Pido una mediación: esto no es una guerra entre
hombres y mujeres
El primer defensor del menor y psicólogo forense de
la Fiscalía del TSJ y de los Juzgados de Menores de Madrid asegura que ya ha
habido demasiadas banderas y pancartas
El denominado caso
Juana Rivas ha conmocionado este verano a la sociedad española. Y ello
porque no son pocas las personas que se sienten concernidas, hay muchas
separaciones de pareja, no todas de mutuo acuerdo, y por ende hay mucho
conflicto y ocasionalmente sustracción de menores.
Javier Urra
23/08/2017
Además, han chocado dos aspectos esenciales. El
primero, el que se define en el pacto
de Estado sobre violencia de género, y que concluye que si
un hombre maltrata a la mujer, está maltratando a los hijos. Y eso
es así. Recientemente, lo defendí en el Senado cuando fui llamado a
comparecer como experto.
Ahora bien, el juzgador debe valorar cada situación,
cada caso. Y aquí empiezan los problemas, la
madre ha sustraído a los niños de un país próximo, europeo y
también firmante del Tratado de la Haya. El
niño mayor llevaba mucho tiempo escolarizado en Italia. Hay temas
del debate jurídico que deben sustanciarse en los juzgados de Italia.
Por otro lado, doña Juana ha incumplido distintas
sentencias del juez y de la Audiencia Provincial. Además, el Tribunal
Constitucional, y en dos ocasiones, no
le ha dado la razón, al no entrar al fondo del debate.
Un Estado de derecho diferencia los tres poderes, el
legislativo, el ejecutivo y el judicial. Nos
debemos a la ley, al cumplimiento de la misma. Es el juez quien,
escuchando a las dos partes y asesorado por el equipo multidisciplinar, y en
los casos de los Juzgados de Familia, por el psicólogo y el trabajador
social, decidirá, en el mejor interés de los menores, en relación a la
custodia, lugar de residencia y otros aspectos esenciales. Por cierto: la
psicóloga en su informe indicó que el niño mayor, de 11 años, mostró un buen
vínculo con el padre y un correcto apego con la madre.
La psicóloga en su informe
indicó que el niño mayor, de 11 años, mostró un buen vínculo con el padre y
un correcto apego con la madre
Se entiende perfectamente que desde el ámbito humano el
presidente del Gobierno, Mariano
Rajoy, o la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana
Díaz, se pongan en lugar de Juana. Pero estos temas son complejos,
poliédricos, y mal
haríamos alentando las incomparecencias ante el juez o sustrayendo a los
niños, que en este momento no ven al padre ni a la familia paterna.
Los hijos no nos pertenecen, son el presente y
debemos facilitarles el futuro. Un caso como este, tan mediático, es
innegable que en algo repercute negativamente en los hijos.
Yo fui el primer defensor del menor, también he sido y durante 30 años psicólogo
de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y de los Juzgados de Menores de
Madrid. Pido sensatez, pido una
labor de mediación, un tender puentes entre los padres en este y en
todos los casos.
La discreción, la racionalidad, la
generosidad de los que siempre serán progenitores es esencial.
La Justicia puede tomar medidas, y hacer que se
cumplan, pero hay otra labor esencial de la protección de la infancia que
nace de la responsabilidad de los padres.
No se trata de nacionalidades, ni de tomar partido. Hemos
visto demasiadas manifestaciones y pancartas.
No, esta
no es una guerra entre hombres y mujeres. El conflicto que nace de
los adultos no debe cercenar el futuro de los hijos.