
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2016/02/08/menores-sustraidos-sensacion-pertenecer-sitio/827216.html
Carolina Marín Pedreño
"Los menores sustraídos tienen la sensación de no pertenecer a ningún sitio"
La jurista defiende la necesidad de una acción rápida y paralela en ambos
países para recuperar a un niño sustraído por un progenitor
josé antonio sau
08.02.2016

Carolina
Marín Pedreño es una de las mayores especialistas mundiales en sustracción
internacional de menores. Autora de un libro de referencia sobre el tema,
«Sustracción Internacional de Menores y el proceso de restitución del
menor», editado recientemente por la Editorial Ley 57, ha sido nominada por
el Departamento de Estado de Estados Unidos para participar en su programa «Child
in the Justice System» (menores en el sistema de justicia), además de ser
recomendada por editoriales legales en este tipo de asuntos tan complejos.
Carolina Marín
Pedreño es abogada internacional de Familia y socia del despacho Dawson
Cornwell de Londres. La editorial Ley 57 ha publicado su libro Sustracción
internacional de menores y el proceso de restitución del menor, y además es
vicepresidenta de la Asociación de Sustracción de Menores en España (Asime)
y miembro de la International Academy of Family Lawyers. En esta entrevista,
analiza este doloroso problema.
En los últimos años hemos conocido casos de
padres y madres que han huido con los hijos comunes de un país. ¿Ocurre eso
con mucha frecuencia en España?
Lamentablemente sí. Son varios los factores
sociológicos a tener en cuenta como causantes del incremento de las
sustracciones internacionales de menores interparentales. Son muy pocas las
barreras que existen para irte a vivir a otro país, sobre todo dentro de la
UE. Esta facilidad ha incrementado el número de parejas mixtas, es decir,
formadas por personas de distinta nacionalidad. Las nuevas generaciones
están saliendo fuera a formarse para tener un valor añadido al volver a su
país, pero lo que ocurre es que esos nacionales no vuelven, sino que
asientan raíces allí, formando familias con nacionales de su país, o de otro
país.
¿Qué dicen las estadísticas?
Las estadísticas oficiales de la Conferencia de la
Haya sobre España son de 2008, pero recientemente, en enero de 2015, se ha
realizado un estudio bajo petición del Committee on Civil Liberties, Justice
and Home Affairs (Libe), sobre la sustracción internacional de menores. Este
informe indica que las peticiones de retorno de menores sustraídos de España
han aumentado progresivamente, pero eso no quiere decir solo que haya más
casos, sino que puede indicar también que hay un mayor conocimiento de los
instrumentos legales disponibles para solicitar el retorno. Los padres ahora
reclaman un derecho que antes pensaban que no tenían por no ser el
progenitor custodio. Es curioso señalar que, según este informe, en 2009 se
produce un cambio y desciende el número de sustracciones de menores a España
y aumenta el número de peticiones de regreso de menores a España.
Muchas veces los cónyuges que se quedan en España
tienen sentencias favorables a la restitución de sus hijos, pero en la
práctica parece casi imposible recuperarlos. ¿Por qué?
Entran en juego muchas circunstancias. Lo más
relevante es la actuación legal, rápida y paralela, es decir, a la misma vez
que se solicita el retorno ante el juez en España que esté conociendo sobre
el bienestar de ese menor tras la ruptura de los padres, hay que solicitar
el retorno del menor en el país donde ha sido sustraído por medio de la
Autoridad Central en España bajo el Convenio de La Haya de 1980. En la
práctica, ayuda mucho contactar con profesionales especializados en estos
casos en el país donde el menor ha sido sustraído. Como ya he dicho, el
factor tiempo en la mayoría de los casos es el determinante. El hecho de
tener una sentencia favorable en el país donde el menor tiene su residencia
no es suficiente para obtener su retorno. El tribunal tiene que decidir
sobre si hay sustracción o no, y si hay alguna defensa válida que le
imposibilite devolverlo. Es un proceso muy técnico y que debe resolverse en
seis semanas. Cada país aplica el convenio según su ordenamiento interno,
pero cada vez hay más uniformidad en la práctica y la comunicación judicial
en estos casos es una vía disponible por medio de la Red Internacional de
Jueces de Enlace de La Haya. No es que parezca imposible recuperarlos, sino
que si no reaccionas a tiempo el retorno puede que no se realice porque no
sea en el mejor interés del menor.
¿Y cómo puede prevenirse?
La prevención es algo que los profesionales deben
tener en cuenta. Cuando nos encontramos con estas familias con elementos
internacionales es aconsejable tener en cuenta quién debería de custodiar
los pasaportes de los menores, y sí se debe señalar, para evitar dudas y
malas interpretaciones, que los menores residen en España y sólo viajan a un
país, «x» o «y», por vacaciones. Hay casos en los que la mediación es la
mejor vía para estas familias. Es muy duro profesionalmente conseguir el
retorno de un menor para que, a las semanas o meses, el tribunal de su país
de residencia le dé permiso legal a su padre o a su madre para trasladarlo
al país donde lo sustrajo. La mediación evita ese vaivén de menores. La
mediación ayuda a que los padres analicen y lleguen a un acuerdo sobre dónde
debería vivir el menor y cómo se organizarían las visitas con el otro
progenitor que no vive en su mismo país, evitando un desgaste emocional muy
alto.
Ahora han desaparecido 10.000 niños sirios nada
más llegar a Europa. ¿Qué opinión tiene de ello?
Personalmente creo que el problema se origina al no
documentar a estos menores al entrar en Europa. Al documentarlos no se les
están dando derechos de residencia, tan solo posibilitando su localización.
Las autoridades de los países de entrada, como Grecia o Turquía, no han
documentado a estos menores y ahora es imposible localizarlos. El tráfico de
menores tristemente es un negocio en alza en mucho países de los que
denominamos del primer mundo. Acabo de llegar de Los Ángeles de participar
en un programa sobre la justicia del menor y me llamaron mucho la atención
las cifras que se manejan del tráfico de menores en países como El Salvador,
Nicaragua y Guatemala. Es común que se trate de menores indocumentados, lo
que parece esta pasando ahora en Europa.
¿Qué ha de hacer un padre o una madre cuando una
persona huye del país con los hijos?
Mi consejo es en primer lugar contactar con un
abogado especialista en el país donde el menor ha sido sustraído. Es común
ver que el primer paso que se da es una denuncia penal por la sustracción.
Esa denuncia puede convertirse en un obstáculo en el proceso legal que se
seguirá en el país donde el menor ha sido sustraído. El profesional de ese
país pondrá al solicitante en contacto con la autoridad central competente.
En España hay una asociación de profesionales de la sustracción de menores,
Asime, con una base de datos de profesionales de estos temas.
¿Qué perfil tiene una persona que sustrae a los
hijos comunes, si es que hay un arquetipo?
Perfiles hay de todo tipo, pero el más común es un
progenitor desorientado, con pocos recursos y sin apoyo familiar en el lugar
donde reside que decide volver a su lugar de origen. Aunque implique empezar
de nuevo y conlleve muchas dificultades, tiene el apoyo de la familia. Es
curioso que en los años ochenta, cuando se redactó el convenio, se pensaba
que sería aplicado más por madres que solicitaban el retorno de los menores,
y las estadísticas corroboran que son las madres las que sustraen. En los
casos que he tenido en los que el padre ha sustraído, lo hace por venganza y
suelen ser casos dramáticos y complicados legalmente.
¿Qué secuelas arrastran los menores que pasan por
una experiencia de este tipo?
Depende de la edad. Hay veces que tienen meses y ni
se enteran, pero cuando son muy mayores y el hecho se produce en mitad del
año escolar, puede tener consecuencias graves como la pérdida de un año
académico. Hay un estudio de adultos que sufrieron una sustracción,
elaborado por la Universidad Metropolitana de Londres, y lo más
sobresaliente es la sensación de no pertenecer a ningún sitio y la
dificultad para tener confianza en alguien.
"Aquí el éxito es que el menor sufra lo mínimo y se proteja su bienestar"
¿Este problema se da más en parejas de diferente
nacionalidad o cultura o eso no tiene nada que ver?
Sí tiene que ver. Muchos son los casos de parejas
mixtas, pero es curioso que cada vez estoy viendo más casos de padres de la
misma nacionalidad viviendo en un país distinto. Yo estoy ejerciendo en
Londres y está aumentando el número de familias españolas que están
sustrayendo niños y llevándolos a España, pensando que, como son españoles,
no están cometiendo ningún crimen. Son familias que se han trasladado a
Inglaterra por motivos económicos y uno de ellos no se ha adaptado tan bien
y quiere regresar llevándose los niños de vuelta a España. Da igual la
nacionalidad de los menores, si son residentes en Inglaterra necesitan el
consentimiento del otro progenitor aunque sea español, o autorización
judicial de un juez inglés, de lo contrario estarían cometiendo un delito
tipificado.
¿Qué grado de éxito existe en la restitución de
los menores que han sido sustraídos por uno de sus progenitores?
Debemos matizar la palabra éxito. Aquí el éxito es
que el menor sufra lo mínimo posible y se proteja al máximo el bienestar del
mismo. El éxito no es ganar el juicio y conseguir la orden de retorno. El
reto del abogado es exprimir al máximo la tecnicidad del convenio y trabajar
por su correcta aplicación. Pero hay que dejar a un lado que esto es una
batalla entre los dos progenitores. El objetivo del convenio no es proclamar
campeón al padre que tiene razón, sino proteger al menor pensando qué es lo
mejor para él teniendo en cuenta a qué alturas del procedimiento estamos y
qué efectos tendrá su retorno. A lo mejor conviene para el niño vivir donde
ha sido sustraído ya que en el país donde residía su cuidador principal no
contaba con los mismos medios para su cuidado. Hemos de analizar el caso
concreto junto con las circunstancias que rodean al mismo, pero se sabe que
depende mucho el éxito de cómo aplica el convenio el país donde el menor ha
sido sustraído. Por ejemplo, un menor que ha sido sustraído a Inglaterra y
Gales es muy probable que vuelva y de forma inmediata. Igualmente, un menor
sustraído a España está siendo devuelto y, cada vez, de forma más inmediata.
Mi experiencia con países como México, Argentina, Colombia o Polonia no es
tan buena.
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