165 Estados de los 193 que integran Naciones Unidas
apoyan en Marraquech el primer acuerdo sobre movilidad internacional de
personas
La canciller alemana Angela Merkel durante su intervención. En vídeo, la
intervención del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. AFP Firma:
FADEL SENNA
El llamado Pacto
Global por una Migración Segura, Ordenada y Regular fue adoptado
formalmente esta mañana en Marrakech mediante consenso por la conferencia
intergubernamental de la ONU. Al encuentro han asistido representantes de
165 países de los 193 que integran la ONU. El texto contiene 23
objetivos no vinculantes para los Estados que lo suscriben. Y a pesar
de que no compromete jurídicamente a ningún Gobierno,Estados
Unidos se opuso a él desde un principio y ha ejercido hasta el último
momento notables presiones para que ciertos países no asistan, según
indicaron a este diario fuentes diplomáticas, de la sociedad civil y de la
organización.
El proceso para adoptar el pacto
comenzó hace 18 meses, aunque las negociaciones formales se iniciaron en
enero de este año y concluyeron en julio, tras seis rondas. Su aprobación
definitiva está solo a expensas de la votación que se celebrará el 19 de
diciembre en la sede de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York. En
cualquier caso, fuentes de la organización aseguran que el hecho de que
hayan venido solo 165, en lugar de los 180 que se esperaban, es
irrelevante. “Que algunos no hayan venido, porque hayan perdido un avión o
por cualquier otra razón no significa que no lo adopten”, indicó la misma
fuente diplomática. “Italia y Suiza, por ejemplo, han dicho que no venían
a Marrakech porque querían someter el acuerdo a un debate parlamentario.
Pero eso no significa que finalmente no lo vayan a apoyar”, subrayó.
Hasta el momento, solo una decena de
países han expresado abiertamente su oposición al pacto. Además de
Estados Unidos destacan Austria, Polonia, República Checa, Eslovaquia,
Bulgaria, Australia y Chile, país que se descolgó justo un día antes de
que comenzara el encuentro de Marrakech. En Bélgica la
derecha nacionalista flamenca se negó a respaldar el acuerdo y ha roto
la coalición de Gobierno de la que formaba parte. Así que finamente, la
delegación belga asistió a Marruecos, pero con
su Gobierno roto.
El primer ministro belga, Charles
Michel, fue interrumpido dos veces por los aplausos durante su discurso.
Recordó que él sometió el Pacto a la decisión de su Parlamento y fue
respaldado por dos tercios de los diputados. “Eso demuestra los valores de
mi país de apoyar el respeto, el coraje y la responsabilidad. (…)
Necesitamos coraje y responsabilidad. Este es un momento importante y me
presento ante ustedes habiendo tomado la decisión de optar por la
cooperación internacional”.
El nivel de representación de cada
país ha sido menor de lo esperado. Los jefes de Gobierno presentes en la
cumbre han sido minoría, 21 en total, según informó la presidenta de la
Asamblea General de las Naciones Unidas, María Fernanda Espinosa. Pedro
Sánchez, la canciller alemana Angela Merkel, el primer ministro portugués,
António Costa, el belga, Charles Michel,
y el griego Alexis Tsipras destacaron por parte de la Unión Europea. Otros
líderes que tenían pensado asistir, como el presidente brasileño Michel
Temer, delegaron en sus ministros y diplomáticos la representación en
Marrakech. Otros Gobiernos han reducido el nivel de representación y el
número de enviados a la cumbre.
En algunos países como Suiza y
Canadá, la ratificación del pacto motivó acalorados debates. En España,
sin embargo, la
adopción del acuerdo y la presencia del presidente del Gobierno, Pedro
Sánchez, no ha sido contestada por la oposición. “Los partidos,
incluso los que usan el fenómeno migratorio para sacar rédito electoral,
son conscientes de la solidaridad española. Los líderes de la oposición
han sido conscientes de la importancia de estar aquí y el Gobierno de
España agradece que no haya sido motivo de confrontación”, declaró la
Secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí.
Los organizadores tenían prevista la
asistencia del rey de Marruecos, Mohamed VI y habían montado una carpa
para acogerle. Finalmente, durante la noche del domingo los funcionarios
de la ONU fueron informados de que el monarca no asistiría a la apertura
de la conferencia. El Palacio Real no informó sobre la causa de su
ausencia. El país anfitrión ofreció un almuerzo a las delegaciones al que
tampoco asistió el monarca.
No obstante, Mohamed VI emitió un
comunicado en el que afirmaba: “Por ahora, el pacto mundial es una promesa
que la historia juzgará. No es aún el momento de celebrar su éxito (…) "La
conferencia de Marrakech es, ante todo, una llamada de atención. A esta
llamada, África responde desde ahora mismo: ¡Presente! El desafío de esta
conferencia es mostrar que la comunidad internacional ha hecho la elección
de una solidaridad responsable”. El monarca señaló también: “La página de
la historia que hoy se escribe en Marrakech honra a la comunidad
internacional y la conduce un paso más hacia un nuevo orden migratorio,
más justo y más humano”.
El secretario general de la ONU,
Antonio Guterres, apeló a los presentes durante la inauguración de la
cumbre, a no “sucumbir al miedo”. Louise Arbour, Enviada Espacial de la
ONU para la Migración Internacional, añadió: “Es sorprendente que haya
habido tanta desinformación sobre lo que es y dice el Pacto [...] No crea
ningún derecho de migrar, no impone ninguna obligación a los Estados”.
La canciller Angela Merkel, que en
2015 impulsó en Alemania la acogida de 890.000 refugiados y al año
siguiente la de 280.000, recibió un clamoroso aplauso tras su intervención
ante los representantes de las delegaciones. "Tenemos que recordarnos a
nosotros mismos que la ONU fue fundada como resultado de la Segunda Guerra
Mundial. Fue una respuesta al nacionalismo, una búsqueda de respuestas
comunes. De eso trata este Pacto, de la cooperación internacional. Esta es
la única manera de hacer de este planeta un lugar mejor”
Varios representantes de
delegaciones consultados insistían en que lo más importante de la
conferencia de Marrakech no es que Estados Unidos y una decena de países
se opongan al pacto, sino que acuerdo ha sido adoptado por la abrumadora
mayoría de los Gobiernos que integran las Naciones Unidas.