EP 28 de junio
2020
La Guardia Civil ha detenido a un hombre acusado de
abusos sexuales a una menor de 16 años y producción de pornografía
infantil. La investigación fue iniciada a raíz de una información de
NCMEC (Centro Nacional para niños desaparecidos y explotados de
EEUU), que indicaba haber hallado varias fotos y vídeos de contenido
pedófilo.
En el marco de la operaciónKiru, el análisis de esas
imágenes permitió comprobar que se habían realizado varias sesiones
fotográficas en las que un varón adulto fotografiaba a una menor
desnuda y abusaba de ella. Tras visionar las imágenes, la Guardia
Civil identificó a un hombre, residente en Madrid, como el autor de
los hechos. Con el registro de su domicilio, los investigadores
encontraron abundantes pruebas y procedieron a su detención.
El primer análisis de la información ha permitido
identificar a la víctima como la hijastra del autor de las
fotografías. Tanto los abusos como la producción de pornografía
infantil venían produciéndose durante años, al menos desde 2013, y
se repetían en cada viaje que el autor realizaba a Bolivia.
Además de abusar de la menor durante al menos 7 años
y utilizarla para la producción de pornografía infantil, el detenido
exigía a su hijastra, bajo amenazas, el envío de fotografías de
contenido sexual a través de una aplicación de mensajería. Además,
monitorizaba en remoto todas las conversaciones mantenidas por la
menor, borrando aquellas que podían comprometerle.
Por otro lado, en la operación Kugantxu, iniciada
también a raíz de una información de NCMEC estadounidense, fue
detenida una persona en Bilbao (Vizcaya) por comprar pornografía
infantil.
El detenido accedía previo pago a emisiones de abusos
sexuales a menores emitidos en tiempo real. Para acceder a los
contenidos se realizaban pagos de pequeñas cantidades, normalmente a
través de plataformas que dificultan la trazabilidad de los mismos
(criptomonedas, tokens o servicios de envío de dinero anónimo) a
cambio de poder visualizar como se abusa de menores en tiempo real e
incluso a la carta.
El análisis de las conversaciones del detenido,
mediante diferentes aplicaciones de mensajería y de los pagos
realizados a través de una plataforma, permitió averiguar los
destinatarios de estos pagos, ubicados principalmente en Filipinas.
Esta información fue remitida a la Transnational
Criminal Investigations Unit con base en Manila, al objeto de
identificar a los autores de los abusos y las víctimas ubicadas en
la región.
Según detalló la Guardia Civil, esta modalidad de
explotación sexual infantil se trata de una tendencia cada vez más
observada por los investigadores de este tipo de delitos. Los abusos
se producen normalmente en países del sudeste asiático, aunque
también se han encontrado otros ubicados en África.
La pandemia coronavirus ha provocado un aumento de
los casos de explotación sexual de menores, según la NCMEC.