La
Salle Premià es un escenario principal de los abusos
cometidos por Linares. Allí empezaron tocamientos y
violaciones a decenas de alumnos que siguieron a lo
largo de casi cuatro décadas. El escritor Alejandro
Palomas explicó públicamente los abusos a los que lo
sometió Linares entre 1975 y 1977. Su familia lo
denunció a la dirección de la época, pero esta ni
siquiera apartó al profesor. La Justicia
archivó en febrero el caso al estar prescritos los
delitos.
La
respuesta de la Salle a las denuncias de las familias
fue trasladar al religioso de colegio en colegio. En
cada centro Linares volvía a cometer nuevos abusos.
Después de Premià, vino La Salle Montcada. Tras conocer
el caso de Palomas, exalumnas de La Salle Montcada
añadieron sus testimonios durante la década de los 80 y
90. Entre ellos, destacan las voces de cuatro
adolescentes que entre 1987 y 1996 fueron sometidas a
acoso, manipulación psicológica y tocamientos por parte
de Linares. Una de ellas incluso lo denunció junto a su
padre a la dirección del momento, en 1996. Pero la
respuesta del centro fue cambiar de clase a la niña.
En
2003, tras una etapa de 18 años en una escuela de la
institución en la localidad de Montcada, tal como deja
constancia él mismo en el libro del centenario, Linares
volvió a Premià como director de la Comunidad –el grupo
de religiosos que residen en el centro– y se ocupó de
nuevo de la enfermería. Tenía entonces algo más de 70
años y siguió abusando de alumnas. Hoy el religioso
tiene más de 90 años y vive en una residencia de La
Salle en Cambrils (Tarragona).
Hasta
cuándo permaneció Linares en La Salle Premià antes de
jubilarse en Cambrils no está del todo claro. En el
libro del centenario sí aparece que fue homenajeado por
su 50 aniversario al servicio de la institución, una
“inolvidable fiesta” con amigos y hermanos que al
parecer se celebró en 2010. En 2013, además, tocó la
Lotería en el club de fútbol de la escuela, del que él
era el gran valedor, y apareció en la prensa como el
religioso que había repartido la suerte en Premià de
Mar.
Premià, única investigación abierta a Linares
La
Fiscalía de Mataró es la única que mantiene abiertas
diligencias por los abusos de Linares, en su caso
cometidos en el centro de Premià. El resto de
investigaciones ya se han cerrado porque los delitos
contra la libertad sexual de los menores cometidos por
Linares han prescrito, lo que impide actuar contra el
religioso.
Ello
no implica que el Ministerio Público no haya escuchado a
las víctimas. Tras entrevistarse con cuatro jóvenes
abusados por Linares en Montcada durante los 80 y los 90
del siglo pasado,
la Fiscalía de Sabadell, competente para lo ocurridos en
esta ciudad del Vallès, concluyó que los hechos
“serían constitutivos de cuatro delitos de abusos
sexuales a menores de edad [...] de haberse perpetrado
bajo la regulación actual”. Pero como tuvieron lugar
entre 1987 y 1996, quedaron prescritos.
El
pasado mes de febrero, la Fiscalía informó que mantenía
abiertas 68 investigaciones por abusos en instituciones
religiosas en toda España. La estadística incluye no
solo los ocurridos en el seno de la Iglesia católica
sino también, por ejemplo, en colegios religiosos o en
el seno de otras congregaciones.
Las
únicas comunidades autónomas donde no se detectaron
investigaciones en marcha fueron Asturias, Cantabria,
Navarra, La Rioja y Extremadura. La que más registró,
con 14 casos, fue la Fiscalía de Catalunya. Madrid
detectó ocho; Galicia, siete y Andalucía, seis. Se trató
de la primera cuantificación oficial que se hace en
nuestro país desde el ámbito judicial ya que ni el
Registro de Penados ni los compendios del Ministerio
Público recogen, hasta ahora, una estadística que
diferencie entre los casos generales de abusos a menores
y los que son cometidos por religiosos o en
instituciones religiosas.
En
paralelo a las pesquisas judiciales, el Defensor del
Pueblo
ha iniciado su propia investigación de los casos de
pederastia en la Iglesia. El órgano encargado de
realizar estas pesquisas contará con expertos en Derecho
y en atención a las víctimas, psicoterapeutas, fiscales
y también estará presente el coordinador del proyecto de
la Archidiócesis de Madrid para asistir a los
denunciantes de abusos. A pesar de que también fueron
invitados a participar, los obispos se han desmarcado de
la actuación del Defensor del Pueblo y han optado por
llevar a cabo una auditoría particular liderada por el
despacho de abogados
Cremades & Calvo Sotelo, presidido por Javier
Cremades, miembro del Opus Dei.