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Axarquía (Málaga)
 

«La situación de nuestra hija es consecuencia directa de la falta de intervención educativa»

«La situación de nuestra hija es consecuencia directa de la falta de intervención educativa»
  • Los padres de la menor del colegio Gregorio Marañón defienden que la pequeña, que es discapacitada, no recibe una atención adecuada pese a que hay una monitora solo para ella

20 marzo 2015

 

«Nuestra hija presenta necesidades educativas especiales y discapacidad. Su derecho al honor, a la integridad física y a una atención escolar inclusiva y de calidad están recogidos en textos legales de orden superior a nivel europeo, que se están vulnerando sistemáticamente. Hablamos de derechos humanos fundamentales». Con estas palabras explicaron ayer a SUR los padres de la menor de 9 años, que estudia cuarto curso de Educación Primaria en el colegio público Gregorio Marañón de La Cala del Moral, en Rincón de la Victoria, la situación que están viviendo a raíz de que los progenitores de los 24 niños que comparten con ella aula decidieran desde el pasado miércoles y hasta hoy no llevar a sus hijos a clase, en protesta por el «acoso constante» al que supuestamente la menor los tiene sometidos, «con agresiones e insultos a diario».

«La denuncia que el colectivo de familias ha realizado es consecuencia directa de la falta de intervención educativa con nuestra hija. Ahora se atribuye la responsabilidad de estas conductas a la niña obviando que son consecuencia directa de la inaplicación de las medidas que los propios técnicos de orientación establecieron hace ya cuatro años. Esta situación ha tenido y tiene consecuencias directas en la salud e integridad de la niña y de nuestra familia», dijeron los progenitores de la pequeña, quienes añadieron que «la responsabilidad civil de lo que ocurre dentro del recinto escolar es del equipo directivo del centro, que debe garantizar la integridad y bienestar de todos sus alumnos tomando las medidas que sean necesarias para ello». Según los padres de la menor, «más allá de los incumplimientos legales están las consecuencias sobre las personas, especialmente graves cuando se trata de la infancia». «Somos también especialmente sensibles a los derechos del resto de los compañeros, que son víctimas de la desidia y dejación de funciones de la Administración educativa durante cuatro años», dijeron.

«Llevamos reclamando desde 2011 una atención adecuada para nuestra hija, anticipando las consecuencias de no aplicarla, el impacto que tendría y, de hecho, ha tenido sobre el resto de los niños. Se han puesto a disposición del centro profesionales de reconocido prestigio que han conseguido controlar con éxito las conductas fuera del entorno escolar y cuyas recomendaciones no han sido tomadas en consideración», añadieron.

Según los padres, la situación de falta de medios para atender al alumnado con necesidades educativas especiales «es extensible a más centros de la zona», tal y como viene denunciado el Ayuntamiento y la Plataforma Local por la Educación. «Los propios técnicos de la Delegación han dejado constancia por escrito de que el colegio no dispone de los recursos suficientes para garantizar la calidad educativa de sus alumnos», dijeron.

Intervención educativa

Según los progenitores, la aparición de un personal -desde hace varias semanas una monitora acompaña a la niña las 25 horas lectivas- y la puesta en marcha de un programa educativo «coincide temporalmente con el anuncio al centro por nuestra parte de tomar acciones legales en el asunto, que ya están en marcha».

Para finalizar los padres aseguraron no tener «evidencias» de que la intención sea reconducir la situación de su hija «sino de contener la situación que estas carencias han ocasionado de cara al grupo de familias». «No disponemos del protocolo de intervención pero a la vista de los resultados no se ajusta a sus necesidades ni lo lleva a cabo personal docente especializado y con continuidad». Desde la dirección del colegio declinaron hacer valoraciones sobre la situación generada con esta alumna.

«La denuncia que el colectivo de familias ha realizado es consecuencia directa de la falta de intervención educativa con nuestra hija. Ahora se atribuye la responsabilidad de estas conductas a la niña obviando que son consecuencia directa de la inaplicación de las medidas que los propios técnicos de orientación establecieron hace ya cuatro años. Esta situación ha tenido y tiene consecuencias directas en la salud e integridad de la niña y de nuestra familia», dijeron los progenitores de la pequeña, quienes añadieron que «la responsabilidad civil de lo que ocurre dentro del recinto escolar es del equipo directivo del centro, que debe garantizar la integridad y bienestar de todos sus alumnos tomando las medidas que sean necesarias para ello». Según los padres de la menor, «más allá de los incumplimientos legales están las consecuencias sobre las personas, especialmente graves cuando se trata de la infancia». «Somos también especialmente sensibles a los derechos del resto de los compañeros, que son víctimas de la desidia y dejación de funciones de la Administración educativa durante cuatro años», dijeron.

«Llevamos reclamando desde 2011 una atención adecuada para nuestra hija, anticipando las consecuencias de no aplicarla, el impacto que tendría y, de hecho, ha tenido sobre el resto de los niños. Se han puesto a disposición del centro profesionales de reconocido prestigio que han conseguido controlar con éxito las conductas fuera del entorno escolar y cuyas recomendaciones no han sido tomadas en consideración», añadieron.

Según los padres, la situación de falta de medios para atender al alumnado con necesidades educativas especiales «es extensible a más centros de la zona», tal y como viene denunciado el Ayuntamiento y la Plataforma Local por la Educación. «Los propios técnicos de la Delegación han dejado constancia por escrito de que el colegio no dispone de los recursos suficientes para garantizar la calidad educativa de sus alumnos», dijeron.

Reclamaciones

Según los progenitores, la aparición de un personal –desde hace dos meses una monitora acompaña a la niña las 25 horas lectivas– y la puesta en marcha de un programa educativo «coincide temporalmente con el anuncio al centro por nuestra parte de tomar acciones legales en el asunto, que ya están en marcha».

Para finalizar los padres aseguraron no tener «evidencias» de que la intención sea reconducir la situación de su hija «sino de contener la situación que estas carencias han ocasionado de cara al grupo de familias». «No disponemos del protocolo de intervención pero a la vista de los resultados no se ajusta a sus necesidades ni lo lleva a cabo personal docente especializado y con continuidad». Desde la dirección del colegio declinaron hacer valoraciones sobre la situación generada con esta alumna.