Jesús Bastante
3 de julio
2020
El
religioso español, sancionado a cinco años sin poder ejercer
públicamente el ministerio y a no volver a estar con menores
de 30 años por intentar abusar de MGF durante la confesión.
El canon 1387, que se le aplicó al religioso, podría haberle
supuesto la excomunión y la expulsión del sacerdocio
Cociña,
condenado por Doctrina de la Fe por un delito continuado
de 'Solicitación' y varias 'imprudencias' contra otros
denunciantes de varios colegios de la Obra durante años,
a cinco años sin ejercer su ministerio en público, otros
cinco años de atención espiritual únicamente en su
centro (reside en Granada) y la prohibición de atender
pastoralmente a menores de 30 años.
El Opus Dei ya tiene
entre sus filas a un cura numerario abusador, con
sentencia firme del Vaticano y que ha comenzado
a ser efectiva este 30 de junio. Y no un cualquiera,
sino uno de los clérigos más relevantes de la Obra, Manuel
Cociña Abella, que convivió con el mismísimo
Escrivá de Balaguer y que llegó a estar en varias ternas
para convertirse en el primer obispo numerario de
nuestro país.
A sus 72
años, y tras
una investigación adelantada en exclusiva por RD, la
Congregación para la Doctrina de la Fe ha condenado a
Manuel Cociña a cinco años sin ejercer su ministerio en
público, otros cinco años de atención espiritual
únicamente en su centro (reside en Granada) y la
prohibición de atender pastoralmente a menores de 30
años.
Las
víctimas, sin sentencia y sin resarcimiento
La sentencia de 16
folios y que no ha sido entregada a los denunciantes (a
los que tampoco se les ha resarcido económicamente),
responde a un procedimiento administrativo penal, y ha
comenzado a cumplirse este 30 de junio. La causa ha sido
llevada por Doctrina de la Fe, dentro de los delitos más
graves, y considera probado "un delito
continuado de Solicitación" así como "distintas
imprudencias" con varios chicos jóvenes de diferentes
ciudades españolas a lo largo de los últimos 30 años.
Manuel Cociña y Abella, como miembro de la Orden del
Santo Sepulcro
La causa arrancó tras la denuncia de MGF; que
sufrió, hasta en siete ocasiones, tocamientos por parte del
sacerdote mientras vivía en el Colegio Mayor Almonte de
Sevilla. En varias ocasiones, durante la confesión. De
hecho, a Cociña se le condena en virtud del canon 1387: "El
sacerdote que, durante la confesión, o con ocasión o
pretexto de la misma, solicita al penitente a un pecado
contra el sexto mandamiento del Decálogo, debe ser
castigado, según la gravedad del delito, con suspensión,
prohibiciones o privaciones; y, en los casos más graves,
debe ser expulsado del estado clerical". El clérigo del
Opus, por tanto, no ha sido condenado con la pena más grave.
La sentencia, a la que ha tenido acceso RD,
contempla lo siguiente: "Prohibición
durante 5 años de predicar, escuchar confesiones, y
administrar sacramentos y sacramentales, salvo la
Misa en privado (cánones 1336 § 1,3º y 1387 del Código de
Derecho Canónico)". "Cumplido el tiempo de la pena de
prohibición del ejercicio del sacerdocio referida en el n.
1, su actividad pastoral
(confesión, predicación, administración de sacramentos y
sacramentales) quedará limitada al ámbito del Centro de la
Prelatura en el que tiene su domicilio por un
periodo de cinco años", prosigue el fallo de Doctrina de la
Fe, que conmina al religioso "indefinidamente" (por el canon
1319) a no prestar atención pastoral a personas menores de
30 años. Además, también se le han impuesto unas
"penitencias" para reparar el daño causado, que se
desconocen.
Manuel Cociña y Abella, con los nuevos miembros de
la Nobleza del Antiguo Reino de Galicia
Tocamientos tras las confesiones
Todo arrancó en 2002, MGF residía en el Colegio
Mayor Almonte, de Sevilla. A sus recién cumplidos
18 años, formaba parte de la Obra desde 1999. Tras una
confesión, Manuel Cociña abusó de él. Desde noviembre de
2002 hasta julio de 2003 (cuando MGF abandonó la
residencia), y al menos en siete ocasiones, el sacerdote
aprovechaba su situación para “hacerme masajes” que acababan
con tocamientos en los genitales.
Así lo denuncia este joven, hoy casado,
residente en Chile, en la denuncia que presentó en 2018,
después de la visita del Papa Francisco al país andino. No
fue el único: al menos
otras cuatro personas han testimoniado episodios similares.
Y no sólo en Sevilla: también en Barcelona y otras
residencias de la Obra en España.
En octubre de 2018, el actual prelado del
Opus Dei, Fernando Ocáriz, ordenó una investigación,
dirigida por Rafael Rodríguez Ocaña, cuyos resultados se
enviaron en diciembre a la Congregación
para la Doctrina de la Fe, a la sección de delitos más
graves. El interrogatorio a la víctima se llevó a
cabo el 11 de octubre de 2018 en la sede de la Prelatura en
Santiago de Chile, ante un abogado y un notario.
Posteriormente, el prelado viajó a Granada (a
finales de noviembre) y en ese momento se hicieron efectivas
ciertas medidas cautelares. La Oficina del Opus Dei en
España confirma la investigación, que se entregó a Roma en
diciembre, y dichas medidas cautelares para Manuel Cociña,
consistentes en la prohibición de mantener contacto con
menores de 30 años, y la restricción de sus actividades
pastorales al centro en el que reside, en Granada, mientas
la Santa Sede toma una decisión. Tras la sentencia, la Obra
ha preferido -por el momento- no hacer ningún tipo de
declaración.
Opus Dei