Las
víctimas llevaban ocho años luchando para que se conocieran los
abusos sexuales perpetrados por varios curas de la Archidiócesis de
Chicago y, por fin, lo han conseguido este martes. La mayoría de los
actos vejatorios que se explican
en las más de 6.000 páginas ocurrieron hace décadas, y muchos de
los sacerdotes implicados nunca fueron juzgados.
La
acción judicial no tiene precedente en la ciudad y sigue la estela
de otras diócesis que muestran
cómo la Iglesia Romana Católica ha ocultado los abusos a menores,
protegiendo a sus clérigos y evitando reportar estos incidentes a
las autoridades pertinentes. La documentación ha sido publicada
gracias a un convenio alcanzado entre abogados, víctimas y la
archidiócesis.
La
documentación se refiere a 30 religiosos, aunque las víctimas han
denunciado durante este tiempo a 65, y contienen nuevos detalles y
entresijos que narran cómo la tercera archidiócesis más grande de la
nación ocultó las acciones de sus curas trasladándolos de iglesia a
iglesia para no denunciar su comportamiento.
Los oficiales de la Iglesia Romana Católica creyeron que los
abusadores podían ser curados con consejo clínico y algunos obispos
actuaron como ciegos dándoles segundas oportunidades y otorgándoles
el perdón, según los documentos. Además, en estos se incluyen
comunicaciones internas entre miembros de la Iglesia; testimonios
acerca de los actos vejatorios concretos; reuniones para hablar de
los casos, y cartas de curas arrepentidos, entre otros. No aparece
ningún nombre, la información está protegida bajo las leyes de salud
mental de EE UU, informa AP.
“Dentro de lo doloroso que puede ser mostrar el pasado, esta acción
es parte de la transparencia con la que la Archidiócesis quiere
estar comprometida. Pido perdón a todos los que han sufrido por
estas violaciones y este escándalo”,
explicó el cardenal Francis George, arzobispo de Chicago, cuando
anunció en rueda de prensa la semana pasada que la documentación iba
a ser publicada. “Esperemos que estos incidentes sean parte del
pasado”, concluyó.
“Los
incidentes son anteriores a 1988, y no después de 1996”, sostuvo
George en una entrevista el pasado domingo. A pesar de sus buenas
intenciones, enfatiza el Chicago Tribune, George se ha
visto salpicado por este tipo de incidentes durante su mandato. Y
hay abusos que ocurrieron después de su nombramiento, en 1997 como
arzobispo, que están incluidos en la documentación.
“El
problema no es cuándo sucedió el abuso, el problema es cuándo fue
denunciado”, ha explicado
el abogado Marc Pearlman, que representa
a más de 200 víctimas en el área de Chicago, a The
Washington Post.
En
2008, el arzobispo, como parte de una demanda civil,
admitió haber ocultado tres casos: el del reverendo Joseph
Bennett –acusado de abusar sexualmente de dos hermanas entre 1967 y
1973-; el del cardenal Norbert Maday –que fue encarcelado en
Wisconsin en 1994 tras acosar sexualmente a dos niños-, y el de
David McCormack, que fue declarado culpable en el año 2007 de abusar
de cinco niños y cuyo caso propició una disculpa por parte de George
y una investigación interna de cómo la archidiócesis respondía este
tipo de incidentes.
Mientras que el caso de McCormack no está en los miles de documentos
publicados este martes, los de Maday y Bennett sí aparecen
mostrando, en más de 500 páginas, cómo el arzobispo respondió a las
acusaciones sobre ellos. De acuerdo con los documentos, más de una
docena de denuncias recayeron sobre él tras abandonar la
archidiócesis.