Conxa Rodriguez
Londres, 30 de octubre 2020
La historia iba a ser bonita,
aunque no fuese del todo cierta. ¿Cómo decirle a
un niño que es adoptado sin herir a nadie? Su
otra mamá lo amaba, pero no podía cuidarlo tan
bien como ella hubiese deseado; los padres
conocidos, en cambio, no tenían hijos y querían
hacerse cargo de él, así que lo adoptaron… y
todos contentos. Y así más o menos creció Fionn
Davenport, nacido en abril de 1968 en
Dublín, sabiendo sin trauma que era
adoptado. A otros se les ocultaba hasta que lo
descubrían si lo llegaban a hacer; otros eran
colocados en familias de acogida que cobraban
por tenerlos y, a menudo, maltratarlos. Su común
denominador era haber nacido de una madre
soltera en la República de Irlanda desde la
década de 1920 a la de 1960. Muchas de
ellas emigraron a Inglaterra, cargadas de pena y
remordimientos de conciencia.
La Comisión investigadora ha
entregado hoy al Gobierno tripartito el informe
de los 60.000 casos de madres e hijos
ilegítimos. El Gobierno intenta cerrar el
capítulo de memoria histórica o el escándalo
conocido como Mother and Baby Home,
lugares administrados por órdenes religiosas y
por el Estado en los que se recluía a mujeres
embarazadas solteras y se las separaba de los
bebés. La Comisión ha investigado en los últimos
seis años lo ocurrido en 14 orfanatos y
conventos decorados con la misericordiosa
mirada de santos y vírgenes de escayola,
iluminados por velas y aliados con rosarios u
objetos piadosos.
El Gobierno intenta cerrar el
capítulo de memoria histórica o el escándalo
conocido como 'Mother and Baby Home'
"La Iglesia católica y el
Estado irlandés son igualmente culpables puesto
que las órdenes religiosas organizaban las casas
bajo las directrices del Estado, por esta razón
el Gobierno no puede ser un árbitro
independiente en el asunto porque es parte de
él", manifiesta Fionn quien se considera uno de
los afortunados porque "mis padres adoptivos me
proveyeron de una familia estable y amorosa y
una formación que me ha permitido desarrollarme
como persona equilibrada, pero tengo que
reconocer que sí, que el hecho de ser adoptado y
localizado por mi madre biológica a mis treinta
y tantos años ha tenido un efecto en mi vida,
claro que sí, recurrí a ayuda psicológica, pero
yo tenía dos ventajas: una, la seguridad de mi
familia, y la otra la carencia del trauma de
la separación al ser adoptado de bebé de
tres meses". A sus 52 años Fionn es un escritor
de viajes residente en Inglaterra desde 2015
donde atiende a Público.
La aparición de la madre natural
en su vida le abrió una nueva dimensión a su
existencia. "He conocido mis orígenes a través
de ella, a ella la engañaron, tenía 19 años, no
le permitieron amamantarme porque dos días
después del nacimiento cambió de opinión y quiso
quedarse conmigo, pero le dijeron que había
firmado la adopción; visto desde hoy era ilegal
porque la ley entonces ya establecía que las
madres tenían seis meses para decidir si se
quedaban con el bebé; casos como el nuestro
podrían poner en un aprieto al Estado hoy
en día; socialmente ella era una pecadora y los
hijos, hijos del pecado", explica Fionn
quien recuerda que "al cabo de año y medio de
ser adoptado, llegó mi hermano y cuando yo tenía
siete años fuimos todos a recoger a nuestra
hermana a una de esas residencias que ahora
prefiero olvidar pero de la que me acuerdo
perfectamente".
Sobre la relación que ha
establecido con su madre biológica dice que "es
calurosa, pero distante, en mi vida yo tenía un
padre y una madre, no hay espacio emocional para
dos, es importante saber quién eres y de
dónde vienes, debería ser un derecho
reconocido en la Constitución, pero resulta
complicado porque te genera un sentido de
pérdida y de vacío, qué hubiese ocurrido si esto
o lo otro, el vínculo con la madre natural está
ahí y no sabes qué hacer con él a veces". De
padre irlandés y madre italiana adoptivos y
formado en Dublín, el catolicismo ha sido, o
mejor fue, el marco moral de su formación. Sobre
la participación de la Iglesia católica en
la investigación dice que "han respondido a
algunas cosas, pero se podría calificar como
reluctante".

El antiguo centro de acogida
católicó de Tuam, en el Condado de Galway. /
Reuters
El escándalo Mother and Baby
Home saltó hacia 2012 cuando Catherine
Corless, historiadora local de Tuam,
condado de Galway, se pudo a estudiar la
historia del orfanato religioso y halló lo
inesperado: certificados de centenares de bebés
y menores muertos y enterrados en alcantarillas
y aguas residuales entre 1925 y 1961. "No
esperaba encontrar esta tragedia ni el trato
inhumano que se les dio a madres e hijos, estuve
dos años investigando hasta que lo hice público
en 2014, generó titulares en todo el mundo y
el Gobierno decidió crear la comisión; pasé de
la incredulidad a la tristeza y después a la
rabia porque los Ayuntamientos tildaban
mi investigación de falsa y cuando lo demostraba
no se daban por enterados; ni la Iglesia ni el
Estado quería saber nada de ello, y la razón era
porque todos conocían lo ocurrido en Tuam pero
preferían esconderlo".
La historiadora explica a Publico que
"desde que lo descubrí hago campaña por la
exhumación de los bebes y niños y el entierro
cristiano con dignidad, merecen justicia". En
esta justicia se incluye el acceso a la
información entregada hoy. La Ley de
Protección de Datos y las condiciones de
algunos participantes en la investigación ha
puesto una moratoria de 30 años al informe. El
Dáil (Parlamento irlandés) votó la semana pasada
la ley para precintarlo por 78 votos contra 67,
y el presidente de la República la sancionó La
protesta de víctimas, oposición política y
organizaciones ha forzado al Gobierno a abrir,
con condiciones y limitaciones, los expedientes
de las personas afectadas para conocer cosas
como la identidad de la madre natural, aunque
algunas no quieran que se sepa, o las
circunstancias de la adopción. Lo que se pueda
publicar del informe tendrá que esperar a los
primeros meses de 2021. El ministro para la
Infancia, Roderic O'Gorman, sobre el que
recaen las competencias ha dicho que el Gobierno
"reconoce y lamenta el genuino dolor que han
sentido muchas personas".