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https://www.publico.es/internacional/israel-israel-pruebas-adn-certificar-migrantes-son-realmente-judios-casarse.html
Israel hace pruebas de ADN para certificar si los
migrantes son realmente judíos para poder casarse
Solo los migrantes judíos conforme a la ley religiosa
judía pueden casarse en Israel, un país que no reconoce los matrimonios
civiles salvo que tengan lugar en el extranjero. Muchos migrantes de la
antigua Unión Soviética descubren en el último momento que no pueden casarse
porque el rabinato no los considera judíos.

Judíos visitan el complejo de la mezquita de
Al-Aqsa en la Ciudad Vieja de Jerusalén. / AFP - AHMAD GHARABLI
Jerusalén /21.03.2019
EUGENIO GASCÓN
Israel está practicando pruebas genéticas para
verificar si migrantes de la antigua Unión Soviética son realmente judíos de
acuerdo con la halajá (la ley religiosa judía), y en función de los resultados
de los análisis de ADN se les autoriza o no a contraer matrimonio con
sus parejas judías, según ha confirmado el gran rabino de los judíos
asquenazis.
La noticia saltó a los
medios de comunicación hace unos días pero entonces el ministro del
Interior, Aryeh Deri, del partido ultraortodoxo Shas, lo negó
taxativamente en una declaración que transmitieron las cadenas de
televisión hebreas y fue recogida por la prensa.
Sin embargo,
posteriormente el gran rabino de los judíos asquenazis, David Lau,
corrigió al ministro del Interior y confirmó que el rabinato está haciendo
pruebas de ADN a parejas que quieren casarse con el fin de certificar si
son realmente judías. Según Lau, se trata de “casos aislados” que se están
haciendo sin ningún tipo de “coerción”.
La revelación, sin
embargo, no ha tenido ninguna repercusión en Israel,
inmersa ahora en la campaña electoral para los comicios del 9 de abril. En
las últimas legislaturas, el voto de los diputados religiosos ha sido
decisivo, de manera que ningún partido, especialmente los más grandes,
quieren entrar en este tema.
El diario Yediot Ahronot
dice que el “complicado procedimiento” de análisis genético se está haciendo
no solo a ciertas parejas que quieren casarse sino también a los familiares
de las parejas, una circunstancia que puede ayudar a determinar el origen
genético de las personas analizadas, y también su religión de acuerdo con la
halajá.
“En una ocasión, a una
mujer joven que fue al rabinato antes de casarse, le pidieron que se hiciera
una prueba de ADN juntamente con su madre y su tía, para eliminar la
posibilidad de que su madre fuera adoptada”, dice el rotativo de Tel
Aviv. “A la mujer joven se le dijo que si rechazaba esa petición, su
solicitud de matrimonio sería rechazada”.
El rabinato tiene listas negras y secretas de
israelíes que no son judíos según la halajá
En Israel el rabinato
tiene competencias exclusivas para celebrar matrimonios entre judíos. De
hecho, Israel solo autoriza matrimonios religiosos entre judíos, cristianos
y musulmanes por separado. Los matrimonios mixtos, o los matrimonios entre
judíos que no son judíos de acuerdo con la halajá, se han de celebrar
necesariamente fuera del país para ser reconocidos en Israel, aunque
nunca serán reconocidos por el rabinato.
El rabinato trata siempre
de determinar si un judío es realmente judío, aunque hasta ahora no constaba
que hiciera pruebas de ADN para verificar el judaísmo de las personas que se
quieren casar. No es extraño encontrar casos en los que uno de los novios
descubre en el último momento en el rabinato que no es judío según la halajá
y en consecuencia no se puede casar.
El rabinato tiene listas
negras y secretas de israelíes que no son judíos según la halajá. Los
rabinos ortodoxos que son los únicos que pueden casar a los judíos dentro de
Israel, miran las listas negras antes de celebrar cualquier matrimonio para
comprobar si figura el nombre de alguno de los novios.
Según la halajá, es judía
cualquier persona que tiene una madre judía o que se ha convertido al
judaísmo por medio de un rabino ortodoxo. Sin embargo, la ley israelí dice
que cualquier persona hija o nieta de un judío puede emigrar automáticamente
a Israel y acceder a la nacionalidad de este país.
Alrededor de un millón
de judíos de las repúblicas de la antigua Unión Soviética emigraron a Israel
desde los años novena
Entre lo que dice la
halajá y lo que dice la ley israelíse produce una disfunción dado
que, por ejemplo, una persona que es nieta de un abuelo judío puede emigrar
automáticamente a Israel según la Ley del Retorno, pero el rabinato no la
considerará judía de acuerdo con la halajá. Las personas de esta categoría
tendrán que seguir un proceso de conversión al judaísmo con un rabino
ortodoxo para que el rabinato las certifique como judías.
Alrededor de un millón
de judíos de las repúblicas de la antigua Unión Soviética emigraron a Israel
desde los años novena. Se estima que cientos de miles de estos judíos no son
realmente judíos de acuerdo con la halajá, de manera que si no se convierten
al judaísmo, se encuentran en una especie de limbo jurídico y religioso, y
cuando llega el momento pueden descubrir que no se pueden casar. Si no se
convierten al judaísmo, también el nombre de sus futuros hijos figurará
en las listas negras del rabinato y dentro de veinte o treinta años
tendrán el mismo problema.
“Hay algunos casos en
los que hay personas que dicen que son judías pero no disponen de los
documentos necesarios para confirmarlo, o nosotros encontramos
contradicciones entre sus declaraciones y lo que nosotros hemos descubierto
de esas personas”, ha aclarado el gran rabino Lau. El gran rabino añade que
entonces “se sugiere” a esas personas que pasen una prueba de ADN, “aunque
no se obliga a nadie a pasarla”.
“Desgraciadamente, continúa Lau, “hay inmigrantes que
a pesar de que pueden emigrar a Israel acogiéndose a la Ley del Retorno, no
son judíos de acuerdo con la halajá”. Por su parte, el diario Yediot
Ahronot añade que el fenómeno de las pruebas genéticas por parte del
rabinato “está creciendo”.
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