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Francisco ordena cerrar el seminario de los monaguillos del Papa en medio del
escandaloso juicio por abusos sexuales
El preseminario San Pío X sale de los muros
vaticanos en mitad del juicio contra dos sacerdotes por abusos y
encubrimiento en el centro formativo de donde salían los jóvenes que
acompañan a Bergoglio en sus liturgias en San Pedro

El Papa, con los monaguillos del Vaticano
Jesús Bastante en
religiondigital.com, 28 de mayo 2021
Francisco
cierra el preseminario vaticano San Pío X, conocido como el seminario de los
monaguillos del Papa –de ahí salen los chicos que participan en las
ceremonias presididas por el pontífice en San Pedro–, en pleno juicio por el
escándalo de abusos a menores en el centro. Un juicio que se está
celebrando, por primera vez, en el interior de los muros vaticanos.
La
expectación mediática generada por el juicio, que se puede seguir en
directo, ha llevado a habilitar para la celebración de la próxima vista, el
7 de junio, una sala de los Museos Vaticanos.
Consciente de la repercusión del caso, y de las atrocidades que se están
revelando, Bergoglio ha tomado la decisión de trasladar el centro de
estudios, fundado por Pío XII en 1956, "a un lugar fuera del Vaticano",
según ha confirmado la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El Papa
comunicó al rector, Angelo Magistrelli, "la decisión de que el Preseminario,
a partir del próximo mes de septiembre, traslade su sede fuera de la Ciudad
del Vaticano, a un lugar conveniente", añade la Oficina de Prensa, que no
cita en ningún momento el proceso judicial que se está llevando a cabo, y
que implica al ex rector, Enrico Radice, acusado de complicidad, y a
Gabriele Martinelli, formador y quien supuestamente llevó a cabo los abusos
contra varios menores.
Garantizar la seguridad
de los menores
El
objetivo de la decisión del Papa es, aseguran, garantizar la seguridad de
los menores y evitar exposiciones a situaciones ambiguas o al morbo
informativo que está surgiendo de las declaraciones en el juicio contra
Martinelli y Radice.
Durante
las vistas se están escuchando testimonios espeluznantes, como el del
exmonaguillo polaco Kamil Jarzembowski, quien confirmó los abusos sufridos
por su compañero de habitación a manos de Martinelli, y que aseguró que
valoró suicidarse. En concreto, Jarzembowski aseguró haber visto, entre 2011
y 2012, "decenas de relaciones sexuales" entre el formador y el menor. "A
veces L.G lo rechazaba y otras lo sufría pasivamente, quieto como un
tronco".
El joven
escribió, sin éxito, al obispo de Como (Italia) pidiendo ayuda, y relató que
se escapó del centro de madrugada en diciembre de 2013: "Mi intención era
suicidarme. Me faltaba un año y medio para terminar pero pensé 'O enloquezco
o me suicido". Además, confirmó que sentía resentimiento hacia la
"arrogancia" de Martinelli porque era quien asignaba los roles de los
monaguillos en las misas de la basílica de San Pedro y abusaba de su
influencia: "Lo sabían hasta las piedras que si te metías con él, lo hacías
con el rector Radice".
Un "ambiente insano" de
tocamientos y presiones
¿Qué
ocurría en el preseminario San Pío X del Vaticano? Según muchos de sus
exalumnos, un "ambiente insano" de tocamientos sexuales y presiones
psicológicas que sus superiores conocían, y que no hicieron nada por
detener. Así, durante el juicio se habló de "relaciones carnales, actos de
sodomía y masturbación". Tres de ellos, Andrea Spinato, de 31 años;
Christian Gilles Donghi, de 34, que estuvo un solo mes en el centro, y
Alessandro Flaminio Ottaviani, de 34, ratificaron las denuncias.
Ottaviani
aseguró haber visto a Martinelli "tocar las partes íntimas" de otro alumno,
mientras que Spinato habló de "toqueteos" a los más jóvenes, pero
genéricamente, sin aportar detalles. Spinato, que estudió en el preseminario
entre 2000 y 2008, aseguró que el imputado Martinelli tenía un "rol
dominante muy fuerte" gracias al rector y que su "actitud homosexual" era
notoria.
A la
víctima, L.G, la describió como alguien "extremadamente creíble", pero
también muy "frágil" por sus problemas familiares. Aunque no asistió
directamente a los presuntos abusos de Martinelli hacia la víctima, confirmó
que había "comportamientos inapropiados" como "tocamientos" en los momentos
de asueto de los muchachos, aunque "siempre vestidos".
Por su
parte, el testigo Gilles Donghi solo estuvo un mes en el preseminario porque
se dio cuenta "inmediatamente" de que no era el lugar idóneo. Aseguró que
fue "una experiencia lacerante" y abandonó el camino sacerdotal. Añadió
que fue el cardenal Angelo Comastri –anterior responsable del Vicariato de
Roma– quien evitó la destitución de Radice alegando que eran "falsedades".
Flaviano
Ottaviani también denunció "presiones psicológicas" y "bromas frecuentes de
tipo homosexual" y, aunque nunca vio relaciones sexuales entre el acusado y
la presunta víctima, en una ocasión vio a Martinelli tocar las partes
íntimas de otro preseminarista, Andrea Garzola, con el que había congeniado.
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