El juzgado cita a declarar dentro de dos meses a la
profesora que denunció un abuso a un menor con discapacidad
Los colegios cuentan con un protocolo para actuar
ante posibles casos de abuso o maltrato a menores.
Solo unas horas después de la información publicada
en exclusiva por eldiario.es Cantabria sobre
el retraso de más de un mes en la investigación de un presunto abuso
sexual a un menor con discapacidad, la docente que denunció el caso
ante la Guardia Civil el pasado 26 de mayo ha sido citada a declarar como
testigo por parte del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2
de Santoña, que hasta ahora no había considerado prioritario el asunto.
De hecho, esta misma semana confirmaron a la
denunciante que "todavía no se había movido un papel", a pesar de que el
procedimiento habitual determina que ante la gravedad de hechos como este
se actúe de forma urgente y se garantice la protección del menor de manera
inmediata, en un tiempo que no suele superar las 24 horas.
Fuentes jurídicas consultadas por este periódico
tachan de "temeridad" o "negligencia" la decisión de paralizar la
investigación sin antes haber tomado declaración a las partes implicadas o
haber hecho una valoración al menor.
Según
relató la profesora ante el Equipo Mujer-Menor (EMUME) de la Guardia
Civil, un alumno de seis años y con un retraso madurativo, en el que venía
comprobando de forma reiterada una conducta inapropiada para su edad, le
confesó lo que parecía un caso claro de abuso sexual por parte del marido
de su madre.
El menor reveló a la docente el tipo de "juegos
eróticos" que practicaba con su padrastro, lo que hizo saltar todas las
alarmas y provocó la actuación inmediata del equipo directivo del centro,
que puso en marcha el protocolo ante este tipo de situaciones.
Esa
denuncia ha estado en un cajón hasta este jueves, cuando a la luz de la
información publicada en eldiario.es, una funcionaria del juzgado se ha
puesto en contacto con la denunciante para citarla a declarar el próximo
23 de agosto, casi tres meses después de que alertara del posible caso de
abuso sexual.
También
se ha citado a la madre del menor, que estaba informada previamente y que
justificó los hechos denunciados ante la EMUME y ante el propio centro
escolar alegando una supuesta enfermedad del niño, que no ha sido evaluado
ni atendido hasta el momento.
El
Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) y la Unidad de
Convivencia Escolar de la Consejería de Educación de Cantabria fueron
informados de esta denuncia la semana pasada a través de las gestiones de
la propia docente, que no había tenido ninguna respuesta al respecto. La
descoordinación entre las distintas administraciones o la falta de
recursos humanos ha provocado un error en cadena que mantiene el caso en
un compás de espera.