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Amnistía insta
a Dinamarca a respetar los derechos humanos
Por
editor / 22/01/2016
Amnistía Internacional ha publicado una nota en la que insta al Parlamento
de Dinamarca a “rechazar cambios crueles y regresivos a la ley sobre
personas refugiadas” que promueve el Gobierno, porque “tendrían un impacto
devastador sobre unas personas vulnerables que, además de ver sus bienes
confiscados, tendrían que esperar años para volver a reunirse con sus
familiares atrapados en zonas de guerra y campos de refugiados”.

Refugiados sirios en Dinamarca
Una de las
reformas propuestas por el Gobierno a la Ley de Extranjería obligaría a
esperar tres años a los “refugiados de guerra” para poder solicitar la
reunificación familiar. El trámite en sí podría prolongarse después varios
años.
“Es
sencillamente cruel obligar a unas personas que huyen de un conflicto a
hacer una elección imposible: llevarse consigo a sus hijos e hijas y otros
seres queridos a viajes peligrosos, incluso mortales, o dejarlos atrás y
afrontar una separación prolongada mientras su familia sigue padeciendo los
horrores de la guerra”, afirma Gauri van Gulik, directora adjunta del
Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
“La separación puede tener un impacto devastador en
las familias, incluso para su rehabilitación de las experiencias traumáticas
y su capacidad para integrarse y adaptarse a la vida en un nuevo país”,
agrega.
Aunque la propuesta del gobierno danés de confiscar
ciertos bienes de las personas refugiadas ha desatado la indignación de la
opinión pública, el Parlamento de ese país está tramitando con rapidez otras
medidas igualmente trascendentales y regresivas: más restricciones en los
requisitos para obtener la residencia permanente, reducciones en la duración
de los permisos de residencia permanente y la introducción de tarifas para
las solicitudes de reunificación familiar (actualmente 7000 coronas danesas,
aproximadamente 900 euros, por solicitud), así como los gastos de viaje
hasta Dinamarca de los familiares.
El gobierno ha seguido adelante con estos planes pese
a reconocer que podría violar el artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos
Humanos, que garantiza el derecho a la vida familiar. La agencia para los
refugiados de la ONU (ACNUR) ha advertido también que estas propuestas
podrían violar otros artículos del Convenio Europeo y la Convención sobre
los Derechos del Niño. Las medidas —incluidas las reformas aprobadas en
noviembre de 2015 que permiten que la policía detenga a solicitantes de
asilo y migrantes sin supervisión judicial— son parte del objetivo declarado
del gobierno de hacer que Dinamarca sea menos atractiva a la hora de
solicitar asilo.
Amnistía Internacional pide a los Estados que
presionen a Dinamarca para que cambie su preocupante postura sobre las
personas refugiadas cuando sometan a este país al examen público universal
de la ONU el jueves 28 de enero de 2016.
“La comunidad
internacional debe hacer una llamada al orden a Dinamarca, que está
iniciando una carrera hacia el abismo. Pese a que este país fue uno de los
primeros adalides de la Convención sobre los Refugiados, su gobierno está
ahora creando abiertamente obstáculos para el bienestar y la seguridad de
las familias refugiadas”, concluyó Gauri van Gulik.
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