28 de julio 2021
El
colegio Maristas de Granada ha hecho público un
comunicado oficial para pedir
"perdón" por los casos de
abusos sexuales de profesores denunciados en los
últimos días por antiguos alumnos del centro a través de testimonios
publicados en medios nacionales.
"Un medio de
comunicación (en referencia a El País) ha
publicado un artículo sobre abusos sexuales cometidos por un profesor de
Maristas de Granada", así arranca el comunicado
que Maristas Mediterránea y Maristas Granada han publicado para salir al
paso de la oleada de críticas por el
supuesto silencio que durante años habría
mantenido el centro, según los mismo testimonios.
El colegio niega
que tuviera conocimiento de las primeras denuncias que ha hecho públicas
ahora el escritor Ernesto Pérez Zúñiga. El
autor se ha sumado a los testimonios inicialmente publicados por el medio
nacional, sobre todo tras leer el relato de Manuel
Garach Gómez, de Granada, que contaba los presuntos abusos de un profesor,
Guillermo García, alias Willy,
con el que tuvo contacto en los años ochenta.
Lo más crítico
para el centro es que Pérez Zúñiga afirma en su testimonio público que ya lo
denunció a los Maristas mucho antes, en 1988, e hicieron
caso omiso: “El colegio ha tapado y
protegido a un pederasta durante 30 años”, ha declarado el autor.
El comunicado de
Maristas asegura que sobre lo relativo a la denuncia de los hechos en 1988,
"no se tenía conocimiento previo desde la
provincia. El H. Eliseo -al que se señala como director en la época- no
recibió información alguna sobre ello y, además, llegó al colegio para ser
director a partir de septiembre de 1989. Al anterior director, al H. Carlos
Rubio, no podemos acudir porque por desgracia se encuentra ya fallecido".
En cambio, sobre
las denuncias de 2010, "sí se tenía constancia
y se informó de que fue atendido por el colegio entonces; y en cuanto se
recibió la denuncia, se investigó y actuó de
forma semejante a las gestiones y procesos que se desarrollan hoy en día",
exponen los actuales responsables.
El equipo
directivo de esa época (2010) "escuchó a la persona denunciante, le informó
de que era la primera noticia que recibían al respecto y se iniciaron una
serie de investigaciones, además de colaborar
con la Policía tras la denuncia interpuesta por la persona afectada".
Pero el asunto no
llegó a nada y esta es la explicación del centro: "Se abordó el tema con un
amplio número de integrantes de la comunidad educativa (antiguos alumnos,
educadores, participantes en campamentos, etc)
sin encontrar testimonios semejantes ni confirmaciones de la existencia
de hechos similares a los denunciados ni anteriores ni posteriores. Se
informó de tal extremo a la Policía, quien
comunicó al colegio que la denuncia interpuesta no tendría recorrido porque
el caso estaba prescrito".
Ahora el centro
pide "perdón a cualquier persona que se haya
sentido víctima por haberle fallado y no haber sido capaces de protegerla y
cuidarla. Además, condenamos enérgicamente cualquier situación de este tipo;
nos entristecen y las lamentamos profundamente, con independencia de su
origen o tiempo".
Maristas asegura que siempre investigan los
casos. "Siempre que se recibe alguna información de este tipo sobre
casos históricos, el primer paso es verificar la
información y, tras ello, en coordinación y comunicación directa con las
personas afectadas, llevar a cabo todas las actuaciones que resulten
oportunas para ofrecer y trasladar a las víctimas un proceso integral en
clave de justicia restaurativa".
Desde antes de 2010, la persona acusada "ya
no organizaba campamentos relacionados con Maristas y, desde entonces,
también dejó de ser tutor de curso, pero no se contaba con ningún otro
aspecto sobre el que sustentar actuaciones en el ámbito laboral".