Un juzgado declara ilegal la actuación de la Fiscalía
que dejó en la calle a un menor migrante
La
justicia ha tumbado otra actuación irregular de un fiscal que dejó en la
calle, sin ninguna protección, a un menor de edad en desamparo. Ese menor
es Toumani, un maliense de 16 años que llegó solo a España y debería haber
sido acogido por los servicios de menores. Pero no fue así.
En octubre decía a eldiario.es que no entendía por qué la Fiscalía
catalana no creía la edad que ponía en su pasaporte y le había decretado
mayor de 18 años. "Dice que el pasaporte no es bueno", lamentaba el chico.
Ahora, un Juzgado de Primera Instancia de Barcelona ha declarado contraria
a la ley la actuación de la Fiscalía. Toumani ha pasado más de siete meses
fuera del sistema de protección.
Lo que
le ocurrió a Toumani (nombre ficticio), aunque ilegal, no es raro. Los
menores migrantes que llegan solos a España deben ser protegidos por las
autoridades al igual que cualquier menor en situación de desamparo. Si no
tienen documentación que acredite su minoría de edad –algo frecuente–, y
por su aspecto no resulta evidente, la Ley de Extranjería establece que el
Ministerio Fiscal ordenará la realización de pruebas médicas de
determinación de la edad, que consisten en exploraciones y radiografías.
Pero las actuaciones de los fiscales van más allá
de lo que marca la ley en muchas ocasiones, como ha vuelto a manifestar
esta sentencia. Desde hace años, varias organizaciones sociales denuncian
que la Fiscalía ordena practicar las pruebas de edad –por sí mismas
criticadas por su carácter invasivo y su amplio margen de error– a menores
con documentación, como Toumani.
Ante las continuas denuncias de las ONG, el
Tribunal Supremo sentó jurisprudencia en 2014 con dos sentencias:
un menor con un pasaporte válido no puede ser ser sometido a las pruebas
de edad. "El Supremo en realidad no descubrió nada nuevo, solo reiteró
lo que decía la ley pero parece que cuando hay un extranjero de por medio
existen muchas más interpretaciones", critica el abogado experto en
Extranjería Francisco Solans.
Esas dos
sentencias no fueron las únicas: "Ya van diez", indica Lourdes Reyzábal,
presidenta de Fundación Raíces. Pese a ello, aunque con menos frecuencia,
los fiscales han seguido ordenando pruebas de edad a chavales con
pasaporte o partida de nacimiento.
Lo ha denunciado también la ONU en febrero.
Además de a Toumani,
también le ocurrió a Adika, de 17 años y procedente de Ghana, que
contaba su historia desde un cuarto plagado de humedades en el que se
cobijaba. Y recientemente
le sucedió a M.K., maliense de 16 años, se ha quedado en la calle
después de no querer someterse a estas pruebas, ordenadas por la Fiscalía
madrileña. "Tenía pasaporte y, por tanto, estaba documentado y no se las
tenían que hacer", sostiene Reyzábal, que ha llevado también su caso a los
tribunales.
"No tendrían que haber ordenado las pruebas"
"La sentencia a favor de Toumani vuelve a reiterar
lo dictado por el Supremo", indica su abogado Albert Parés, de la
asociación Noves Vies. El texto, al que ha tenido acceso eldiario.es,
reza: "La Fiscalía de Menores de Barcelona no tendría que haber ordenado
la realización de pruebas adicionales para la determinación de la edad del
actor dado que no se trata de una persona indocumentada, sino que él mismo
aportó documentación oficial que acreditaba su identidad y su minoría de
edad".
Cuando expulsaron a Toumani a la calle, un portavoz
de la Fiscalía Provincial de Barcelona indicó a este medio su razonamiento
para no aceptar el pasaporte del chico, expedido en la Embajada de Mali en
Madrid: "Es evidente que no hay que creer lo que pone en el pasaporte, a
menos que nos obligue un tratado internacional, que no es el caso, sólo
obliga con Marruecos, y es dudoso si con Túnez, Argelia y Mauritania". La
justicia ha quitado la razón a la Fiscalía, una vez más. Ahora Toumani ya
está en un centro de protección de menores.
Solans considera también que las razones alegadas
no se sostienen con la ley en la mano. "Un pasaporte es un documento
público y solo es rebatible si se demuestra su falsedad. No puede ser que
lo que un fiscal crea quede por encima de un documento público".
La Fiscalía del Estado, en el punto de mira
Como recuerdan Albert Parés y Lourdes Reyzábal, los
casos que ambos han llevado a los tribunales siempre han acabado en éxito
para los menores. En el camino, los adolescentes no han tenido un techo,
comida, educación, protección ni cuidados a los que tenían derecho. "M.K.
hay que recordar que lleva en esta situación dos años. Una vez que lo
encontró la policía cuando dormía en la calle, lo llevó a un centro de
menores porque no dudó ni un momento de que era un niño por su aspecto
físico", afirma Reyzábal.
La sentencia de Toumani vuelve a insistir, además,
en que la Fiscalía no puede decir que un pasaporte no es válido sin
"impugnarlo". "La Fiscalía dice que
no se cree los registros civiles de estos países, pero solo ocurre en
los casos de estos niños que están solos y son vulnerables", denuncia la
presidenta de la Fundación Raíces. Si la policía quisiera echar a estos
chicos del país, tendrían en cuenta el lugar de procedencia de su
pasaporte. Si quisieran pedir asilo al superar los 18 años, también lo
harían siguiendo los detalles de ese pasaporte. El documento solo supone
un problema cuando demuestra la minoría de edad del niño, y como
consecuencia el Estado debe protegerlo.
El letrado Albert Parés apunta que, desde hace una
semana, ha visto una nueva actitud en la Fiscalía catalana. Tiene dos
casos en los que la Fiscalía le ha reunido para hablar del pasaporte de
unos menores. En el primer caso, ha aceptado el documento y el joven está
protegido. Solans reitera: "Es que ya no hay margen de duda. No es que lo
diga muy claro la ley, es que hay infinidad de sentencias que dicen que un
menor con pasaporte no está indocumentado".
Que
todavía persistan tantos casos en los que los fiscales actúan en contra de
la jurisprudencia del Supremo inquieta al abogado especialista. "La
Fiscalía tiene una estructura muy rígida: los fiscales se deben a su jefe.
Si el fiscal general del Estado no dice nada ante esta situación, cuando
es un problema que no es de ayer, demuestra una dejación de
responsabilidad muy evidente", zanja Francisco Solans.