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La hija de Woody Allen rompe su silencio y acusa a su padre de abusos sexuales

Dylan Farrow relata por primera vez, en una carta dentro de un blog de 'The New York Times', el abuso sufrido cuando tenía siete años

Yolanda Monge Washington 2 FEB 2014

El director Woody Allen, el pasado agosto en París. / THOMAS SAMSON (AFP)
 

En una carta publicada dentro de un blog del diario The New York Times, Dylan Farrow, hija adoptiva de Woody Allen, relata los supuestos abusos sexuales a los que la sometió su padre cuando ella tenía siete años. Esta es la primera vez que la joven, que hoy tiene 28 años, ha hablado públicamente sobre el supuesto abuso y que salió a la luz en el año 1993 tras la tormentosa separación del cineasta y la actriz Mia Farrow.

La carta de Farrow detalla un episodio concreto que sucedió cuando ella contaba siete años y que se repetiría en el futuro. “Me dijo que me tumbara boca abajo y que jugara con el tren eléctrico de mi hermano. Entonces me asaltó sexualmente”, escribe Farrow. “Me hablaba mientras lo hacía”, prosigue la joven con un relato sencillo, alejado del morbo y aún así muy impactante. “Me susurraba que era una buena niña y que este sería nuestro secreto, prometiéndome que iríamos a París y sería una estrella del cine”. “A día de hoy, me resulta muy difícil ver un tren de juguete”

La actual misiva de Farrow llega después de las críticas que hizo su hermano Ronan tras el tributo que recibió Allen en la última entrega de los Globos de Oro, donde el joven cuestionó si debía de premiarse a alguien que había cometido este tipo de abusos. Dylan Farrow pregunta ahora a la actriz Cate Blanchett o al actor Alec Baldwin que pasaría si el abusado hubiera sido uno de sus hijos. “¿Y si hubieses sido tú, Emma Stone? ¿O tú, Scarlett Johansson?”, cuestiona. “Diane Keaton, tú me conociste cuando yo era una niña. ¿Me has olvidado?”

Farrow dice que se considera afortunada porque tras años de sufrir los abusos –que le provocaron desordenes alimenticios y dañarse a sí misma cortándose- hoy día es una mujer felizmente casada, pero a la que durante mucho tiempo le resultó imposible que ningún hombre la tocara. “Me escondía para evitarle pero siempre me encontraba”, explica respecto a los asaltos de Allen, “siempre pensé que eso era lo que los padres hacían a sus hijas”, prosigue. “Hasta el incidente del ático” con el tren", confiesa. “Entonces decidí que no podía guardar más ese secreto”.

La joven se lamenta que su silencio haya provocado que Allen pudiera haber abusado de otras niñas y relata cómo la sociedad le dio la espalda en detrimento del hombre famoso y respetado, que puso en duda la versión de la madre, a la que se llegó a acusar de mentir para dañar al cineasta.

Woody Allen nunca fue acusado en el caso que salió a la luz durante su divorcio de la actriz Mia Farrow, que llenó páginas y páginas de los tabloides. El director ha negado siempre las acusaciones. La carta se publica dentro del blog del periodista del The New York Times Nicholas Kristof, que en ocasiones escribe e investiga sobre estos abusos y la trata de personas. Kristof dice que Allen tiene derecho a la presunción de inocencia pero que considera que la voz de la joven Farrow debía de ser oída tras el debate surgido debido al premio de los Golden Globe.

La última película del director de Manhattan, Blue Jasmine, está nominada a tres Oscar, incluido el de mejor guión original, obra de Allen. “Woody Allen es la prueba viviente de la manera en la que nuestra sociedad falla a los supervivientes de abusos y asaltos sexuales”, afirma. Dylan Allen comienza (y termina) su carta preguntando a los lectores: "¿Cuál es su película favorita de Woody Allen?”.