En tiempos
de leyes mordaza y amenazas a la libertad de expresión, el juez
instructor del Caso Romanones, Antonio Moreno, ha desestimado
contundentemente la última pretensión del abogado de los
principales imputados en la causa, Javier Muriel. Había
reclamado "cuantas medidas sean necesarias"
contra las informaciones publicadas por este periodista en
eldiario.es y
Religión Digital sobre los abusos sexuales a menores en la
diócesis de Granada, denunciados por el propio Papa Francisco.
"No ha lugar a la adopción de medida alguna", fue la explícita
respuesta del magistrado.
El letrado Javier Muriel -conocido por su defensa de algunos
imputados del Caso Malaya- ha intentado, en diversas ocasiones,
tapar la boca de quienes destaparon el caso de abusos que
implica a algunos de sus defendidos, entre ellos el acusado
principal, el padre Román.
Así, en su
petición, rotundamente desestimada por el juez, Muriel califica
de "burda, subjetiva y partidista" la actuación de este
periodista, a quien acusa de ser un "altavoz extrajudicial" de
las víctimas de abusos, así como haber "contravenido" el secreto
de las actuaciones judiciales, para lo que pidió al magistrado
"adopte cuantas medidas sean necesarias" para impedir el trabajo
informativo.
El abogado insultó a
la víctima
Hay que
recordar,
como denunció la familia de Daniel en una carta pública, que
el pasado 22 de febrero, durante su aparición en
Canal Sur Televisión, "el letrado J.Muriel, acusó al
denunciante principal, llamándole delincuente y mentiroso ante
los medios de comunicación. Realizó esos insultos a una víctima
de abuso y agresión sexual, días antes de que llegara al juzgado
número 4 de Granada, el Análisis de Testimonio y Conducta
realizado a su cliente, acusado de abuso y agresión sexual a
menores".
"Desconocedor este letrado en ese momento del contenido del
informe pericial a cerca del testimonio de su cliente, sacerdote
imputado por abuso y agresión sexual a menores y que a día de
hoy, aún sigue estándolo, se atreve a llamar mentiroso y
delincuente a una de las víctimas de su cliente", prosigue la
carta abierta, que añade que "días más tarde, el 19 de marzo, en
el informe de la Policial, se afirmaba que el testimonio del
sacerdote imputado por abuso sexual y agresión sexual a menores,
defendido por el letrado J. Muriel, era un testimonio "altamente
compatible con un testimonio deshonesto que oculta y altera la
verdad". Mientras tanto, el testimonio de la víctima principal,
a quién el letrado Muriel llamó "mentiroso y delincuente en los
medios de comunicación, presentaba "un testimonio altamente
compatible con un testimonio honesto".