste de los contratos de
profesores, pero Méndez de Vigo ignoró esa información.
Las instrucciones del actual número dos de Cultura
constatan que el Ministerio no atendía al requerimiento de la Consejería de
Educación, responsable de la Planificación de horarios, sino de la propuesta
de las Diócesis andaluzas. Los obispos, que han recurrido en los tribunales
la orden de la Junta que habilita la reducción horaria de Religión, pidieron
no tocar los contratos en vigor, y su solicitud fue atendida. "La
Subdirección General de Personal, a la vista de la documentación
justificativa de las necesidades de incremento y/o disminución de horas
lectivas remitidas por cada una de las Delegaciones Diocesanas de Enseñanza,
y una vez estudiados los informes de la Alta Inspección de Educación en las
comunidades autónomas relativos a las necesidades de horas lectivas de
Religión de los centros escolares para el próximo curso 2016/2017,
comunicará a cada una de las Delegaciones Diocesanas de Enseñanza los
incrementos y/o minoraciones de horas lectivas totales autorizadas y los
centros educativos afectados dentro de su ámbito de propuesta", sostiene el
documento.

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