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100 personas mueren en un naufragio en el Mediterráneo después de
que Italia no avisase al barco de rescate Open Arms
Unas 100 personas se han ahogado este viernes tras el
naufragio de su patera frente a Trípoli, mientras el único barco
especializado en la zona, el Open Arms, ha sido ignorado por las autoridades
libias e italianas en las labores de rescate
"El hecho de tener un barco medicalizado en zona SAR
y no dejarles socorrer es omisión de socorro forzado", denuncia Óscar Camps
Más de 1.000 personas han muerto en el Mediterráneo
en lo que va de año, según la OIM

La tripulación del Open Arms recibió esta mañana el
aviso de una embarcación en riesgo. Gabriela Sánchez
Gabriela Sánchez -
A bordo del Open Arms
29/06/2018
El Open Arms amanecía con el aviso informal de un
avión militar europeo a la supuesta "guardia costera libia". La tripulación
de la ONG escuchó la comunicación a través del canal 16 de la emisora de
radio. Una balsa en peligro había sido avistada en la zona de Al-Khums,
cerca de la costa de Trípoli. 150 personas en peligro. Viajaban sin
chalecos.
"9:00h. Posible 'target' comunicado por un posible
avión militar. 9:10. Posible comunicación a patrullera libia de la ubicación
del target". Las notas escritas por el capitán, Marco Martínez Esteban, dan
cuenta de los avisos no oficiales escuchados a través de la emisora.
La posición indicada por el avión militar se
encontraba a 80 millas del Open Arms y aún no habían recibido una
comunicación oficial del Centro de coordinación de salvamento de Roma. Las
palabras y el rostro del capitán poco después transmitían su impotencia.
"Está muy lejos y han avisado a los libios. Nosotros estamos con la gasolina
al límite... No podemos acelerar para llegar a tiempo", dijo Martínez
Esteban a eldiario.esmientras
volvía a observar con rabia la ubicación de la patera en riesgo. "Están sin
chalecos", añadió el responsable del buque con frustración, como si temiese
el fatal desenlace que acabaría por llegar.
A las 10:30 horas aproximadamente, una hora después
del primera alerta informal, llegó el comunicado oficial. El Open Arms
recibió el Mayday desde el centro de coordinación de salvamento de Malta.
"Una balsa en peligro con unas 100 personas a bordo. Los barcos en el área
enviad posiciones y asistid si es necesario", indicaban
El aviso recibido por el Open Arms. Gabriela
Sánchez
A pesar de la escasez de gasolina del Open Arms, el
jefe de misión llamó al centro de coordinación de Roma. "Hemos recibido la
alerta. Esta es nuestra posición. ¿Necesitáis que vayamos?", preguntó
Guillermo Cañardo al personal de salvamento marítimo de Roma.
"Nada. Lo que imaginábamos. Ya es tarde. Ya están ahí
los libios, los han recogido", indicó a este medio el jefe de misión del
Open Arms tras colgar el teléfono. Su gasolina está al límite para realizar
el camino de vuelta al puerto español en el que tendrán que desembarcar ante
las trabas de Malta e Italia, pero si hubiesen sido avisados se habrían
desplazado a la zona.
El único barco de rescate especializado y con médicos
a bordo no ha recibido más avisos de embarcaciones en riesgo, oficiales ni
informales. Horas después, las autoridades libias han informado de la muerte
de al menos 100 personas cerca de Tripoli después del hundimiento de la
barca en la que intentaban llegar a la Unión Europea, según han indicado los
supervivientes a los "guardacostas libios". Se han recuperado los cuerpos
sin vida de tres bebes fallecidos y solo han recogido con vida a 16
personas. Han sido devueltas a Al-Hmidiya, Libia, a pesar de escapar de las
vulneraciones de derechos humanos sufridas por la población migrante en
Libia.
Además, las autoridades han informado de que han
interceptado a 200 migrantes de otras dos pateras al este de Trípoli, de
acuerdo con Reuters.
Se desconoce si las personas fallecidas viajaban en
la balsa en peligro de la que el Open Arms recibió el aviso oficial una hora
y media más tarde o en las otras dos interceptadas por las autoridades
libias.
"Nos tienen que avisar. Esto es ilegal. Priorizan la
cárcel, los supuestos intereses de Europa sobre la vida de las personas",
sentencia Cañardo, el jefe de misión.
Sin contar con estas últimas muertes en el mar, casi
1.000 personas han fallecido en su intento de alcanzar las costas europeas
en lo que va de año, según el recuento de la Organización Internacional para
las Migraciones (OIM). Las organizaciones especializadas y organismos como
Acnur han reclamado en reiteradas ocasiones la puesta en marcha de vías
legales y seguras de acceso a territorio europeo para que estas personas no
tengan que jugarse la vida en el mar.
"Se apoya a los libios para que hagan de
carceleros"
Mientras tanto, en Bruselas, los líderes han
mencionado la "trágica pérdida de vidas" solo para recalcar la necesidad
"eliminar los incentivos que empujan a las personas a embarcarse en
travesías peligrosas". ¿El contexto? Pedir "un nuevo planteamiento", que se
estudien "con prontitud" la construcción de plataformas de desembarque en
países terceros. Ni una palabra sobre una posible misión de rescate europea
con mandato humanitario y no solo de vigilancia de fronteras, como llevan
años pidiendo las ONG especializadas.
Desde los despachos europeos, donde parecen no
escuchar los abusos documentados de los que huyen los migrantes tras pasar
por Libia, insisten en un mensaje de ataque contra las escasas ONG que se
esfuerzan por continuar en el Mediterráneo. Contra los barcos de rescate
especializados que siguen en busca de vidas en riesgo a pesar de los
obstáculos, cada vez mayores.
Las presiones de Italia han surtido efecto. No ha
habido palabras de apoyo del Consejo Europeo, solo un cuestionamiento, una
vez más, de su labor humanitaria. "Todos los buques que operan en el
Mediterráneo deben respetar la legislación aplicable y no pueden
obstaculizar las operaciones de la guardia costera de Libia", han indicado
en sus conclusiones.
Además, se han comprometido a intensificar el apoyo
técnico y financiero que prestan a los agentes libios. Los mismos que este
viernes no han avisado de barcas en peligro en el mar. Los mismos que tantas
veces han disparado al aire en operaciones de salvamento de barcos de ONG, o
aquellos de los que se han documentado malas prácticas y agresiones en los
rescates.
Los países europeos respaldan así la actitud de
Italia, que ha cedido el control de los rescates a Libia, a pesar de los
numerosas violaciones de derechos humanos que acumulan los agentes que
patrullan las aguas fronterizas y de que el país vecino, tal y como ha
concluido la propia justicia italiana, no es un puerto seguro. Así lo
demuestran los constantes abusos sobre la población migrante que son
denunciados por quienes sí logran llegar a suelo europeo.
"Se pone de manifiesto lo que estábamos denunciando.
Se está empoderando a un grupo armado de un país sin Estado, Libia, para que
hagan de carceleros de Europa. Para que deporten a las personas que huyen de
libia donde van a ser detenidos mujeres, hombres y niños en lugares que no
garantizan los derechos fundamentales", denuncia el presidente de Proactiva
Open Arms desde el barco de rescate, el único medicalizado en la zona SAR,
que ha sido ignorado por las autoridades libias e italianas en las labores
de rescate.
"Han decidido no tener en cuenta a las organizaciones
por su capacidad de denuncia porque las devoluciones a Libia están
incumpliendo la legislación internacional", sostiene Camps. "El hecho de
tener un barco medicalizado en zona SAR y no dejarles socorrer es omisión de
socorro forzado", concluye Camps desde el puente del Open Arms, donde su
tripulación continúa, pesa a todo, con los prismáticos fijados en las mismas
aguas internacionales de las que la UE intenta alejarles.
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