La decisión
desató un escándalo, justo el día en que se conmemora el quinto
aniversario del movimiento 'Ni una menos' contra las violencias
machistas.
3 de junio 2020
El 17 de septiembre de
2012, una adolescente de 16 años se fue de vacaciones junto con
siete amigas a una playa de la provincia de Chubut, en el sur de
Argentina.
Dos jóvenes que conocían
las invitaron a una fiesta en su casa. Una vez ahí, la adolescente
perdió la conciencia y, un rato más tarde, una de sus amigas
la encontró en una habitación mientras era violada por cuatro
hombres. Otros dos cuidaban la puerta para evitar que
fueran descubiertos.
La adolescente entró en
estado de shock. Gritó. La fiesta terminó. Al volver a su ciudad
natal, a pocos kilómetros de la plata, la víctima intentó
suicidarse. Luego, comenzó a ser presionada por los
violadores para que no los denunciara. El hostigamiento la obligó a
mudarse de ciudad. Desde entonces está en tratamiento psicológico y
psiquiátrico.
Esta historia la contó
la víctima el 20 de enero de 2019, a través de un post de la cuenta
del colectivo feminista Las Magdalenas. Para entonces, ya habían
pasado siete desde la violación.
"Gracias a todo este
tiempo de intentar sanar es que hoy me siento lo suficientemente
fuerte para poder contar mi historia. Que se sepa qué tipo de
personas son, que durante todos estos años siguieron sus vidas
impunemente, mientras yo no tengo estabilidad emocional. Hoy
tengo una red de contención enorme. No tengo miedo. No me calló más",
escribió al anunciar que iniciaría un proceso judicial.
En el post, la joven
puso las fotos y los nombres de los violadores y sus cómplices. Así
fue como Ezequiel Quintana, Leo Del Villar, Luciano
Mallemaci, Robertino Viglioni, Tomás Soriano y Joaquín Pérez fueron
bautizados como 'La manada', definición que ya se ha
aplicado a grupos de violadores en otros países.
Durante la
investigación, Soriano quedó sobreseído porque era menor de edad al
momento de haber participado en la violación. Pérez también quedó
fuera de las imputaciones al colaborar como 'arrepentido'.
El fallo
Más de 60 testigos
confirmaron los hechos a lo largo de las audiencias. Pero la
sorpresa llegó este martes, cuando El
Diario, un medio de comunicación de Chubut, dio a conocer la
decisión del fiscal Fernando Rivarola, quien redujo la calificación
del crimen, que pasó de 'abuso sexual gravemente ultrajante con
acceso carnal agravado por la participación de dos o más personas' a
'abuso sexual simple', lo que implica que sólo podrán sufrir
una pena de tres años de prisión 'en suspenso'. Es decir, que no
irán a la cárcel.
La decisión también
ordena el sobreseimiento de Viglioni. Es decir, que de los seis
acusados por la víctima, ya sólo tres de ellos, Quintana, Del Villar
y Mallemaci llegarán a un juicio en el que el fiscal, que es el
representante del Estado, pedirá penas mínimas que les permitirían
seguir en libertad.
Según el fiscal,
se trató de un 'accionar doloso de desahogo sexual', una
polémica figura legal que minimiza las violaciones y que, de acuerdo
con los colectivos feministas, forma parte del espíritu patriarcal
con el que se han diseñado las leyes.
Ahora la decisión
quedará en manos del juez Marcelo Nieto Di Base, quien aceptará o
rechazará el acuerdo al que llegaron los defensores de los
violadores y el fiscal, y que, además de la condena que en realidad
no es tal, también solicitan un juicio abreviado.
El repudió a Rivarola se
viralizó de inmediato en redes sociales, en donde se llevó a cabo
una jornada de activismo se conmemora el quinto aniversario del
inicio del movimiento argentino 'Ni
una menos', el cual que fue un parteaguas para las luchas
feministas a nivel internacional.