Imagen de archivo de Ghislaine Maxwell besando en la
mejilla al millonario estadounidenese Jeffrey Epstein /
EUROPA PRESS
Jorge Fuentelsaz / EFE
28 de junio 2022
La británica
Ghislaine Maxwell,
examante y mano derecha del financiero Jeffrey Epstein, fue
condenada este martes a 20 años de cárcel después de que el pasado
diciembre un tribunal la declarara culpable de cinco cargos relacionados
con el tráfico sexual de chicas menores de edad reclutadas para Epstein.
La juez Alison Nathan
pronunció la condena tras escuchar el alegato de la Fiscalía, que
solicitaba entre 30 y 55 años de cárcel, y de la defensa, que pedía
una sentencia "apropiada" que estuviera "muy por debajo" del rango
presentado por el Gobierno.
Maxwell dijo hoy en el
tribunal que reconocía el dolor de las víctimas, pero no pidió perdón.
En sus únicas palabras pronunciadas durante el juicio, Maxwell
expresó su "empatía" por las víctimas y aseguró que de lo que más se
arrepentía en su vida era de haber conocido a Epstein, a quien calificó
de manipulador y que, según ella, debería ser el que estuviera
respondiendo ante las víctimas.
"Lamento el dolor
que han experimentado", dijo, dirigiéndose a todas ellas y
comunicando su deseo de que su encarcelamiento les ayude a cerrar una
etapa.
Sin embargo, como la
juez hizo notar antes de leer la sentencia, Maxwell ni pidió perdón por
sus actos ni mostró arrepentimiento cuando se dirigió a la togada
y a las víctimas, varias de ellas presentes en la sala y que también
recordaron de viva voz los traumas psicológicos que todavía
arrastran veinte años después de haber sido víctimas de Epstein y
Maxwell.
"He estado lidiando
con el miedo y la ansiedad continuos de que Epstein y Maxwell me harían
daño (...). Frecuentemente me sorprenden los recuerdos y me despierto
con sudor frío de las pesadillas. Siempre estoy vigilante, sufro
cambios de humor dramáticos y evito ciertos lugares, situaciones y
personas", relató Sara Ransome, una de las víctimas que tomó la palabra.
Además de Ransome
hablaron más víctimas: Annie Farmer y otra identificada como "Kate".
Virginia Giuffre,
que ha acusado al
Príncipe Andrés de abuso sexual tras ser víctima de tráfico por Epstein,
dijo a Maxwell en un mensaje leído por su representante: "Quiero dejar
una cosa clara. Jeffrey Epstein es un terrible pedófilo, sin lugar a
dudas; pero nunca lo hubiera conocido si no hubiera sido por ti".
Antes de pronunciar la
sentencia, la magistrada, que le impuso una multa de 750.000 dólares,
también quiso hacer hincapié en que en este juicio no se estaba juzgando
a Epstein, como ha intentado justificar la defensa, sino a Maxwell por
sus propios delitos, "por su papel" en una actividad criminal.
La defensa de la
británica, que presentó cartas de sus hermanos y hermanas en favor de la
acusada, defendía que la propia Maxwell había sido una víctima de
Epstein y que se arrepentía de haberlo conocido.
"Es el mayor error que
cometió en su vida y nunca se volverá a repetir", escribió su abogada
Bobbi Sternheim en un documento remitido a la jueza antes de la
vista, durante la que también describió la infancia de Maxwell como
"difícil y traumática" debido a la personalidad narcisista, exigente
y sobreprotectora de su padre, el difunto magnate de los medios
británicos Robert Maxwell.
Los letrados
sugirieron a lo largo del juicio que el proceso contra su cliente
respondía al fracaso del procesamiento contra Epstein, que se suicidó en
prisión en 2019.
Maxwell, de 60 años,
fue condenada el 29 de diciembre por cinco de los seis cargos a los
que se enfrentaba, incluido el de tráfico sexual, después de un
juicio que se prolongó por espacio de un mes y en el que los testigos
declararon que ayudó a Epstein a reclutar, preparar y abusar de niñas
menores de edad.
Durante el proceso,
los fiscales alegaron que Maxwell elegía a chicas "menores, bonitas y
vulnerables", con familias en situación difícil, siempre con un
padre ausente, y las seducía con su estilo "sofisticado" hasta
llevarlas, siempre sin compañía, hasta las mansiones de Epstein.
Cuatro supuestas
víctimas ofrecieron su testimonio durante el proceso para narrar cómo
Maxwell se había ganado su confianza y cómo las había seducido hasta
caer en las garras del multimillonario; pero sobre todo para
revelar las heridas que han arrastrado toda su vida.
El equipo de abogados
de Maxwell también intentó sin éxito la repetición del juicio, después
de que se conociera que uno de los miembros del jurado había mentido
durante el proceso de selección al decir que no había sufrido abusos
sexuales durante su infancia.
Tras una larga
polémica, que concluyó con el interrogatorio público de dicho miembro
del jurado, quien reconoció haber mentido pero no deliberadamente, la
jueza que preside el juicio rechazó la petición de la defensa.