
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/espana/2018/05/17/ninas-vendidas-padres-bulgaria-convertidas-esclavas-sexuales-espana/0003_201805G17P22991.htm
Niñas vendidas por sus padres en
Bulgaria son convertidas en esclavas sexuales en España
La policía detiene a 41 personas y
libera en Madrid a 14 jóvenes, 12 de ellas menores, y otras 4 son
rescatadas en otros países
melchor saiz-pardo madrid / colpisa 17/05/2018
La operación Rocío de la Policía
Nacional y de la Policía Municipal de Madrid ha
revelado que la España del siglo XXI hay niñas esclavas sexuales. Menores,
que en algunos casos no llegan ni a la adolescencia, obligadas a convertirse
en prostitutas o en esposas forzadas, y también ladronas en las calles del
centro de Madrid. Las niñas fueron vendidas a los proxenetas en Bulgaria por
sus propios padres por unos miles de euros.
El operativo policial conjunto ha permitido, hasta ahora, la
detención de 41 personas, todas de nacionalidad búlgara, y la liberación de
catorce jóvenes, doce de ellas menores de edad. Otras cuatro niñas,
secuestradas por este mismo grupo mafioso, han sido liberadas en otros
países europeos.
La operación, que se inició en abril del año pasado cuando en
principio la Policía investigaba solo los robos en comercios por parte de
grupos de países del Este de Europa, ha destapado una historia durísima que
comenzaba cuando los padres de las niñas vendían a las menores a la red. Los
progenitores entregaban a las pequeñas en Bulgaria a los mafiosos a cambio
de dos pagos. El primero, al instante y una cantidad fija. El segundo tenía
un montante variable, que era entregado meses después a los padres en
función de la «pericia» que mostraban las menores robando y su productividad
como prostitutas. Alguna de estas niñas tiene solo trece años. Otras
menores, además de ser obligadas a convertirse en ladronas o trabajadoras
del sexo, fueron forzadas a casarse con miembros de la red. Todo ello con el
beneplácito de los padres, que firmaban las autorizaciones para que las
niñas pudieran viajar de Bulgaria a España.
«Adiestradoras»
Las niñas vivían en «condiciones infrahumanas», en palabras
de los investigadores, hacinadas en pisos-patera vacíos que eran propiedad
de bancos y que okupaba el grupo criminal.
La Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos considera
esclarecidos más de 150 hechos delictivos tras la desarticulación de este
grupo. En los registros de los domicilios ocupados por las víctimas y sus
proxenetas se hallaron infinidad de aparatos electrónicos, sobre todo
artículos de telefonía, además de joyas y otros objetos de valor. En esos
allanamientos también aparecieron cerca de 28 documentos de identidad de
diferentes nacionalidades.
El Ministerio
del Interior destacó la minuciosa organización interna de la red
desarticulada, que contaba con un «estricto reparto de tareas». Desde los
«especialistas» encargados de localizar y ocupar pisos deshabitados, hasta
los «pasadores» que traían a las niñas a España, pasando por
«adiestradoras», que enseñaban a las menores a robar y a prostituirse. El
grupo, además, contaba con una amplia red de «receptadores», encargados de
vender en el mercado negro los artículos robados.
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