
http://www.diariosur.es/malaga-capital/amenazaron-hijo-matar-20180213225301-nt.html
«Amenazaron a mi hijo con matar a su familia si contaba la
agresión sexual»
La madre del menor al que presuntamente violaron dos
compañeros de su instituto pide una orden de alejamiento para que no puedan
acercarse a menos de 500 metros de la víctima

La madre del menor, con el abogado José Ignacio
Francés /Fernando González
«Se me vino todo el instituto encima». Así
recuerda M. el momento en que su hijo le confesó que unos menores que asisten al
mismo centro educativo, y que además son hermanos, habían
abusado de él. Ahora, se ha tenido que armar de valor para hablar y busca en la Justicia un
consuelo al castigo que ella, su familia y, sobre todo, su hijo llevan viviendo
desde entonces. «Llegaremos hasta el final de este asunto», advierte.
La confesión llegó como un jarro de agua fría
en una tarde del pasado octubre. Su hijo ni siquiera tuvo la
iniciativa de hablar. Sentía una mezcla de «miedo y vergüenza», dice la
madre. Fue un amigo –el testigo principal de la causa, a quien el presunto
agresor trata ahora de incriminar– el que abrió la puerta a la confesión.
«¿Le has dicho a tu madre lo que te ha pasado?», soltó el adolescente,
que tiene 13 años. «A mí no me ha dicho nada, ¿qué ocurre?».
A partir de ahí, el menor relató lo sucedido meses
antes en las instalaciones de la vieja piscina municipal en
el barrio, donde dos compañeros de instituto lo habrían agredido
sexualmente. La supuesta violación cesó cuando escucharon el ruido de una
puerta que acababa de moverse. Tras el quicio estaba su amigo, a la postre
testigo principal de la denuncia, quien confirmó e incluso
amplió el testimonio de la víctima. «Yo le pregunté por qué
les obedeció, por qué no forcejeó con ellos y se marchó de allí. Me dijo que
lo habían amenazado con matarme a mí y a su padre, por eso no se resistió»,
explica la madre.
Al día siguiente, fue el director del instituto quien
la llamó. Quería verla en persona para informarle de «un
asunto delicado». Le contó el
incidente del patio y las amenazas que el presunto agresor habría proferido
sobre su hijo en el centro, y que habrían destapado la supuesta violación,
tal y como adelantó ayer SUR. El centro abrió inmediatamente un protocolo
ante posibles casos de maltrato o acoso en el ámbito escolar y la madre se
dirigió a comisaría a interponer la correspondiente denuncia, que ha sido
investigada por el Grupo de Menores (Grume).
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Ella está convencida de que la discapacidad intelectual que
sufre su hijo (41%) ha podido convertirlo en más vulnerable. «Es
un niño muy bueno, saca buenas notas. Y ahora tengo que llevarlo al psicólogo
por algo así», se lamenta lamadre, que la semana
pasada recibió una llamada de la Fiscalía de Menores en la que
le aconsejaban que su hijo recibiera varias sesionescon el
psicólogo para que este episodio le deje lasmenores secuelas posibles.
La mujer se lamenta de que, entre tanto, los
supuestos responsables de la agresión sexual permanezcan en el mismo centro
al que asiste su hijo, y en el caso de uno de ellos
incluso compartaclase. Los letrados de IFS Abogados,
con el director jurídico José Ignacio Francés al frente, solicitaron ayer al
juzgado una orden dealejamiento de 500
metros respecto a la víctima y a su amigo, supuesto testigo de los hechos,
argumentando las amenazas que ambos habrían venido sufriendo por parte de
los denunciados y los amigos de estos.
La prohibición de acercarse a víctima y testigo se
extiende no solo a sus domicilios, sino también al centro docente y a
cualquier otro lugar que ambos menores frecuenten, lo que, a juicio de la
acusación particular, implicaría el cambio de instituto de
los denunciados. La solicitud se centra en los dos hermanos que,
presuntamente, participaron en laagresión sexual.
Los abogados que asisten a la
familia de la víctima consideran que la situación actual «resulta
insostenible», sobre todo cuando aún están pendientes numerosas diligencias
por practicar y está señalada para esta semana la declaración del testigo,
cuya «protección es fundamental». Los letrados de IFS inciden en un episodio
que ocurrió meses atrás. Según sostienen, los hermanos denunciados,
acompañados de varios menores más, se presentaron en el domicilio del
testigo «con un más que evidente ánimo de atemorizarlo y evitar que narrara
lo sucedido». Al parecer, uno de los presuntos agresores habría llegado a
enfrentarse a la madre del testigo y a amenazarla con que
su familia «tomaría represalias contra ella».
«Mi hijo es un crío
normal, de buenas notas, y ahora tiene que ir al psicólogo por esto»
Hay que recordar que el pasado 19 de
enero, tal y como ha informado este periódico, el Juzgado de Menores número
1 de Málaga abrió diligencias de reforma contra uno de esos
adolescentes, el mayor de los dos hermanos, de 14 años, ya que el otro tiene
11 y, por tanto, es inimputable. El mayor de ellos declaró en comisaría a
raíz de la denuncia y negó por completo los hechos, acusando de la misma
historia al que figura como testigo en la causa. Por su parte, la Fiscalía
de Menores de Málaga tiene abiertas también unas diligencias de
investigación para averiguar qué ocurrió, cómo sucedieron los hechos y
quiénes participaron en ellos, según han explicado desde la FiscalíaSuperior
de Andalucía.
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