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La Voz de Galicia
 

Lugo

Niñas dominicanas son drogadas y formadas en gimnasios para prostituirlas en España

Varias oenegés denunciaron en Lugo qué hay detrás de la explotación sexual

lugo / la voz  20 de septiembre de 2014

«Los tratantes van a las regiones más pobres del país, y a los papás les ofrecen que las niñas van a estudiar y que van a estar mejor, pero lo que hacen en realidad es llevarlas a centros de prostitución para explotarlas y convertirlas en usuarias de drogas, como marihuana, cocaína...». Así de dura es la realidad que expuso ayer por la tarde Nieves Altagracia de la Cruz, directora de la Fundación Centro Nuestra Esperanza de la República Dominicana. La activista intervino a través de videoconferencia en la tercera Xornada sobre a trata de persoas en Galicia, que organizó la Rede Galega contra a Trata en la facultad de Humanidades de Lugo. De la Cruz denunció cómo muchas niñas y adolescentes de familias dominicanas pobres son engañadas y reclutadas por mafias nacionales e internacionales que llegan incluso a formarlas en gimnasios. «Las preparan para llevarlas a países como Polonia, Chile o España para prostituirlas», manifestó.

Pobreza y falta de opciones

En su opinión, la pobreza, la falta de opciones educativas y laborales, la alta tasa de inmigración desde Haití -los dos estados comparten isla- y el hecho de que «se venda» la República Dominicana como destino de turismo sexual están detrás de la lacra. La fundación que dirige lleva dos décadas luchando contra un fenómeno que define como «muy complejo», y aunque ha habido avances, reconoce que queda mucho por hacer porque la zona sigue siendo «muy vulnerable». «Hasta hace poco se castigaba a la víctima en lugar de a los victimarios, pero las organizaciones nos unimos para impulsar una ley que castiga a los tratantes con entre 10 y 15 años de cárcel, aunque la aprobaron demasiado rápido y con errores que se van a modificar», señaló De la Cruz, que también habló de la corrupción judicial y policial. La congregación religiosa a la que pertenece fomenta las casas de acogida para que mujeres retornadas de Europa y Asia «se recuperen». Tras ella intervino la investigadora Leonor Ladrón de Guevara, del grupo Greta.

 

con otra mirada

Ni policías ni guardias civiles

20 de septiembre de 2014  

La Rede Galega contra a Trata brindó ayer en Lugo la posibilidad de acercarse de forma diferente y completa a una lacra que hay que combatir, y que está mucho más cerca de lo que creemos o queremos pensar: la trata de personas. La responsable de una fundación de la República Dominicana que lucha contra la explotación sexual explicó cómo muchas mujeres de su país que venden su cuerpo en clubes, pisos y calles españolas, y también lucenses, son captadas siendo menores con promesas falsas de mafias que se aprovechan, por ejemplo, de que ni ellas ni sus padres pudieron ir mucho a la escuela, o de que pese a su juventud tienen hijos. Llenaron el auditorio trabajadores y educadores sociales, activistas y estudiantes. También estaba la jueza Pilar de Lara, heroína de la operación Carioca. Pero por la tarde, ni rastro de agentes de policía, guardias civiles o sus mandos. Y ellos también trabajan sobre el terreno.