En una
carta publicada dentro de un
blog del diario The New York Times, Dylan Farrow, hija
adoptiva de Woody Allen, relata los supuestos abusos sexuales a los
que la sometió su padre cuando ella tenía siete años. Esta es la
primera vez que la joven, que hoy tiene 28 años, ha hablado
públicamente sobre el supuesto abuso y que
salió a la luz en el año 1993 tras la tormentosa separación del
cineasta y la actriz Mia Farrow.
La
carta de Farrow detalla un episodio concreto que sucedió cuando ella
contaba siete años y que se repetiría en el futuro. “Me dijo que me
tumbara boca abajo y que jugara con el tren eléctrico de mi hermano.
Entonces me asaltó sexualmente”, escribe Farrow. “Me hablaba mientras
lo hacía”, prosigue la joven con un relato sencillo, alejado del morbo
y aún así muy impactante. “Me susurraba que era una buena niña y que
este sería nuestro secreto, prometiéndome que iríamos a París y sería
una estrella del cine”. “A día de hoy, me resulta muy difícil ver un
tren de juguete”
La
actual misiva de Farrow llega después de las críticas que hizo su
hermano Ronan tras el tributo que recibió Allen en
la última entrega de los Globos de Oro, donde el joven cuestionó
si debía de premiarse a alguien que había cometido este tipo de
abusos. Dylan Farrow pregunta ahora a la actriz Cate Blanchett o al
actor Alec Baldwin que pasaría si el abusado hubiera sido uno de sus
hijos. “¿Y si hubieses sido tú, Emma Stone? ¿O tú, Scarlett Johansson?”,
cuestiona. “Diane Keaton, tú me conociste cuando yo era una niña. ¿Me
has olvidado?”
Farrow
dice que se considera afortunada porque tras años de sufrir los abusos
–que le provocaron desordenes alimenticios y dañarse a sí misma
cortándose- hoy día es una mujer felizmente casada, pero a la que
durante mucho tiempo le resultó imposible que ningún hombre la tocara.
“Me escondía para evitarle pero siempre me encontraba”, explica
respecto a los asaltos de Allen, “siempre pensé que eso era lo que los
padres hacían a sus hijas”, prosigue. “Hasta el incidente del ático”
con el tren", confiesa. “Entonces decidí que no podía guardar más ese
secreto”.
La
joven se lamenta que su silencio haya provocado que Allen pudiera
haber abusado de otras niñas y relata cómo la sociedad le dio la
espalda en detrimento del hombre famoso y respetado, que puso en duda
la versión de la madre, a la que se llegó a acusar de mentir para
dañar al cineasta.
Woody Allen nunca fue acusado en el caso que salió a la luz durante su
divorcio de la actriz Mia Farrow, que llenó páginas y páginas de
los tabloides. El director ha negado siempre las acusaciones. La carta
se publica dentro del
blog del periodista del The New York Times Nicholas Kristof,
que en ocasiones escribe e investiga sobre estos abusos y la trata de
personas. Kristof dice que Allen tiene derecho a la presunción de
inocencia pero que considera que la voz de la joven Farrow debía de
ser oída tras el debate surgido debido al premio de los Golden Globe.
La
última película del director de Manhattan,
Blue Jasmine, está
nominada a tres Oscar, incluido el de mejor guión original, obra de
Allen. “Woody Allen es la prueba viviente de la manera en la que
nuestra sociedad falla a los supervivientes de abusos y asaltos
sexuales”, afirma. Dylan Allen comienza (y termina) su carta
preguntando a los lectores: "¿Cuál es su película favorita de Woody
Allen?”.