Pedro Águeda
29 de julio 2022
Un profesor de
primaria del colegio privado Brains International School María Lombillo,
en la zona de Arturo Soria de Madrid, fue detenido hace dos semanas en
una operación de la Policía Nacional contra la pornografía infantil,
según han revelado a elDiario.es fuentes próximas al caso.
El arresto del maestro
ha provocado una segunda línea de investigación, relacionada con las
denuncias de al menos dos familias que habían trasladado al centro unas
semanas antes un presunto comportamiento inapropiado del docente con sus
hijas, de entre siete y ocho años.
El detenido es un
ciudadano británico, en la treintena, que fue puesto hace dos semanas a
disposición del juzgado de instrucción número 48 de Madrid, en funciones
de guardia. El magistrado dictó para el investigado la puesta en
libertad con medidas cautelares, entre ellas la prohibición de salir del
país, comparecencias periódicas en el juzgado y alejamiento de los
menores, añaden fuentes jurídicas.
La Policía llegó hasta
el detenido en una operación de rastreo de pornografía infantil en la
red y en el registro de su domicilio encontraron una carpeta con
material pedófilo en el que también aparecían fotografías de niñas,
‘robados’ realizados en el interior del centro escolar.
De forma independiente
a la investigación policial y sin tener conocimiento de la misma, dos
madres habían trasladado a principios de junio a la directora el
testimonio de sus hijas, que parecían describir comportamientos
inadecuados del maestro, como tocamientos durante sesiones de lectura en
las que uno de los alumnos o alumnas leían de pie junto a la mesa del
profesor.
Mientras el resto de
los niños trabajaba en sus pupitres, el profesor escuchaba leer a las
niñas afectadas y les acariciaba la espalda, el vientre o el trasero,
según trasladaron las niñas a sus padres. En otras ocasiones, el
profesor sentaba a los alumnos en sus rodillas mientras leían. El
investigado ha sido tutor de esa clase de segundo de primaria durante
este curso que acaba de finalizar y el pasado.
Las madres han
compartido con el resto de familias que la directora les dijo que
informaría a Gerencia, esto es, los dueños del centro, y que activaría
de inmediato el protocolo, si bien el profesor siguió dando clases con
normalidad durante las tres semanas que restaban de curso, según relatan
las familias. Antes de que se produjeran las quejas de los padres, el
profesor ya había anunciado que dejaría su puesto de trabajo a final de
curso porque se mudaba de ciudad.
De hecho, el ahora
investigado remitió a los padres un correo electrónico el 1 de julio,
desde su dirección corporativa del centro, despidiéndose cordialmente de
ellos y anunciándoles que comenzaba un nuevo proyecto profesional,
distinto de la docencia y fuera de Madrid.
Los agentes están
tomando declaración a los padres y madres y a los responsables del
colegio. Por su parte, el juzgado de guardia, que tomó declaración al
detenido y dictó las medidas cautelares, se ha inhibido en favor del 49,
que instruye la investigación por pornografía infantil. Los padres y
madres de las alumnas se han personado como acusación particular contra
el profesor en la causa que sigue el juzgado de instrucción número 49,
al igual que ha hecho el centro, aunque el magistrado todavía no ha
adoptado decisión al respecto.
“Activamos los
protocolos internos”
elDiario.es se ha
puesto en contacto con los dueños de Brains de la calle María Lombillo,
en Arturo Soria, que han declinado hacer declaraciones. En su lugar han
remitido un comunicado a este medio en el que su departamento legal
asegura que desde que el centro tuvo “conocimiento de los hechos
acontecidos, se activaron nuestros protocolos internos establecidos a
estos efectos”.
Asimismo, el
departamento legal del Colegio Brains afirma: “Se ha cumplido a
rajatabla lo previsto en nuestro sistema de Compliance Penal para la
prevención en la comisión de ilícitos penales que, como centro educativo
tenemos instaurado, dando cumplimiento al art. 31 bis del Código Penal”,
en alusión al artículo que determina las responsabilidades de las
personas jurídicas.
El pasado 18 de julio,
27 padres y madres de 13 de los 18 niños que integran la clase de la que
era tutor el investigado dirigieron una carta al centro para trasladarle
su “más absoluto rechazo a la gestión llevada a cabo por la dirección
del centro María Lombillo y por los responsables titulares de Colegio
Brains S.L”.
En la carta, las 13
familias reclaman “el cese inmediato” de la directora del centro.
Respecto al centro critican la “falta de adopción de medidas preventivas
y organizativas (‘in vigilando’) tendentes a la detección temprana de
posibles conductas delictivas o inapropiadas cometidas por sus
trabajadores y subordinados”. Aseguran que se ha dado una “nula falta de
adopción de medidas ágiles, eficaces y transparentes de reacción,
información, aseguramiento, evitación y reparación del daño ante la
confirmación y conocimiento de la comisión de unos hechos de tanta
gravedad”.
El colegio, por su
parte, dice en el comunicado remitido a este medio que su personación en
la causa como acusación particular responde a su intención de “ir hasta
las últimas consecuencias en la lucha de la defensa de los intereses de
nuestros alumnos”. “Nuestra máxima prioridad”, añaden en referencia a
los niños.
Brains S.L asegura que
ha puesto a disposición de los padres del centro “una vía de contacto
creada expresamente para este caso, además del acompañamiento de la
totalidad de la comunidad docente”.
Los padres piden el
“cese inmediato” de la directora
Los padres firmantes
de la carta citada, que equivalen a más del 70% de los alumnos de la
clase de la que ha sido tutor el investigado, discrepan y denuncian la
“absoluta falta de transparencia e información del centro y su falta de
acompañamiento y sensibilidad con el problema sufrido por las víctimas”.
En este sentido,
destacan “dos circunstancias lamentables”. En primer lugar, que se
enteraran de la detención del profesor por una llamada de la Policía,
pese a que los agentes tenían sus números porque se los había entregado
el colegio sin comunicarles nada al respecto.
Asimismo, la carta
enviada al centro traslada su indignación porque los padres se hayan
“visto obligados a autogestionar la detección de hallazgos delictivos en
la relación” de sus hijos con el maestro detenido, “sin que el centro
haya participado, instruido o prestado ayuda al respecto a pesar de sus
obligaciones inherentes como centro educativo y de colaboración con la
justicia”.
En su carta, los
padres también denuncian que “la única medida” adoptada hasta ahora por
el centro es el despido de una profesora que conocía los hechos de
primera mano porque fue la persona a la que recurrió la primera madre,
incluso antes de hablar con la directora. Las familias dicen que se han
enterado del despido por terceros y que el centro “crea la sensación de
que pretende cortocircuitar la relación de los padres con dicha
profesora, cuyo conocimiento de los hechos debería tener especial
protagonismo e importancia por ser la compañera directa del
investigado”.
En este sentido, las
familias exigen la “readmisión inmediata” de la maestra, que trabajaba
en el colegio desde hace más de una década. elDiario.es no ha tenido
oportunidad de obtener la versión del colegio a este respecto al
rechazar hacer declaraciones y ceñirse al comunicado remitido.
Las familias exigen
igualmente que se les facilite el protocolo existente en el colegio para
este tipo de casos y las “actuaciones concretas que se llevaron a cabo”
y advierten que de lo contrario acudirán a la inspección educativa. Este
medio ha conocido que el colegio ha enviado varios comunicados a los
padres, también después de esta carta, y que las familias mantienen
después de la recepción de los mismos su total disconformidad con la
actuación del centro.