La Guardia Civil de la Región
de Murcia ha desarrollado en Jumilla la operación 'Jagger', una investigación
dirigida a esclarecer delitos de abusos y acosos sexuales a menores, que se ha
saldado con la detención de tres personas a las que les atribuye la presunta
autoría de, al menos, una decena de hechos delictivos. Los detenidos captaban a
menores por Internet, las emborrachaban y luego abusaban de ellas sexualmente.
La operación se
inició el pasado mes de febrero, a raíz de la investigación iniciada
por la Guardia Civil a consecuencia de una serie de
desapariciones protagonizadas por jóvenes de la localidad, las cuales
se ausentaban de sus hogares por espacio de dos días, todo ello sin
previo aviso y sin conocimiento de sus padres.
Los agentes
constataron ciertas similitudes en las desapariciones y se recabaron
informaciones relativas a la existencia de un varón que ofrecía su
vivienda para alojar a chicas menores de edad durante sus ausencias.
El
principal investigado, presuntamente, contactaba a través de una
conocida red social con adolescentes de entre 12 y 15 años,
haciéndolas creer que tenía unos veinte años, para así ganarse su
confianza.
Posteriormente, a
través de mensajería instantánea, invitaba a las menores a realizar
encuentros personales en su domicilio, lugar donde les
organizaban fiestas en las que se suministraba bebidas alcohólicas y
tabaco, con la finalidad de desinhibirlas.
Durante la
investigación, los guardias civiles han comprobado que el principal
investigado llevó a término el acoso o acercamiento a las menores de
edad, a través de la red social utilizada, desarrollando una elaborada
puesta en escena y teniendo como único fin el establecer una relación
y un control emocional sobre las menores, lo que le permitió preparar
el terreno para los posteriores abusos sexuales, en primer lugar de
modo virtual y posteriormente, ya en fase avanzada, físico.
Toma de contacto
De ese modo iniciaba
la relación virtual con la toma de contacto con la menor de edad con
la finalidad de conocer sus gustos, preferencias y crear una relación
con el objeto de alcanzar la confianza de su potencial víctima,
tratando de lograr cierta dependencia emocional con ésta.
Posteriormente
llevaba a cabo la fase de construcción de la amistad, lo que incluía
confesiones personales e íntimas entre las menores y el acosador. De
esta forma se consolidaba la confianza obtenida de las menores y se
profundizaba en la obtención de información sobre sus vidas, gustos y
costumbres.
El objetivo final de
estos acercamientos, ya afianzada esa relación de amistad, era la
inclusión paulatina de términos específicamente sexuales, al requerir
de éstas el envío de fotografías en ropa interior o desnudas y la
petición a las menores a acudir al domicilio del acosador para
su participación en actos de naturaleza sexual, lo que se producía en
presencia de otros adultos y, en algunos casos, llegando estos a
participar en juegos sexuales con las menores de edad.
Tres varones adultos
Consolidadas una
serie de indicios sobre la participación de hasta tres varones adultos
en los acosos y abusos sexuales, la Guardia Civil ha detenido y puesto
a disposición judicial al presunto acosador y principal investigado,
continuando con las detenciones restantes.
Los guardias civiles
han comprobado que en todos los casos el modus operandi era idéntico.
El ahora arrestado creaba en una conocida red social un perfil en el
que simulaba ser un joven con gustos similares a los de las menores
con las que mantenía contacto. Después las engatusaba durante varias
semanas e incluso meses, hablando de aficiones e inquietudes en común.
Cuando lograba empatizar con ellas iba subiendo de tono sus
conversaciones, llegando a cargarse de un alto contenido sexual,
solicitando, en algunos casos, imágenes íntimas.
Ante la sospecha de
que las menores estuvieran siendo engañadas, los agentes llevaron a
cabo diferentes actuaciones con el fin de averiguar quién era
realmente la persona que estaba detrás del ‘nick’ con el que
contactaban las chicas. Con toda la información recabada se pudo
confirmar las sospechas iniciales, determinando que el supuesto joven
era en realidad un individuo de 42 años.
Faltar a clase
De la investigación
se desprende que el principal investigado animaba a las menores a
faltar a clases, con el fin único de que éstas acudieran a su
domicilio. Una vez convencidas organizaba encuentros con otros
adultos, en los cuales se les suministraba a las menores bebidas
alcohólicas, llegando en algunos a casos a provocar fuertes estados de
embriaguez en éstas, las cuales, semi inconscientes y sin capacidad de
oponer resistencia alguna, eran objeto de los abusos por parte de los
adultos presentes.
La operación continúa abierta, no descartando la aparición de nuevas
víctimas. Los detenidos –ecuatorianos, de entre 19 y 42 años, y
residentes en Jumilla–, junto con las diligencias instruidas, han sido
puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Jumilla
(Murcia).