PRODENI

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 El País

 

El juez ordena el ingreso en prisión del cura detenido por castigos y tocamientos

El auto considera que la liberación del director del colegio de Cádiz produciría alarma social

La congregación de los Salesianos le separa de su cargo cautelarmente y afrontará su defensa


 

El director del colegio sale anoche del juzgado. / foto: efe | vídeo: atlas

 

El juez ha ordenado en la noche de este viernes el ingreso en prisión provisional del director del colegio de los Salesianos de Cádiz acusado por la policía de castigos corporales, tocamientos y amenazas a más de 40 alumnos del centro.

Un portavoz de la congregación religiosa ha explicado que en el auto de ingreso en prisión el juez no entra a calificar los delitos que se imputan al sacerdote y razona que toma esta medida preventiva en tanto toma declaración a 30 alumnos más porque "cree que dejarlo en libertad con cargos produciría alarma social".

El sacerdote, Francisco Javier L. L., de 40 años, ha salido sobre la pasada medianoche del juzgado de guardia levantando las manos y lanzando besos a cerca de un centenar de personas, alumnos del colegio y padres, que se han concentrado todo el día a las puertas de la sede judicial para expresarle su apoyo.

A su salida, todos ellos han expuesto pancartas hechas con cartulinas en las que apostaban por la inocencia del director del centro religioso concertado y gritando "Javier inocente".

El sacerdote ha agradecido su apoyo con gestos, antes de introducirse en el coche policial que lo ha trasladado a la comisaría provincial, en cuyos calabozos ha dormido las tres últimas noches, desde su detención. Allí un furgón de la Guardia Civil le ha recogido para trasladarlo a la prisión Puerto II.

El sacerdote fue detenido el pasado martes, después de la denuncia de un menor cuya madre vio los mensajes que el director del colegio le había enviado.

Según la congregación religiosa, esta es la única denuncia que existe contra él, aunque la Policía ha informado que tras ella llegaron otras 13 y que los investigadores han identificado a otras 30 presuntas víctimas más de castigos corporales, tocamientos no consentidos y amenazas del director del colegio.

Expediente informativo en la congregación

La congregación religiosa ha esperado a la decisión del juez para emitir un comunicado en el que, además de expresar su respeto por la presunción de inocencia, dice: "Nos sentimos profundamente consternados y apesadumbrados por el mero hecho de que se relacione a un sacerdote de la Congregación con actuaciones en contra de menores y nos ponemos a disposición de la justicia, en orden a facilitar el esclarecimiento de los hechos".

Para la Congregación Salesiana, añade el comunicado, "los jóvenes son el sentido de su existencia y su razón de ser, por lo que en ningún caso y bajo ningún concepto justificará jamás ninguna conducta, ni actuación del tipo que sea, que atente contra los mismos".

Para "ese principio básico" no cabe "excepción, ni siquiera la defensa o la protección de un hermano, por muy cercano y querido que pueda ser, porque el bien de los jóvenes y la búsqueda de la verdad están por encima de todo".

Añade que "dicho esto, y con los datos de que disponemos en el momento actual", la Congregación Salesiana "ha decidido afrontar la defensa jurídica del hermano, al considerar que existen objetivamente motivos para la misma, que podrían demostrar su inocencia".

Basa esta opinión en que no ha existido "ninguna denuncia previa, ni reclamación o queja interna o externa, de tipo alguno, contra el mismo, hasta la reciente denuncia ante la policía, que ha provocado este proceso".

"No creemos en este momento oportuno profundizar más ante la opinión pública en el análisis de los cargos que inicialmente se le imputan y los argumentos jurídicos de defensa", añade.

La congregación añade que "sin detrimento de ello" y "de acuerdo con las indicaciones de la Iglesia católica" y sus propias normas, "va a iniciar de forma inmediata un proceso canónico que supone la apertura de un expediente informativo a fin de valorar cada una de las acusaciones realizadas contra el salesiano y determinar las consecuencias canónicas derivadas de su condición de consagrado y sacerdote".

Además, la congregación decide "en este preciso momento, como medida cautelar, la separación de su cargo de director de la comunidad y del Colegio de Cádiz del salesiano denunciado".

La congregación finaliza su comunicado agradeciendo "a tantas personas que se han hecho presentes y cercanas y que nos han mostrado su consideración y cariño en estos momentos de profunda desazón. Y también a la prensa y los medios de comunicación, por el trato respetuoso que muy mayoritariamente nos están dispensando".


 

NOTA DE PRODENI:

 

1) "El sacerdote, Francisco Javier L. L., de 40 años, ha salido sobre la pasada medianoche del juzgado de guardia levantando las manos y lanzando besos a cerca de un centenar de personas, alumnos del colegio y padres, que se han concentrado todo el día a las puertas de la sede judicial para expresarle su apoyo." "A su salida, todos ellos han expuesto pancartas hechas con cartulinas en las que apostaban por la inocencia del director del centro religioso concertado y gritando "Javier inocente".

 

"El pederasta consecuente", decía con ese título un apologeta de la pedofilia, educador y monitor por tierras catalanas que Prodeni detectó hace años (coordinaba un foro en Internet, lo denunciamos y fue detenido encontrándosele gran material, y luego procesado y condenado), es paciente y seductor, procurando dar a su vida toda una apariencia de normalidad, de buen rollo en el entorno, sea educativo, social o familiar, de tal manera que cuando alguno es descubierto y expuesto a la luz, máxime si goza de un rol profesional que le da prestigio (educador, deportivo, religioso...) no sea raro que provoque reacciones de apoyo, solidaridad y acusaciones de infundios contra dignos ejemplares ciudadanos a quienes de facto se proclama víctimas inocentes, no dudando en presuponer culpa y malicia en quienes les denuncian.

 

Y como quiera que los pederastas no llevan una etiqueta que los visibiliza como tales, ni van dando por ahí públicas muestras de serlo (ni siquiera lo parecen ante las víctimas que engañan y seducen)  se sienten reforzados por esa parte social a la que no cabe en la cabeza lo que se acusa de tan "bellísimas personas", con firmas de apoyo, petición de indultos, enervando los ánimos del entorno contra quienes denuncian, por lo que no nos sorprende que a pesar de ser tantos los niños supuestamente víctimas de este sacerdote, sin embargo se plantaran pacientemente ante el juzgado para expresarle su apoyo, nada menos que "cerca de un centenar de personas, alumnos del colegio y padres, concentrados todo el día."

2)
En seguimiento puntual de la nueva política vaticana, los Salesianos de Cádiz se sienten "profundamente consternados y apesadumbrados por el mero hecho de que se relacione a un sacerdote de la Congregación con actuaciones en contra de menores" poniéndose a disposición de las autoridades para facilitar el esclarecimiento de los hechos.

Dicen también que "Los jóvenes son el sentido de su existencia y su razón de ser, por lo que en ningún caso y bajo ningún concepto justificará jamás ninguna conducta, ni actuación del tipo que sea, que atente contra los mismos", quedando por encima de todo el bien de los jóvenes y la búsqueda de la verdad.
 

Por consiguiente, le abren un expediente informativo para tratar cada una de las denuncias contra el sacerdote, apartándolo de momento de toda función en la entidad.
 

Hasta ahí todo perfecto pero, detrás de "la de cal" viene "la de arena" porque en el comunicado también dan muestras de apoyo al imputado sembrando dudas sobre la veracidad de las denuncias,  decidiéndose a "afrontar la defensa jurídica del hermano, al considerar que existen objetivamente motivos para la misma que podrían demostrar su inocencia", por ejemplo, que no se ha presentado más que una denuncia (la de una madre que aporta mensajes del sacerdote a su hijo) y que no habido denuncias previas, ni reclamaciones, ni quejas internas o externas de ningún tipo contra el acusado. Lo que no es verdad, porque no ha sido solo una denuncia, sino trece, existiendo otros treinta casos que aportan fuentes de la investigación. Y acerca del argumento de que la inexistencia de quejas, reclamaciones o denuncias previas quite valor a las denuncias ahora presentadas, no merece la pena ni entrar.
 

Qué bien hubiera quedado la Congregación Salesiana de Cádiz si su comunicado solamente contuviera la primera parte del mismo con la sola mención sobre su hermano de la proclamación del principio de presunción de inocencia. Todo lo demás sobraba.