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MENORES INMIGRANTES: CARTA A LA CONSEJERA PARA LA IGUALDAD Y BIENESTAR SOCIAL DE ANDALUCIA

23 de Julio 2005.

 ASUNTO: Menores inmigrantes.

  

            Señora Consejera:

             El incremento de menores inmigrantes no acompañados que llegan a nuestras costas  supone un importante problema porque los equipamientos destinados a su atención ya están sobrepasados e incluso se ha adoptado la fórmula de alojarlos en la red andaluza de centros de acogida que también están llegando a su límite, ocasionando un sinnúmero de episodios conflictivos que de momento no están saliendo a la luz, pero que sabemos están ahí, con la situación agravante de que no van a dejar de seguir viniendo, lo que justifica la alerta institucional de su departamento y la atención de los medios de comunicación.

             Pero también está justificado el enfado e incluso indignación de algunas organizaciones sociales y también del Defensor del Pueblo Andaluz por sus declaraciones respecto a que los menores inmigrantes no acompañados deben ser repatriados por el Gobierno español sea como sea, es decir, por las buenas: si encontramos a sus familias, y por las malas, entregándolos a las autoridades marroquíes para que los internen en sus centros, aunque esta segunda variable tenga la dudosa legalidad de no estar contemplada en la Convención de Derechos del Niño (como le recuerda e insiste José Chamizo) y aunque usted sepa perfectamente que Marruecos no garantiza el trato adecuado de estos menores en su “sistema de protección”, hasta el punto de que el Gobierno se ha visto obligado a pactar con nuestro vecino la creación de algunos centros específicos porque ahora no existen esas garantías de que le hablo.

             Lo que nos enfada a quienes nos movemos en el ámbito de los derechos del niño es que en vez de dirigir todos los esfuerzos a buscar soluciones urgentes e inmediatas ahora y en nuestro territorio, toda su energía (al menos la que manifiesta ante los medios de comunicación) se dirija a exigir al Gobierno unas repatriaciones que suponen conculcación de derechos y vulneración de la propia legalidad, contradiciendo una política social que usted y su equipo pretenden desarrollar desde el Gobierno andaluz, quedando en evidencia.

             Señora Consejera, sabemos que las mafias son un factor operativo de indudable importancia para la continuada llegada de estos menores, pero también sabemos que el factor fundamental es la abismal distancia entre nuestras cotas de bienestar y consumo y el estado de necesidad en la que viven muchas familias, y de abandono educativo y social que padecen muchos niños y niñas a pocos quilómetros de nuestra frontera, por lo que, sabemos también, que el fenómeno de la huida hacia delante de tantos y tantos seres humanos no va a dejar de seguir produciéndose, como, por ejemplo, no deja de seguir produciéndose en una situación similar entre Méjico y los EE.UU. por muchos medios de control que se pongan en marcha, pues los huidos están dispuestos a perder la vida porque ya la tienen perdida y (valga la redundancia) ya no tienen nada que perder.

             Ante un fenómeno de este tipo, que sabemos inacabable mientras no desaparezca la enorme brecha que separa los dos mundos, no cabe otra política que la de la cooperación internacional, la ayuda al desarrollo, la modificación de las duras condiciones impuestas al tercer mundo por la Organización Mundial de Comercio, etc, etc... Y mientras los menores nos sigan llegando, pues la acción  solidaria y generosa de nuestras instituciones, actuando con exquisita legalidad y sensibilidad, ya que si nos dejamos llevar por los nervios y en vez de luchar por conseguir los mejores recursos para afrontar este problema, clamamos al cielo para que se los lleve la policía haciendo como que Marruecos posee las condiciones adecuadas para atenderlos (aunque sepamos que no las posee), perderemos toda credibilidad y echaremos por tierra los principios de humanidad y de solidaridad que promueven nuestro estado de derecho.

             Nos alarma, señora Consejera, que por parte de usted, y del Ministro Caldera se esté centrando fundamentalmente la cuestión en que hay que retornarlos a Marruecos y no en dotarnos de los medios necesarios, en un desmedida presión para conseguir que el Ministerio Fiscal les apoye y todo se produzca con los visos de una legalidad que se tornaría hipócrita e inmoral de llevarse a cabo tal como ustedes pretenden.

             Y nos alarma también esa decisión que, al parecer ha llegado a acuerdo con Marruecos, de la creación de centros específicos en el norte de ese país para un retorno menos traumático de los menores inmigrantes no acompañados, cuando eso no creemos, por un lado, que vaya a garantizar la política de protección que para nuestros menores inmigrantes las leyes nos demandan, y, por otra parte, va a suponer una gran discriminación hacia los niños y niñas materialmente desasistidos en las bolsas de pobreza de aquel país, que no han emigrado y, por lo tanto, no tendrán nunca acceso a “las excelencias” que propugnan ustedes de los futuros centros a crear. Y los que consigan ser allí matriculados tendrán antes que jugarse la vida tras la dura prueba de la travesía marítima.

             Evidentemente, como así le indican desde algunas organizaciones y el propio José Chamizo, los recursos formativos hay que extenderlos a todos y procurar responder allí, sobre el terreno, a las demandas de formación y desarrollo de los numerosos niños y niñas que lo necesitan. Esa es una acción política social y de desarrollo digna de su nombre, lo demás, lo que usted está proponiendo, es una política de parcheo, injusta e insolidaria, y, por lo tanto, indigna de la Consejería que dirige.