http://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2016/11/20/tomas-aller-jueces-decidian-sobre-menores-escucharlos/0003_201611G20P31991.htm
Imagen:MARCOS
MÍGUEZ
Tomás Aller: «Hasta ahora los jueces decidían sobre menores sin escucharlos»
Un foro sobre infancia y Justicia aborda la doble
victimización de los niños en el juzgado
Montse Carneiro
a coruña / la voz 20/11/2016
«En España solo el 5 % de las denuncias por abuso
sexual a niños sigue adelante. ¿Qué pasa con ese otro 95 % que se archiva
por falta de pruebas? No van a ser todas mentira...», pregunta Diana
Rodríguez. La presidenta de la asociación gallega Abuso y Maltrato Infantil
No (Amino) advierte que se trata de «un tema feo» porque así lo califican
cuando ofrece formación a instituciones o colectivos de padres. «Y ya se
sabe -añade-, aquí lo feo no existe». En Alemania, un
médico de la Universidad de Berlín desarrolló un programa pionero de
identificación temprana de agresores sexuales. Emitieron anuncios
en televisión. «Si te excitas sexualmente con un niño o una niña, tienes un
problema. Llámanos». Las líneas se colapsaron. Cinco años después, el
programa funciona en todos los estados federales costeado por fondos
públicos y con una importante lista de espera. «Son un ejemplo porque lo han
sacado a la palestra y lo están tratando. Pero que nadie piense que aquí no
pasa. La primera conclusión es que el
1 % de la población tiene tendencias pedófilas». Habla Tomás Aller,
coordinador de la campaña 1 de cada 5 (niños víctimas de violencia sexual) y
de la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil,
en su doble papel de anfitrión e invitado del foro de buenas prácticas sobre
Justicia e infancia celebrado en A Coruña.
-Hablan de la
revictimización del menor. ¿Cómo se produce?
-El sistema
jurídico es un juego de adultos pensado para adultos en el que se obliga a
participar al niño. ¿Quién enseña al abogado defensor de un agresor a
preguntarle al niño que es víctima? Nadie. Su objetivo es echar por tierra
el testimonio del menor. Si los operadores jurídicos pudieran reunirse con
los psicólogos y recibiesen formación especializada como ocurre con la
violencia de género, o un simple módulo de psicología evolutiva, podrían
entender, por ejemplo, por qué una víctima sigue queriendo a su agresor o
por qué en una situación de abuso sexual un menor puede sentir placer. Esto
en manos de un abogado o un juez puede resultar devastador. Preguntas como
«¿Por qué volvías a la casa si él te seguía haciendo eso?» rompen al niño.
-¿Cómo debería
abordarse?
-Por
ejemplo, que los dos abogados hagan un listado de preguntas, se lo pasen al
gabinete psicosocial que va a evaluar al niño y con una cámara Hessel, con
espejo de doble cara, con mucho tacto, a modo de juego, se le hagan las
preguntas sin que él sepa que está toda esa gente allí. La solución ya está
en marcha.
-¿Es la única
protección?
-Antes de
terminar la anterior legislatura se produjeron cambios muy importantes. La
principal modificación que introdujimos, en línea con las directrices
mundiales, es el interés superior del menor. Que ante cualquier decisión
haya que preguntarse si eso es lo mejor para ese niño. ¿Para quién trabajan
los abogados en un caso de divorcio? No para el niño. Bien, pues ahora el
primero de la lista es el niño.
-Parece una
abstracción deontológica. ¿Qué debe primar?
-La ley del
2015 incorpora por vez primera elementos descriptivos de lo que es el
interés superior del menor y se empieza a acotar. La heterogeneidad de la
interpretación de la norma está ahí, pero, por ejemplo, a un menor
maltratado dentro de la familia le sobra el maltrato, lo que no tenemos muy
claro es que le sobre la familia. Otra novedad importante: el derecho del
menor a ser escuchado. Hasta ahora se tomaban decisiones sobre menores sin
escucharlos. Y en casos de violencia sexual, por ejemplo, su testimonio
suele ser la única prueba. Ahora el menor es protagonista de la causa. El
juez interpreta y hay que avanzar hacia la unidad de criterio, pero ya se
toma como criterio de procedimiento escuchar al menor.
-El niño como
sujeto de derechos.
-Exacto. Si un niño pega a otro niño son cosas de niños. Si un niño pega a
un adulto es violencia ascendente. Si un adulto pega a un niño es una medida
correctora. Y si un adulto pega a otro adulto es un delito. ¿En qué
quedamos? La violencia es la violencia. No puedes partir de que un niño no
sabe lo que le conviene. Escúchalo primero. Y que no pueda decir que ha sido
víctima del propio proceso judicial. Pero no hemos hablado de la dimensión
económica que hay detrás de todo esto, porque si no proteges adecuadamente a
un niño, si no eres capaz de recuperar psicosocialmente a un menor agresor,
si tus centros de protección de menores, que debieran tener carácter
terapéutico, no funcionan, en todos estos casos estás perdiendo dinero. Y
esto es fundamental, la falta de evaluación de políticas públicas en España.
Tomás Aller señala el rumbo: juzgados y equipos específicos para menores,
sean víctimas o agresores; formación desde la universidad para los
profesionales judiciales, sanitarios y psicosociales, protocolos de
coordinación y un buen sistema de recepción y atención de casos. «Si todo lo
anterior funciona, van a salir muchos casos. Y de eso se trata».
|