Souhaila y Ahmed Zafzafi, padres de Nasser Zafzafi,
el líder de las protestas del Rif, condenado a 20 años de cárcel.-
LUCÍA MUÑOZ
Lucía Muñoz
5 de febrero 2020
En cuatro años, la vida puede cambiar mucho, y es lo
que le ocurrió Nasser
Zafzafi. Un día estaba en su casa de Alhucemas, antiguo
Protectorado de España en Marruecos, y al otro acabó encerrado en
una celda de aislamiento por ser reconocido como el líder del Movimiento
Popular del Rif, el Hirak.
La paciencia tiene un límite y, en alquel lado del
Estrecho, se acabó un viernes 28 de octubre de 2016, cuando
estallaron las primeras protestas sociales en Alhucemas tras la
muerte del vendedor ambulante Mouchine
Fikri, aplastado en un camión triturador de basura cuando
intentaba recuperar la mercancía que la Policía marroquí le había
requisado.
Nasser Zafzafi fue detenido el 29 de mayo de 2017
tras interrumpir en una mezquita a un imán que criticaba al Hirak.
"Este movimiento solo se ha creado para reivindicar los derechos de
las rifeñas y rifeños. Derechos sociales como hospitales y
educación", señala el padre de Nasser, Ahmed Zafzafi, de 75
años.
Sobre su hijo pesan ahora 20 años de cárcel, los
mismos que para más
de 50 compañeros de protestas, aunque hubo más de 700 detenidos
por las mismas razones. Después de dos años sin obtener un visado
para viajar a España, su madre, Souhaila, y su padre,
recorren ahora el país para intentar que esta historia de represión
no caiga en el olvido. "Esta es la única forma de que se haga
justicia", sostienen.
"Mi hijo fue
torturado desde Alhucemas hasta Casablanca"
Para visitar a su hijo preso tienen que ir desde
Alhucemas hasta la cárcel de Fez. La ruta más corta lleva cerca de cuatro
horas para apenas 250 kilómetros. Cuando van, nunca saben que se
pueden encontrar. Nasser ha pasado por diferentes huelgas de
hambre, incluso llegó a coserse los labios en señal de
protesta.
Ahora mismo, Ahmed denuncia que su hijo está en
una celda aislada del resto de presos y que ha sufrido torturas.
"Nasser fue torturado por la brigada nacional de Marruecos. Fue
torturado desde Alhucemas hasta Casablanca. Tuvieron que darle
puntos en la cabeza. 20 años de cárcel por pedir una
universidad. 20 años por pedir hospital. 20 años por pedir una
oportunidad de trabajo para los jóvenes. Es un encarcelamiento
injusto y un castigo por ir en contra de las barbaridades que se
están viviendo en el Rif", afirma el anciano.
Una región olvidada
Por eso, para este padre no solo su hijo está
aislado, sino también su tierra. "Alhucemas está olvidada en todos
los aspectos, policialmente, económicamente, para la prensa... En
todo, y nosotros vivimos esta situación desde hace mucho, desde
1959. Desde el siglo pasado hemos vivido una matanza terrible",
sostiene.
"No lo merece, él
no ha hecho nada, no ha dicho nada que no sea verdad"
El sufrimiento de una familia que ve a su hijo en la
cárcel por no haber hecho nada más que defender una causa justa no
tiene consuelo. "El dolor es muy grande cuando una madre cría a su
hijo para que luego lo torturen y lo maltraten", lamenta. "No lo
merece, él no ha hecho nada, no ha dicho nada que no sea verdad.
Estamos hartos de decirle al Gobierno que nuestros hijos no han
hecho nada y que no merecen ser detenidos. Y el régimen [marroquí]
lo sabe, pero le da igual. Los deja encarcelados con condenas
injustas por delitos que no han cometido", afirma Souhaila.
De los activistas encarcelados, 188 fueron
indultados por el rey Mohamed VI en agosto de 2018, con ocasión
de una fiesta nacional, pero entre el perdón real no incluyó a los
principales líderes de las protestas.
El Tribunal de Apelación de Casablanca sentenció a
Zafzafi, Mustafá Ahamyik, Wasim al Bustati y Samir Ighir a dos
décadas de prisión por atentar contra la seguridad interna del
Estado, según el artículo 201 del Código Penal, además de otros
delitos como rebelión y participación en protestas
ilegales.
Nasser Zefzafi, líder del movimiento activista y social Hirak dando
un discurso en el Rif marroquí. / Reuters
Sin embargo, las manifestaciones pacíficas están
autorizadas en la Constitución marroquí desde 2011, tal y como
aclaraba en uno de sus juicios el porpio Nasser Zafzafi: "El mensaje
del rey es el mismo que el del Hirak. Y este juicio va a
contracorriente del discurso del rey", dijo entonces el condenado.
"Quienes merecen
ser condenados son los responsables del régimen que han dejado un
país muy empobrecido"
"El Movimiento Popular del Rif solo muestra una
resistencia pacífica. Hubo marchas en las calles de Alhucemas, pero
fue una lucha pacífica", insiste el casi octogenario padre del
encarcelado líder rifeño.