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          Desarticulan una red de pornografía infantil internacional La Policía 
          de Toronto anuncia la detención de 348 personas en varios países y el 
          rescate de 386 víctimas de abusos sexuales.14/11/2013 
          efe, toronto 
         La Policía de Toronto anunció la
        detención de 348 personas 
        en varios países y el rescate de 386 víctimas que 
        estaban siendo víctimas de abusos sexuales para producir vídeos 
        pornográficos para la compañía canadiense Azovfilms.com. 
        La información proporcionada por la Policía de Toronto a las autoridades 
        españolas sobre una red internacional de pornografía infantil permitió 
        el rescate de 19 niños en España que estaban sufriendo 
        abusos sexuales, confirmaron fuentes policiales españolas.
 A la conferencia de prensa celebrada en la sede de la Policía de Toronto 
        asistieron dos miembros de la Brigada de Investigación 
        Tecnológica del Cuerpo Superior de Policía de España, el 
        inspector jefe Luis García y el oficial de policía Eduardo Casas. Casas 
        declaró que la información facilitada por la Policía de Toronto, que ha 
        liderado la investigación, ha permitido la detención en España 
        durante los últimos meses de 46 personas que adquirieron 
        pornografía infantil a la empresa canadiense, así como el rescate de 19 
        menores.
 
 Parte de estas detenciones fueron anunciadas por la Dirección General de 
        Policía de España en diciembre de 2012 cuando, se hizo 
        pública la detención de 28 personas por la adquisición de pornografía 
        infantil. Además, cuatro personas, dos de ellas residentes en
        Alicante, fueron 
        imputadas por abusar sexualmente de menores.
 
 Pero Casas explicó que los 19 menores rescatados (cinco en Alicante y 
        los 15 restantes en la localidad madrileña de Valdemoro) no eran 
        víctimas de la red internacional. "Estos 19 menores no estaban 
        relacionados con la empresa canadiense", explicó el oficial de policía. 
        "Pero la información obtenida por la Policía de Toronto de la base de 
        datos de la empresa ha sido fundamental para descubrir a esas víctimas. 
        Sin ellos no los hubiésemos descubierto", añadió Casas.
 
 La investigación comenzó en octubre de 2010 con las 
        sospechas de la Policía de Toronto sobre la compañía local Azovfilms.com, 
        cuyas oficinas fueron registradas por la policía en mayo de 2011, que 
        era propiedad de Brian Way, de 42 años. Según la policía, los vídeos 
        eran editados, empaquetados y vendidos desde el almacén de Way en la 
        ciudad canadiense, si bien las imágenes se filmaban en otras 
        localizaciones del mundo, especialmente en países del Este de 
        Europa.
 
 Durante el tiempo que operó, la compañía tuvo unos ingresos de 4 
        millones de dólares y la policía canadiense se hizo con 45 terabytes de 
        datos. En los últimos tres años, investigadores de todo el mundo han 
        seguido la pista de los sospechosos de 
        fabricar y distribuir la pornografía infantil y sus clientes.
 
 Según dijo Casas, la Policía de Toronto, tras analizar las bases de 
        datos de Azovfilms, "nos informó de que
        46 personas residentes en 
        España habían comprado pornografía infantil a la empresa 
        canadiense", lo que inició la investigación de la Brigada de 
        Investigación Tecnológica. Casas también indicó que a falta de la 
        aparición de nuevos datos, la investigación en España de esta red de 
        pornografía infantil está concluida.
 
 No es la primera vez que una investigación iniciada por la Policía de 
        Toronto en casos de pornografía infantil permite a la policía española 
        la desarticulación de pederastas. En 2005, la Unidad de 
        Crímenes Sexuales de la Policía de Toronto, que es una de las más 
        efectivas del mundo en la persecución de este tipo de delitos, detectó 
        unas imágenes de un niño de 
        entre 18 y 24 meses que estaba siendo distribuida por un 
        pederasta a través de internet.
 
 El mismo niño aparecía en un vídeo
        siendo violado "de forma 
        extremadamente brutal y horrorosa". Pero en una esquina de una 
        de las imágenes, un agente canadiense detectó un teclado de ordenador 
        que tenía la letra Ñ. Esa pista permitió a la Policía de Toronto 
        determinar que el teclado era un modelo que sólo se vendía en España. 
        Tras pasar la información a la policía española, esta desarticuló poco 
        después una red de pederastas acusados de la violación de niños 
        de entre 12 meses y tres años, la producción de pornografía y 
        su distribución a través de Internet.
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