Laura acudió a Urgencias del
hospital Sant Joan de Déu en junio de 2013
preocupada por síntomas y verbalizaciones de
que su hija podía haber sufrido abusos
sexuales por parte de su pareja. La pediatra
que la atendió entendió que había
sospechas de abuso sexual y la derivó a la
UFAM (siglas con las que se conoce la
Unidad Funcional de Abusos al Menor de dicho
centro).
Un mes más tarde y sin que
ningún psicólogo del equipo evaluara a la
menor, el personal de la UFAM descartó
cualquier abuso y escribió en el informe
que la madre sufría una "preocupación
mórbida". Un eufemismo con el que se
suele enmascarar el Síndrome de Alienación
Parental (SAP), una
patología no reconocida por ninguna
institución y que es considerada junk
science (ciencia basura). Estipula
que son las madres las que lavan el cerebro
a sus hijos para que rechacen al padre.
Años más tarde, Laura sabría
que ya el primer informe pediátrico contenía
esa advertencia sobre ella. En base a ese
informe un juez concedió al padre la
tenencia de la menor (que entonces no tenía
4 años) durante 15 días al mes con pernocta.
Y ante nuevas denuncias de la madre por
posibles malos tratos hacia la menor por
parte del padre (esta vez avalados por el
hospital del Niño Jesús de Madrid), el
juzgado de Barcelona decidió archivarlas y en
2018 quitarle la custodia de la menor a la
madre y dársela al padre, retirándole a
ella también la patria potestad de poder
llevar la niña a un médico o psicólogo
privados. Esta situación continúa hasta el
día de hoy.
Durante años el hospital Sant
Joan de Déu de Catalunya ha sido un centro
de referencia y casi único al que se
derivaban los casos de posibles abusos
sexuales hacia menores. Pero desde hace
años, también, la UFAM ha estado en el
foco de las críticas de madres,
organizaciones y hasta del Parlamento
catalán, que en
2017 admitió irregularidades en los métodos
utilizados y en los informes elaborados
por dicha unidad. El entonces consejero
de Sanidad, Toni Comín, aseguró que CatSalud
asumiría un papel más activo y vigilante
sobre este servicio.
La sospecha de que de forma
extendida los informes de la UFAM
culpabilizaban a las madres y desechaban los
posibles abusos hacia los menores sin una
metodología apropiada tomó fuerza.
"Fui a hablar con los miembros de la
UFAM y lo que conocí me horrorizó.
Reconocían que sólo con mirar a la cara
las madres sabían si mentían o no"
La voz de alarma la dio en el
Parlament durante la legislatura pasada la
entonces diputada de Catalunya Sí que es Pot
Gemma Lienas, que ante la avalancha de
denuncias y relatos sobre irregularidades en
dicho servicio decidió indagar e
investigarlo. "Fui a hablar con los miembros
de la UFAM y lo que conocí me horrorizó",
explica a Público Lienas, que hoy no
tiene responsabilidades políticas. "Me
horrorizó, no sólo porque usaran el SAP (y
todos los eufemismos con que se esconde este
engendro) como criterio diagnóstico, sino
porque entre otras cosas reconocían que
sólo mirando a la cara a las madres sabían
si mentían o no".
"La moción que presenté en
julio de 2017 en el Parlament pedía que
la UFAM desapareciera y que se crearan
unidades de referencia en distintos lugares,
porque no sólo los métodos eran
cuestionables: los tiempos de espera eran
larguísimos y no existía visión de género".
Que se revisen alrededor de
400 informes de la UFAM
Esta semana, mientras la
Comisión de Infancia del Parlament debatía
una propuesta de resolución por la que se
insta al Govern a avanzar
en un cambio de modelo en la valoración de
abusos sexuales a la infancia y a crear
cuanto antes en todo el territorio
las Unidades Integrales de Atención a los
Abusos Sexuales, varias diputadas
volvieron a hacer mención a la necesidad de
acometer cambios urgentes a este
respecto.
Una de las más rotundas fue
Marta Ribas, de en Común Podem, que afirmó
que sigue habiendo madres que pierden la
custodia de sus hijos tras denunciar abusos
sexuales hacia éstos porque se les
aplica el SAP. "Es importantísimo que la
prioridad sea siempre el bien superior del
menor, por lo que debería ser evaluado por
servicios sociales diferentes si no se los
cree y cerrar la UFAM de una vez".
"Hay que cerrar los servicios sociales
que hacen informes" utilizando el SAP
"Hay que cerrar los servicios
sociales que hacen informes en este sentido.
Y que se reviertan todos aquellos informes
que ahora están en casos judiciales contra
aquellas madres y por los que se ha dado la
custodia de los niños a los padres que hayan
abusado de ellos y en contra de la madre que
ha denunciado abusos", añadió Ribas en la
comisión.
Más específica fue la
diputada socialista en el Parlament, Beatriz
Silva, que exigió un cambio de modelo
urgente y que se investigaran alrededor
de 400 informes emitidos por la UFAM en los
últimos años.
"Se ha reconocido que la UFAM
ha cometido errores gravísimos durante mucho
tiempo. Debe haber como 400 expedientes que
tendrían que revisarse. Porque habría que
determinar si utilizaban un inexistente
síndrome para culpabilizar a las madres y
porque funcionaban como si fueran
informes periciales, cuando la UFAM no
estaba capacitada para ello. El problema
es que los jueces decidían en base a estos
informes sin cuestionarlos", explica Silva
a Público.
Esta diputada recuerda que en
el caso de la UFAM se reconoció que "no
había ningún protocolo para revisar los
cientos de informes que se hicieron cuando
había irregularidades" y en los que se
descartaron casos de abusos y se entregaron
los niños a los abusadores. "No se han
revisado siquiera para saber qué ha sido de
esos niños y si seguían en manos del
abusador, lo que es una grave dejadez de la
Administración pública, y además puede
derivar en que cuando cumplan los 18
demanden a la Administración por
negligencia".
Los fallos que se puedan
haber cometido en los informes están
ocasionando la retirada de custodia de
muchas madres en la actualidad en los
juzgados
Silva resalta, además, que
los fallos que se puedan haber cometido en
los informes están ocasionando la retirada
de custodia de muchas madres en la
actualidad en los juzgados. De hecho esta
parlamentaria tiene sobre su mesa muchos
casos de madres que se encuentran en esta
situación en estos momentos por informes
elaborados hace ya años por la UFAM. También
tiene sobre la mesa los casos de muchas,
como Laura, que llevan años con retirada de
custodia y sin poder ver a sus hijos en base
a informes de esta unidad.
"Aparentemente la UFAM ha
cambiado y a quienes hacían esos informes,
pero lo cierto es que el modelo sigue
siendo erróneo y no sabemos hasta qué punto
siguen elaborando informes que incluyan el
SAP. En el fondo siguen haciendo algo
parecido, que es dudar de la madre y
arrastrando malas prácticas que son
difíciles de cambiar.
Algunas de las personas
consultadas para esta información resaltan
el hecho de que detrás de la UFAM está la
Iglesia católica y es muy poderosa.
Incluso afirman haber recibido presiones de
sectores de la Iglesia cuando debatieron
sobre este tema en el Parlament. Esta unidad
lleva funcionando alrededor de un cuarto de
siglo dentro del hospital Sant Joan de Déu,
que como su propia web afirma forma parte
de la Orden Hospitalaria de San Juan de
Dios, una institución católica cuyo
origen se remonta al siglo XVI y que está
presente en 55 países de los cinco
continentes.
Urge un cambio de modelo
La comisión de Infancia del
Parlament del pasado 18 de febrero tenía
como objetivo aprobar una propuesta de
resolución para agilizar la creación de las
Unidades de Integrales de Atención a los
Abusos Sexuales. Un modelo conocido como Barnahus,
que se aplica en algunos países nórdicos y
cuya creación está contenida en la ley de
Infancia de Catalunya desde 2010.
Se trata de espacios
centralizados multidisciplinares para tratar
a niños, niñas y adolescentes víctimas de
abuso sexual y maltrato, con
profesionales y coordinados que trabajan en
un mismo espacio con todos los recursos para
disminuir la victimización de las víctimas.
Es un modelo, además, por el que apuestan
organizaciones como Save
the Children.
En Catalunya existe un
proyecto piloto en Tarragona, pero "es
necesario extender este modelo lo antes
posible a toda la región", afirma Silva.
Esta política denuncia que se está
avanzando muy lentamente en esta iniciativa
clave, pero que se están impulsando, en
cambio, otras unidades llamadas EFE, que son
un modelo más parecido al sistema de UFAM
que al de Barnahus.
"Mucho nos tememos que estas
unidades que están intentando implantar en
distintos lugares en lugar de avanzar más
rápido con el modelo Barnahus, usan el mismo
esquema de la UFAM, y que incluso los
profesionales de esta unidad puedan estar
formando a las nuevas unidades que se
quieren poner en marcha", comenta Silva. La
comisión de Infancia no acordó una hoja de
ruta para implantar los nuevos centros
integrales.