La vista preliminar
del caso, donde el acusado presenta su declaración de
culpabilidad o no sobre los cargos y se dictan las medidas
cautelares, se realizó de forma remota en un juzgado de
Manhattan. Maxwell compareció por videoconferencia desde una
cárcel de Brooklyn y el público y las partes participaron
por conferencia telefónica debido a las restricciones por la
pandemia de covid-19. La acusada vestía una camiseta marrón
y llevaba el pelo recogido hacia atrás y gafas, según
Reuters.
Maxwell fue detenida el pasado 2 de julio en una mansión
de New Hampshire de 63 hectáreas que compró en efectivo en
diciembre pasado y donde vivía oculta. Está
acusada de colaborar en incitar a menores para cometer
actos sexuales y de ponerlas a disposición del pedófilo
Jeffrey Epstein. Los
hechos denunciados sucedieron en los años 90. Además,
está acusada de mentir a los investigadores durante su
interrogatorio en la investigación contra Epstein en 2016.
En la denuncia, la fiscalía hace un relato de cómo Maxwell
llevaba a las menores. Para relajarlas y meterlas en
situación, se quedaba en la habitación en la que Epstein
abusaba de ellas.
Hace casi
exactamente un año que Jeffrey Epstein supo en una vista
judicial igual que la de hoy que no volvería a ver la calle.
El 18 de julio del año pasado, un juez federal de Manhattan
denegó su petición de libertad condicional para esperar el
juicio en su mansión del Upper East Side, vigilado por
guardias pagados por él y después de entregar una fianza
millonaria. El juez tuvo en cuenta los testimonios de dos de
las presuntas víctimas para concluir que el abuso sexual era
un tipo de comportamiento que iba a continuar si Epstein
estaba en libertad. Epstein fue enviado a prisión
provisional en el Centro Correccional Metropolitano de
Manhattan. Se suicidó en su celda el 10 de agosto a los 66
años de edad.
La juez Alison
Nathan rechazó los argumentos de la defensa, según la cual
la acusada se había trasladado a la mansión de New Hampshire
para evitar el acoso de la prensa y no porque quisiera
permanecer oculta. Maxwell no tenía razones para huir porque
no estaba acusada de nada, según la defensa. La juez Nathan
admitió todos los argumentos de la fiscalía para mantener a
Maxwell en prisión. Su fortuna, que la propia defensa no fue
capaz de calcular con exactitud; sus conexiones
internacionales; y el hecho de que está acusada de delitos
que pueden llevarla de 10 a 35 años a la cárcel. Si antes no
lo sabía, después de la vista de este martes ya es
perfectamente consciente de qué se le acusa y de la potencia
del caso contra ella.
Además, tiene tres
pasaportes: de EE UU, Reino Unido y Francia. La jueza
mencionó especialmente el pasaporte de Francia, un país que
no extradita a sus nacionales. La defensa argumentó también
que la pandemia de covid-19 aconseja no mantener a la
acusada en prisión, pero la juez rechazó el argumento porque
Maxwell no ha alegado que su edad o una condición médica
particular la hagan especialmente vulnerable.
La actuación de la
defensa de Maxwell hasta ahora revela dos líneas
argumentales de aquí al juicio. Primero, que los crímenes de
los que se le acusa sucedieron hace tanto tiempo (entre 1994
y 1997) que van a ser muy difíciles de investigar. Y también
que está cubierta por el acuerdo al que Epstein llegó con la
fiscalía de Miami en 2007 por el cual quedaban protegidos de
la justicia “todos sus colaboradores”. Aquel acuerdo, que
firmó el entonces fiscal de Miami Alex Acosta, fue muy
polémico y las víctimas de Epstein acusaron a la fiscalía de
estar protegiendo al pedófilo o a otras personas.