
Alertan que uno de cada cinco adultos sufrió abusos en su infancia
Un estudio de la UMA revela que el 27,5%
reconoce haber sido víctima de este delito

Presentación de los resultados del estudio.
R.L.
Málaga, 29 de octubre 2021
Tres
investigadoras de la Universidad de Málaga (UMA) han publicado
Prevalencia del abuso sexual infantil en
España: un estudio con muestra representativa, que pone de manifiesto
que solo el 27,5% de los encuestados que
señalan haber sufrido abuso, confirman haberlo hecho público cuando
eran menores.
El 41,5% de los encuestados
afirma haber experimentado al menos uno de
los diez tipos de abuso evaluados. Esto implica que dos de cada
cinco personas adultas españolas han sido víctimas de alguna forma de abuso
sexual durante su infancia, superando la estimación del Consejo Europeo de
uno de cada cinco.
La investigación recoge las
experiencias de abuso sexual vividas en la infancia por más de un millar de
españoles adultos –de acuerdo a una muestra representativa de la población
española en cuanto a edad, sexo y zona geográfica–, evidenciando el
silencio que rodea a este tipo de agresión, informaron este
viernes desde la
UMA.
Este análisis, desarrollado
en el marco del proyecto de I+D+i ‘Evaluación y prevención del abuso sexual
Infantil en la población española’ y financiado por fondos Feder, acaba de
ser publicado en la revista científica
‘Journal of Interpersonal Violence’.
Los resultados de la investigación
reflejan el silencio que rodea a este tipo de agresión
A partir de este trabajo
se han identificado diez tipos de
experiencias de abuso sexual durante la infancia, tanto de contacto
como sin contacto físico con el perpetrador. En primer lugar se encuentra
haber sufrido un rozamiento intencionado con los genitales de otra persona,
seguido de haber sido manoseado, haber sufrido tocamientos en las partes
íntimas, que otra persona haya solicitado que le toque sus partes íntimas, y
haber sido besado.
Otros tipos de
experiencias son que otra persona
les haya enseñado sus partes íntimas intencionalmente, haber sido solicitado
que le enseñe las propias partes íntimas, haber sido forzado a mantener un
acto sexual con penetración, haber sido solicitado material sexual en fotos
o vídeo o bien haber sido fotografiado o grabado directamente y, por último,
que alguien le haya enseñado material pornográfico.
Para ser tenidas en cuenta
en el estudio, todas estas experiencias tenían que darse
antes de los 18 años de edad de forma
inapropiada, es decir, sin que formara parte de un juego con otros
menores en igualdad de condiciones, y tenían que haber sido con alguien
mayor o superior en fuerza, desarrollo, posición o autoridad.
“Después de muchos años sin
datos representativos publicados en nuestro país, gracias a este estudio
hemos podido conocer la prevalencia de
estas experiencias, con resultados alarmantes”, señaló su autora
principal, la investigadora del departamento de Psicobiología y Metodología
de las Ciencias del Comportamiento, Marta Ferragut, que ha elaborado este
proyecto junto a las profesoras de la UMA, María José Blanca y Margarita
Ortiz-Tallo.
La mayoría
de los abusos ocurren en Primaria
Un 2,8% de los encuestados
reconoce que ha sufrido una experiencia de abuso con penetración, lo que
supone uno de cada 35 menores. Por lo general, los abusos ocurren en
educación primaria, a partir de los seis años. Las expertas han alertado de
que los resultados constatan una mayor tasa de abuso entre las mujeres en
ocho de las diez experiencias consideradas, destacando que no hay grandes
diferencias entre niños y niñas cuando el tipo de abuso ha sido mantener un
acto con penetración y siendo la prevalencia mayor en varones si la
experiencia ha sido que alguien le haya enseñado material pornográfico.
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