La
fiscalía pide 65 años de prisión para un hombre acusado de
secuestrar a dos hermanos de 8 y 10 años de edad que fueron
hallados en un pozo de la localidad madrileña de Algete en el año
2011. La Audiencia Provincial de Madrid tiene previsto juzgar a
partir de hoy a Juan José Ramos Amador, de 53 años, por dos
presuntos delitos de asesinato en grado de tentativa, dos delitos
de detención ilegal y una violación.
Según el relato del fiscal, el acusado abordó el 12 de junio de
2011 a dos hermanos —un niño y una niña— en el municipio madrileño
de Torrelaguna y les dijo que se acercaran a su vehículo con la
excusa de que les iba a regalar un perrito. Después de
secuestrarlos, los llevó a una parcela de Algete y arrojó al niño
a un pozo de unos dos metros de profundidad.
A
continuación, condujo a la hermana a una casa abandonada, donde la
violó, tras amenazarla diciéndole que iba a matarla a ella y a su
hermano. Con posterioridad, la arrojó, desnuda, al pozo donde
estaba su hermano.
Al
ver que no era lo suficientemente profundo, les tiró a otro pozo
de ocho metros de profundidad y menos de un metro de diámetro,
situado en el interior de una caseta de obra, lanzándoles con
fuerza tablas de madera sobre sus cabezas con el fin de intentar
ocultarles.
Dos días sin comida
Los dos menores permanecieron en el pozo durante dos días, sin
comida ni bebida, hasta que cerca de de las dos de la tarde del 14
de junio de 2011, unos transeúntes que pasaban por el lugar
escucharon sus voces y avisaron a los servicios de emergencia.
Los bomberos rescataron a los niños, que presentaban graves signos
de deshidratación, cerca de la urbanización Valderrey, en la
carretera que une Algete con Fuente el Saz del Jarama.
Ramos fue detenido el 30 de junio cerca de la casa de su hermana,
en el barrio de El Pilar de Ciudad Real. Poco antes le había
confesado a su esposa Marina por teléfono: “Yo estoy metido en
eso”. Además de las importantes lesiones físicas, los niños han
sufrido un trastorno de estrés postraumático agudo, que todavía
requiere tratamiento psicológico y atención especializada.
El procesado —que ya fue condenado en 1983
por una violación— se encuentra en prisión provisional.