Por más que se desmantelen redes la pornografía infantil no deja de seguir presente en el espacio virtual de Internet, porque hay ávidos consumidores y quienes la distribuyen, a pesar del buen hacer y encomiable trabajo de policía y guardia civil en perseguirlo. Hace años que las organizaciones criminales y mafiosas han entrado también en el lucrativo negocio de grabar, reproducir y comerciar brutales escenas de violación y otros abusos de niños y niñas, incluidos bebés. Tanto dinero da y tan pocas penas les caen cuando son detenidos y juzgados en comparación con el trafico de drogas y la trata de mujeres, que las inversiones crecen, por una parte en producir y por otra en burlar tecnológicamente la capacidad de las policías en detectarlo. De tal manera, que si bien a partir de 1997, que fue cuando PRODENI puso sobre la mesa la existencia de ese tráfico en Internet (*), desconocido entonces en España, se suceden ininterrumpidamente las acciones exitosas de las fuerzas de seguridad, a la par, paradójicamente, de una continuada y masiva circulación de esta lacra en redes, enfermizamente demandada por una masa de descerebrados de toda clase social y condición. Tan grave se nos presenta el panomara (ya irrumpe en Whatsapp) que realmente no basta con el consuelo de que se nos exhiba una enésima entrega de la serie del "gato cazando al ratón", si la población de alimañas no se extigue y quienes trabajan para ello se ven incapaces y sobrepasados. Habrá que entrarle a fondo a la cuestión y encontrar soluciones.

Catorce grupos de este sistema de mensajería instantánea remitían contenido pedófilo de extremada brutalidad sobre niños de 0 a 8 años.

Un agente de Policía Nacional en una operación contra la pornografia infantil. EFE/Archivo

EFE

La Policía Nacional ha desmantelado una de las mayores redes nacionales de distribución de pornografía infantil a través de WhatsApp y han sido localizados catorce grupos de este sistema de mensajería instantánea desde los que se remitía temática pedófila de extremada brutalidad sobre niños de 0 a 8 años.

El operativo, liderado por la Policía Nacional con la colaboración de Interpol y Europol debido a las conexiones internacionales de esta red de pedofilia en América y Europa, se ha saldado con 19 detenidos en España en coordinación de 18 juzgados, debido a la cantidad de usuarios implicados y su dispersión geográfica.

Se han practicado además 19 registros en los que se han intervenido dispositivos con más de 16 terabytes de información que contenían unos 2.400.000 archivos de pornografía infantil, según un comunicado de la Policía.

Las pesquisas condujeron a detectar hasta catorce chats, 58 usuarios y enormes cantidades de archivos compartidos, y los investigadores -prosigue el comunicado- constataron que la actividad ilícita no se limitaba a España, sino que extendía sus redes a otros 7 países de Europa y de América.

Dado el carácter supranacional de las investigaciones, se requirió la cooperación de las oficinas policiales internacionales de Europol e Interpol, de manera que se pudiera canalizar el enorme volumen de información y se establecieran los cauces para la coordinación de la operación en cada uno de los países afectados.