El obispo echado
por “proteger” a un pederasta reta al Papa: “Tendrá que rendir cuentas
a Dios”
Bergoglio
ratifica su "tolerancia cero" a los desvíos de la Iglesia ordenando el
arresto domiciliario de un nuncio
El obispo paraguayo Rogelio
Livieres ha asegurado que el papa Francisco “tendrá que rendir cuentas a
Dios” por destituirle como titular de la diócesis de Ciudad del Este,
una decisión que consideró “infundada y arbitraria”. Livieres reaccionó
de este modo en una carta que escribió en Roma, donde está actualmente,
y publicada por esa diócesis en su página web.
Protegiendo a un pederasta
Cabe recordar que la destitución se produjo tras la existencia de
numerosas acusaciones de irregularidades en su gestión y de críticas por
proteger y convertir en su “número dos” al sacerdote argentino Carlos
Urrutigoity, demandado por abusos sexuales en Estados Unidos. Por todo
ello, el Vaticano justificó la destitución en base a “serios motivos
pastorales” y con el fin de “buscar la mayor de la unidad de la Iglesia
de Ciudad del Este y a la comunión episcopal en Paraguay”.
¿Persecución ideológica?
Pese a las pruebas en su contra, Livieres, que pertenece al
movimiento conservador Opus Dei, dijo ser víctima de una “persecución
ideológica” en la carta, dirigida al cardenal Marc Ouellet, prefecto de
la Congregación para los Obispos, el órgano de disciplina de la curia.
“Como hijo obediente de la Iglesia, acepto, sin embargo, esta decisión
por más que la considero infundada y arbitraria, y de la que el Papa
tendrá que dar cuentas a Dios”, aseveró.
Otro escándalo de pederastia
La polémica entre el Papa y Livieres se produce horas después de que
el ex nuncio vaticano Josef Wesolowski, también acusado de pederastia,
fuese sometido a arresto domiciliario por voluntad del Papa Francisco,
quien ha expresado su deseo de que este caso “tan grave y delicado” sea
abordado sin demora.
Abusos en el país caribeño
En concreto, Wesolowski, de 66 años de edad, está acusado de abusar
de menores su estancia en el país caribeño, donde fue nuncio apostólico
entre enero de 2008 y agosto de 2013. Por esta razón fue destituido de
su cargo a finales de agosto de 2013 y el pasado junio expulsado del
sacerdocio tras un proceso canónico instruido por la Congregación de la
Doctrina de la Fe, el antiguo Santo Oficio.
“Tolerancia cero”
Con ambas actuaciones, el Papa Francisco busca ratificar su decisión
de aplicar “tolerancia cero” a los desvíos en la Iglesia. Una actitud
muy diferente a la que mantuvieron sus antecesores en el cargo. Tanto es
así que la prensa católica calificó como “histórico” el encuentro que
Bergoglio mantuvo el pasado 7 de julio con seis víctimas de abusos
sexuales cometidos por miembros del clero. El Papa les pidió “perdón” a
todos ellos tras calificar de “crímenes graves” estos “pecados de
omisión”.
Las disculpas del Papa
El pasado 11 de abril, Jorge Bergoglio también se disculpó por estos
escándalos que han enturbiado la imagen de la Iglesia Católica ante la
Oficina Internacional Católica de la Infancia (BICE).