Galicia
"La manera más eficaz de acabar con el rural es eliminar los servicios educativos"
La Asociación Socioeducativa Antonio Gandoy ha echado a andar hace pocos meses con el objetivo de retomar el trabajo hecho durante 35 años por Preescolar na Casa.
El trabajo voluntario del antiguo personal de este proyecto pedagógico va incrementando poco a poco las actividades del nuevo colectivo
28/11/2013

Hace
un año la Xunta decretaba el final de la actividad de
Preescolar na Casa [ Preescolar
en casa], después de 35 años. Le retiró todas las
aportaciones económicas y rechazó cualquier posibilidad
de hacerse cargo del servicio, exaltado e imitado fuera
de Galicia. Acababa de este modo con 32 puestos de
trabajo y con la atención que recibían más de 3000
familias en toda Galicia, que habían llegado a ser
muchas más. Preescolar na casa había contribuido a
configurar la historia reciente del país en materia de
educación, convirtiéndose en un referente pedagógico con
un modelo de intervención pionero, original, preventivo,
vertebrador del territorio y ejemplar en cuanto a la
implicación de las familias en la educación de los hijos
e hijas. Sin embargo, la conselleira Beatriz Mato dijo
que era "un programa obsoleto" y que "no valía". Y en el
Parlamento la diputada popular Marisol Piñeiro sentenció
que "la Administración pública no puede asumir algo que
ya no funciona".
Como viene siendo cada vez más frecuente en los últimos
años en Galicia, los espacios y servicios que son
descartados por el Gobierno, son ocupados de inmediato
por nuevas iniciativas sociales, nacidas desde la base,
como hace 36 años había echado a andar Preescolar na
casa fruto del impulso de Antonio Gandoy. Antiguos
trabajadores de Preescolar crearon el pasado mes de
febrero la Asociación Socio-Educativa Antonio Gandoy,
con dos grandes objetivos, como destaca su presidenta,
María Luisa Rey Otero. El primero, evitar que "el
patrimonio material e inmaterial de Preescolar na casa
no acabara por ahí, en el olvido. Como no se vio
intención por parte de la administración o de la
universidad de hacerlo, lo hacemos nosotros". Y el
segundo, continuar prestando el servicio fundamental de
Preescolar na casa: orientación a las familias para la
educación de sus niños y niñas, una orientación que
realizan desplazándose cada semana a varios
ayuntamientos de las provincias de Lugo y A Coruña.
"Éramos capaces de dinamizar muchas familias", destaca
Rey Otero. "Llegamos a tener 60 trabajadores circulando
todos los días por las carreteras y caminos de Galicia,
llegando a las aldeas más remotas, yendo cada 15 días
allí donde está la gente. Sabían que contaban con un
foro en el que manifestar sus preocupaciones e
inquietudes, no solo a nivel educativo. Cuando vas con
tanta frecuencia a un lugar, con los ojos y las orejas
abiertas, llegas a mucho más que lo meramente educativo,
aunque todo es educativo", explica. "Tenía un compañero
que decía 'yo estudié para maestro y vine para
Preescolar como maestro, pero soy casi de todo además de
maestro: soy psicólogo, soy pedagogo, soy agente de
extensión agraria, soy auxiliar de clínica...". Cuando
llegas a las casas de la gente, la gente te plantea los
problemas que está viviendo en ese momento, y los
problemas que afectan a los adultos, afectan también a
la educación de los niños".
En el documento presentado este miércoles por la Mesa
Galega de Educación no Rural se demanda que no cierren
más centros y unidades en la zona rural, y que se
apruebe un plan específico de enseñanza en el rural, en
el marco de una política integral para frenar la
despoblación. A este respecto, la presidenta de la
asociación recuerda que Antonio Gandoy decía siempre que
"la educación tiene las raíces en la casa de cada uno".
"Y es cierto, porque para poder educar con eficacia
tenemos que tener las raíces bien sumergidas en nuestro
entorno. Si sacamos a la gente del entorno su formación
va a estar más coja a todos los niveles. Además de las
consecuencias de despoblación: yo si tengo un niño de
tres años y sé que al año siguiente voy a tener que
llevarlo todos los días al colegio a veinte kilómetros,
por un camino que me lleva una hora, pues seguramente me
mudaré".
"La manera más eficaz de acabar con el rural es eliminar
los servicios educativos de la zona", destaca, "los
servicios fundamentales tienen que estar donde está la
gente. Y la gente quiere estar en el rural. El problema
es que los políticos miden esto con baremos
economicistas y la educación y la sanidad no se pueden
medir así". Preescolar na casa, como destacó el profesor
de la USC Jorge García Marín en un artículo publicado en
Tempos Novos, "hizo una aportación fundamental al
desarrollo del tejido sociocomunitario de muchos
ayuntamientos rurales gallegos, partiendo de la
educación de miles de niños y niñas a través de sus
padres y madres, concibiendo la comunidad rural como una
comunidad viva y operante que puede ir resolviendo sus
problemas".
En el documento también se hace énfasis en la
importancia de la implicación de las familias en la
educación de los niños y niñas. "Toda la sociedad es
responsable de la educación de nuestros hijos e hijas y
el primer seno de la educación es la familia. No se
puede desligar la escuela de la familia, porque familia
y escuela deben ir a la par, tienen que estar sumergidas
una en la otra para que sean eficaces", concluye.
En crecimiento
"La primera actuación de la Asociación
fue a acudir a la subasta de los bienes de Preescolar na
casa, sobre todo para hacernos con la marca, que también
salía a la venta, para que la marca no quedase por ahí,
en manos de cualquiera", explica Rey Otero. "Compramos
también los bienes materiales de Preescolar na casa. Y
una vez que tuvimos la asociación 'llena de cosas'
pensamos 'qué vamos a hacer con esto'". Después se
recuperó el servicio de orientación a las familias, a
través de reuniones con ellas. "Allí donde hay un
voluntario, estamos haciendo las reuniones con las
familias", dice.
"Estamos en Lugo, Rábade, Baleira, Aranga, Frades, Mesía
y Curtis, y en conversaciones con varios otros
ayuntamientos. En todos los ayuntamientos presentamos
una propuesta económica de colaboración con el
ayuntamiento, y por lo de ahora prácticamente todos han
aceptado la propuesta, bien para iniciar la actividad
ahora, o bien para el año que viene, pues para este ya
había cerrado el presupuesto", explica. "Todos somos
voluntarios, antiguos trabajadores de Preescolar na
casa. No hay personal contratado hoy por hoy, e incluso
tuvimos que poner de nuestro dinero para ir a la
subasta. Por eso, las familias tienen que pagar una
pequeña cuota, de unos 45 euros al trimestre, para
nuestros desplazamientos y para el material. Sin
embargo, en lugar de tener una periodicidad quincenal,
como tenía Preescolar na casa, nosotros la vamos a hacer
cada semana".
Rey Otero también destaca que la asociación también ha
puesto en marcha un centro de documentación, que
pretende recopilar y sistematizar toda la experiencia de
los 35 años de Preescolar na casa, para ponerla al
servicio de la comunidad educativa y de la sociedad. "Se
han hecho publicaciones, pero hubo muchas cosas que
nunca se sacaron a la vista de la sociedad, que pienso
que son muy interesantes para la pedagogía o la
sociología. Estamos en conversaciones con la Universidad
de Santiago para que Preescolar se incluya como material
de estudio", cuenta, y añade que "hemos firmado un
convenio con la Fundación TIC de la Diputación de Lugo,
que aunque no va a suponer una aportación de dinero para
nosotros, les permitirán registrar en vídeo todas
nuestras actividades, y ese material nos servirá para
promocionar todo lo que estamos haciendo". También han
puesto en marcha otras actividades, como
O son que me arrola,
una propuesta musical que ofrece la posibilidad de
acercar a los más pequeños la cultura tradicional
gallega, de la mano de los cuantos de cuna, ríemelas y
la instrumentación.