EL MUNDO
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EDUCACIÓN
La Junta forzó el aprobado de un alumno que sacó un 2
en Historia
La Asociación de Profesores de Instituto de Andalucía
(APIA) denuncia un nuevo "aprobado de despacho" en el IES Inca Garcilaso de
Montilla
24/01/2017La Asociación de Profesores
de Instituto de Andalucía (APIA) ha denunciado que la Delegación de Educación de
la Junta de Andalucía Córdoba "ha sido una de las últimas en dar lo que se
conoce como'aprobado
de despacho'", en concreto a un alumno de segundo de Bachillerato del IES
Inca Garcilaso de Montilla (Córdoba).
Según ha
informado APIA en un comunicado, "el caso clama al cielo porque la propia
Delegación se encargó de desestimar la reclamación" que le presentó
inicialmente el alumno, "al que le quedaba pendiente en la convocatoria de
junio la materia de Historia de España, para luego en septiembre darle el
aprobado".
Anteriormente, según ha detallado APIA, dicho alumno "había reclamado
también al profesor que impartía esta materia en su curso y al
departamento", pero ambos "se mantuvieron en que el alumno no
había superado los criterios de evaluación fijados
en el departamento en cuestión". De hecho, el estudiante "no había ido
superando ninguna de las evaluaciones de la asignatura de Historia de
España, ni siquiera en las correspondientes recuperaciones", suspendiendo la
asignatura en junio y también en la convocatoria de septiembre del año
pasado.
Según ha
indicado APIA, el alumno volvió a reproducir los mismos pasos que hizo ya en
junio, con lo que primero reclamó al profesor, "que fue menospreciado por la
familia en ese momento y que recibió por su parte comentarios amenazantes
como 'esto no va a quedar así e iremos hasta donde haga falta y haremos lo
que tengamos que hacer'". El siguiente paso fue acudir al departamento,
"donde por unanimidad se
ratificó la calificación del examen de septiembre, que fue un 2.
Sin
embargo, "la sorpresa llegó cuando el estudiante reclamó a la Delegación
Territorial. Hasta allí nuevamente se remitió, por parte del profesor, del
departamento y del centro toda la documentación requerida, que era
exactamente la misma que se envió en el mes de junio para atender la primera
reclamación, pero esta vez además con la prueba realizada en septiembre".
En función
de toda la documentación enviada, "la Comisión Técnica de Reclamaciones de
la Delegación acordó estimar la reclamación del alumno, algo que se supo en
el centro vía telefónica el pasado 12 de septiembre".
Después, "a
mediados de octubre, el inspector de zona, en una visita al centro, se
reunió con el jefe de departamento y le refirió de manera oral que 'no se ha
tenido en cuenta a la hora de evaluar al alumno otras consideraciones, como el
grado de madurez del alumno para emprender estudios superiores, y
el grado de consecución de los objetivos del Bachillerato'".
El
profesor, según ha señalado APIA, "ha conocido la decisión simplemente por
la lectura del documento en cuestión que llegó al centro, como manda el
procedimiento habitual. Fundamentalmente las razones que se aportaban eran
que no se valoraban adecuadamente los criterios de evaluación establecidos
para la superación de la materia, así como que el centro debería haber
tenido en cuenta los artículos 2.1, 7.1 y 7.2 de la Orden del 15 de
Diciembre del 2008".
En esos
artículos, según ha detallado APIA, "se hace referencia a que hay que tener
en cuenta a la hora de evaluar aspectos como la progresión del alumno en la
materia (en este caso la progresión no ha sido positiva, sino negativa en
todas las evaluaciones), así como la madurez del estudiante (junto con la
valoración de los aprendizajes específicos de la materia, la apreciación
sobre la
madurez académicadel alumno en relación con los objetivos del
Bachillerato) y también la capacidad para aprender por sí mismo, para
trabajar en equipo y para aplicar métodos de investigación apropiados".
APIA
considera que de esta manera "se ha vulnerado de nuevo la figura del
profesor, cuyo trabajo ha sido cuestionado. El docente sí ha tenido en
cuenta los aprendizajes específicos de la materia, en este caso el
estudiante no
ha trabajado nada la asignatura".
En cuanto a la apreciación de la madurez académica del alumno en relación
con los objetivos del Bachillerato, APIA se pregunta "¿qué madurez se tiene
cuando el estudiante abandona la materia por completo y deja
exámenes en blanco y
tareas sin presentar? Sin ese trabajo hecho, la capacidad para aprender por
sí mismo no ha sido adquirida por el alumno, al igual que tampoco la de
trabajar en equipo, y en lo referente a lo de aplicar métodos de
investigación apropiados, pues tampoco".
En consecuencia, "no se entiende, por tanto, que la Delegación decida que el
alumno debe de aprobar", pues, "si no se hace en junio, no hay razón para
hacerlo en septiembre". De hecho, "el alumno no cumple siete criterios de
evaluación comunes que están contemplados en el Proyecto
Educativo del centro, por lo que se ven cuestionados, no solo el
profesor, sino el departamento y, por último, la labor que se hace desde el
IES Inca Garcilaso".
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