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"Esto es solo la punta del iceberg", el testimonio de antiguos alumnos de
Maristas que denuncian abusos sexuales de un profesor
Tres denunciantes explican a
Granada Hoy sus recuerdos de aquellos años y aseguran que el centro
se acaba de poner ahora en contacto con ellos. Piden que se depuren
responsabilidades y que otros afectados más jóvenes den el paso
"Esto es solo la punta del iceberg", el testimonio de
antiguos alumnos de Maristas que denuncian abusos sexuales de un
profesor / G. H.
Tomás Serrano
30 de julio 2021
Tres antiguos alumnos del
colegio Maristas de Granada que
denuncian haber sufrido
abusos sexuales durante su
infancia por parte de un profesor han hablado con
Granada Hoy sobre sus
experiencias. Todos coinciden en que el centro se ha puesto
ahora en contacto con ellos para
disculparse por los supuestos abusos que sufrieron y colaborar en la
búsqueda de más casos relacionados.
El escritor
Ernesto Pérez Zúñiga, una de las
víctimas de los presuntos abusos sexuales, denunció ante el colegio y las
autoridades su caso hace años. Después de eso
"jamás se habían reunido conmigo,
el primer acercamiento que he tenido ha sido hoy (por ayer), que he recibido
un correo del departamento provincial de Maristas de protección al menor en
el que me han pedido perdón y me proponen
hablar”.
El escritor, que contó su experiencia sin
dar nombres en la novela
Escarcha (2018) explica que el
hecho de que desde el centro se hayan puesto en contacto con él "es algo que
me ha dado mucha alegría, porque Escarcha
se leyó en el colegio, me consta que por antiguos profesores, en la novela
se contaba todo, y entonces esperaba que alguien del colegio me contactara,
no quería armar un escándalo”.
"La sensación que tengo es que aquí ha
prevalecido la protección de un profesor, que según me dicen, ha estado
dando clase sin título durante muchos años, y lo han protegido”, explica
Pérez Zúñiga, que insiste en la importancia de "hacerlo público y contarlo
para que se cree conciencia", al igual que
su compañero J. A. R. A. , otro afectado por los supuestos abusos de
Guillermo García, alias Willy,
que cree que lo que ahora está saliendo a la luz "es sólo la punta del iceberg".
El profesor no se jubiló hasta el año 2019 y, además, "sabemos que estuvo
organizando campamentos, al menos, hasta el año 2013, porque lo he visto en
vídeos". Por eso, los denunciantes hacen un llamamiento a posibles afectados
de los abusos para que "no pase como con nosotros, puesto que después de
tantos años el delito ha prescrito".
"Conozco a amigos que lo han pasado muy
mal, hasta nueve casos más, lo que pretendo es que se depuren
responsabilidades, a él primero y también los que le permitieron seguir
dando clase y hacer campamentos"
especifica J. A. R. A. , que hace hincapié en que no existe intención alguna
de dañar a la institución puesto que "le tengo un profundo cariño a mi
colegio, no quiero hacer un espectáculo mediático, lo único que quiero es
que si todavía hay personas que no han presentado una denuncia lo hagan,
porque el delito podría no haber prescrito en estos casos".
Manuel
Garach Gómez fue el primero de los afectados en pronunciarse
públicamente estos días y también ha sido contactado por el centro, a lo que
Garach ha respondido pidiendo que
"rectifiquen el comunicado", puesto que considera que hay algunas
inexactitudes en este. El colegio emitió el miércoles una disculpa pública
por los daños causados explicando que tan sólo eran conscientes de uno de
los casos y que, tras una investigación conjunta entre afectados,
autoridades y profesorado no se logró sacar nada en claro.
Garach exlica a este periódico que
en ningún momento la institución se puso en
contacto con él o alguno de los presuntos agredidos que conoce,
además de que el presunto abusador "siguió
dando clase y ligado a la organización de los campamentos". Garach
también destaca la imperante necesidad de que las víctimas se pronuncien
para crear conciencia sobre este tipo de abusos y apunta que "yo lo hice por
conciencia social y como verdad sólo hay una,
tenemos que meternos en el mismo barco,
si ellos colaboran, estupendo". "Agradezco que se hayan puesto en contacto
conmigo, pero me pregunto por qué no me han contactado antes", dice Garach
en relación a los responsables del centro Maristas.
Recientemente ha rebrotado el escándalo de
los presuntos abusos sexuales a menores de edad por parte del docente y
monitor conocido como Willy
durante los campamentos de Maristas y en reuniones en casa del docente, que
habría usado como método la cercanía
personal y la creación de un grupo social para obligar a los
jóvenes a ser parte de este y temer el rechazo de sus amigos en caso de
pronunciarse. Según el relato común de los denunciantes, la técnica que le
permitió abusar de los jóvenes a sus diez y doce años de edad, ahora se
habría vuelto en su contra, puesto que la
unión entre los antiguos alumnos del centro les ha permitido
conocer sus casos, que sucedían en paralelo
pero ellos lo desconocían hasta pasados unos años.
Pérez
Zúñiga descubrió hace unos días el relato de Manuel Garach Gómez,
un antiguo alumno al que le había sucedido lo mismo con tan sólo diez años,
así que se sumó a las denuncias públicas. Pero él ya había comunicado este
asunto años atrás. "Yo hablé con el
director del colegio de los Maristas sobre el año 90 o 91, después del
último campamento de Ademar. Yo no participé en él. Pero amigos
míos sí. Se armó un escándalo en el
campamento. Y yo, que tenía muy buena relación con el colegio,
hablé con el director".
Cuando acabó la carrera,
lo llamaron para una sustitución en el
colegio. Pero allí se encontró con
el profesor. "Después, misteriosamente
rescindieron mi contrato a los dos
días. Y me fui entonces a Cádiz y luego a Madrid". Ahora es cuando ha vuelto
a hablar de este asunto, al conocer los otros testimonios que publicó el
diario El País hace unos días.
Los
portavoces de la provincia mediterránea de Maristas aseguraron no haber
recibido ninguna denuncia. La institución emitió un comunicado el miércoles
en el que se disculpaba por lo sucedido, aunque limitaba mucho el
conocimiento del asunto. Tras la explosión mediática del caso estos días y
la publicación de una disculpa, la institución se ha puesto
en contacto con los afectados para ofrecer
su colaboración.
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