“Si
el Papa le ha dado estos vuelos al niñito, estamos
apañados”
Amina Nasser / 1 feb 2015

Composición fotográfica alusiva a las víctimas infantiles
de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes. // FLICKR
“Nos tenemos que preparar, de aquí a
nada nos llaman a declarar”, le dice Francisco José
Campos, exjuez diocesano, a su interlocutor, que la
Policía Judicial no identifica en el sumario. La
conversación tiene lugar el 17 de noviembre, el mismo día
que trascendió la investigación judicial en la que estaban
encartados diez curas diocesanos y dos laicos.
Las escuchas
telefónicas practicadas a los miembros del grupo ‘los
romanones’ por supuestos abusos sexuales a menores duraron
unos pocos días. Los teléfonos fueron intervenidos
el 17 de noviembre, un mes después del inicio de la
investigación penal y de que el propio arzobispo
de Granada, Javier Martínez, pusiera sobre aviso a los
imputados al suspender ‘a divinis’ a tres de los diez
sacerdotes encartados: Román Martínez Velázquez de Castro,
a quien consideran el ‘líder’ del grupo, Manuel Morales
Morales, expárroco de Órgiva, y Francisco José Campos.
De las
conversaciones aparecidas en el sumario, al que ha tenido
acceso
andalucesdiario.es, se deduce que los
imputados pudieron armar con la suficiente antelación una
estrategia para montar su defensa. Casi todos los
diálogos de los imputados se refieren a la investigación
penal, a las citaciones de la Policía Judicial, al
proceder de la Iglesia y del Papa, a las publicaciones de
la prensa sobre el caso, al denunciante principal, D. R.,
de quien dicen que es como el pequeño Nicolás o a la
posible prescripción de los delitos que les imputan.
“HA
ENGATUSADO AL PAPA”
El día 17 de
noviembre, los tres sacerdotes imputados como supuestos
autores de los abusos sexuales estaban en Salamanca.
-“Teneis que estar
tranquilos. No han salido nombres, no hay nada de
nombres”, le dice Francisco José Campos a su familia.
-“Si lo mejor que
puede pasar es ya que podamos hablar nosotros y que
podamos defendemos, que ahora van a ser, lo mismo hoy, que
mañana, dos días de noticias que yo os aconsejo
que no las veáis para que no os pongáis peor, y
ya está, y ya está, que éste ya sabéis que es un
delincuente y que además, ha engatusado, por desgracia al
Papa…”
En esa conversación,
Campos le pide a sus familiares que estén tranquilos, que
están en Salamanca para hablar con los profesores de allí,
que ya les habían dicho que era previsible que el tema
“podía saltar”.
-“ Y ha salido y ya
está, y la prensa le da a esto mucha trascendencia, pero
ya está, no os agobiéis”.
-“Es que me cago en
sus muertos, hijos de puta, blasfemos, que son
unos hijos de puta y unos blasfemos”, comenta su
interlocutor, a quien este diario prefiere no identificar
al no ser objeto de la causa penal.
En su respuesta, el
exjuez diocesano se refiere al denunciante principal, el
joven D. R., que denunció los supuestos abusos al Papa, al
arzobispo de Granada y a la Fiscalía.
“VAMOS A
MOVER LOS HILOS QUE TENEMOS QUE MOVER”
-“…Sabemos que es un
delincuente que quiere hacemos daño…y gente que le ha dado
crédito, no deberían de haberle dado crédito y más sin
contrastar las noticias, sin haber hablado con nosotros …
además tiene malas ideas y quiere hacer daño, pues tiene
muchos medios y él se ha ido donde sabe que puede hacer
daño, pero bueno, nosotros estamos en buenas manos y vamos
a mover los hilos que tenemos que mover, pero por los
cauces que hay que hacerlo… Si nos ponemos
nerviosos, si empezamos a actuar indebidamente, al final
le estamos dando carnaza a la prensa, le estamos
dando carnaza la gente de fuera y esto quien tiene que
decidir en última instancia son los jueces y es la
Iglesia… ahí es donde nosotros estamos moviéndonos ahora”.
De las
conversaciones se desprende que los imputados sospechaban
que sus teléfonos estaban intervenidos. En varias
ocasiones afirman que no pueden hablar más por teléfono y,
de hecho, alguien les advierte de que los teléfonos podían
estar ‘pinchados’.
-“Estamos en
Salamanca, hemos venido a ver al abogado este canónico y
hablar un poco con él… viendo un poco cómo plantear las
cosas…”, explica Campos a un miembro de su familia, con
quien habla de las filtraciones a la prensa.
“COMO EL
PEQUEÑO NICOLÁS”
-“Este que es un
iluminado, es que es como el pequeño Nicolás… pero es un
delincuente con piel de cordero y que ha enredado al mismo
Papa y a todo el que ha podido…”, comenta en alusión al
joven denunciante.
-“Si el Papa está
detrás de todo esto y le ha dado estos vuelos al niñito,
estamos apañados”, afirma.
En esa conversación,
parece haberse gestado la idea de movilizar a su gente
para escribir cartas de apoyo a los imputados dirigidas al
Papa.
-“El Papa ha leído
su carta y lo ha llamado por teléfono” (en referencia al
denunciante), ¿Por qué las personas que se sienten también
víctimas de esta situación y de un juego sucio, no tienen
derecho a que se las escuche?, reflexiona Campos con su
interlocutora.
“LO DICE
HASTA EL SUBDELEGADO DEL GOBIERNO”
Al día siguiente, el
exjuez diocesano llama a uno de los miembros del grupo:
-“Estamos de camino,
vamos por Despeñaperros, se habla incluso de que no se
descartan detenciones inmediatas, estamos asustados, lo
dice hasta el Subdelegado del Gobierno, me parece
increíble que la Policía venga a por nosotros a nuestro
domicilio”.
Su interlocutor lo
tranquiliza, le dice que no se fíe de la prensa, que hay
que llamar a su abogado.
En otro momento, lo
llama un miembro del grupo para comunicarle que la Policía
judicial ha citado a uno de ellos para declarar:
-“Que se vaya para
allá y ya está, que sea prudente… Dile que esté
tranquilo, que sea natural, y ya está… y que no
tiene obligación de contestar todas las preguntas,
y si no sabe o no se acuerda pues ya está”.
EL PAPA
“HA SIDO EL QUE LO HA LIADO TODO”
En una de las
llamadas que recibe, Campos explica a su interlocutora que
están citando a declarar a varios miembros del grupo.
Hablan de cómo se están cebando con ellos los medios de
comunicación, del comportamiento del Papa, de quien dicen
“que ha sido el que lo ha liado todo por responder a la
carta de ese tío”.
-“El mismo Papa ha
metido la pata dándole su apoyo a una persona que ni
conoce, que te ha venido con una carta de cinco folios,
que pueden ser totalmente inventados, por
muy coherente que le parezca a usted su argumentación,
pero ese señor es un pequeño Nicolás, es un delincuente de
guante blanco…”
-“Es un lobo con
piel de cordero…”, responde su interlocutora.
-“Este hombre tiene
una cosa que es lo que nos está matando; que vivió un año
con nosotros… y tu sabes cómo vivimos, que vivimos como
una familia…lo nuestro no es un seminario que cada uno
tiene su habitación. No… compartimos las habitaciones,
tenemos una vida de familia, tenemos la piscina allí en la
casa, nos bañamos allí…O sea, él conoce al detalle nuestra
vida. Basta que quieras interpretar mal cosas o quieras ir
un poco más allá… Tu puedes darle la vuelta a la
tortilla…Si yo voy diciendo que esto ha pasado, es tu
palabra contra mía…
“SI PIDE
PERDÓN ES QUE YA HA CONDENADO…”
El exjuez diocesano
agrega después:
-“El Papa ha metido
la pata. Si eso lo ha hecho oficialmente, ha violado el
derecho de la Iglesia y humano… porque el Papa le pide
perdón; cuando tú pides perdón eso significa que ha habido
un delito, que ha habido un mal. Él ha pedido perdón en
nombre de la iglesia, con lo cual está reconociendo que ha
habido un mal. Si el Papa, que es es juez supremo
de la Iglesia pide perdón, quiere decir que él ya ha
condenado… ¿Cómo puede haber condenado si no ha
oído a la otra parte?… Eso es un vicio judicial que va
contra el derecho…”
En sucesivas
conversaciones telefónicas son frecuentes las alusiones a
lo que consideran una “metedura del Papa” por llamar al
joven denunciante y pedirle perdón… También aluden a las
“ganas” que le tienen los medios al arzobispo
“porque es un impresentable”, a las propiedades
que les atribuye la prensa, a la presión mediática y a lo
que califican de “linchamiento público”.
“YA NO
SE ARREGLA AUNQUE NOS DECLAREN INOCENTES”
-“Eso ya no se
arregla, aunque nos declaren inocentes, ya el estigma ese
lo vamos a llevar pa to los restos…”, le dice Campos a
otro de sus interlocutores.
-“Esta muy
complicado… Es el Papa pidiendo perdón ha sentenciado”,
afirma después para referirse al joven denunciante:
-“Yo tengo ya muchos
datos… por teléfono no puedo hablar mucho, pero bueno que
alevosía hay de sobra, o sea, entonces
que se ha presentado con piel de cordero y el Papa ha
caído en la trampa…”
Manuel Morales, otro
de los imputados, también cuestiona la actuación del Papa
en las conversaciones que mantiene con sus interlocutores.
Durante la estancia en Salamanca de los tres supuestos
autores de los abusos, otros miembros del grupo llaman a
Román para leerle lo que dice la prensa del caso. Uno de
los que le pone al día es el párroco de Ogíjares, Ángel
Moreno, también miembro del grupo e imputado como presunto
encubridor.
“ESTO HA
COGIDO UNAS MEDIDAS DESPROPORCIONADAS”
-Román:
Dice que la policía está ya para detenernos.
-Ángel:
¡Vamos, vamos, vamos! yo ya…
-Román:
Es demencial.
-Ángel:
El abogado que ni mucho menos, eso te mandan una citación
y…
-Román:
Yo ya no sé por dónde va esto, ya es que ha cogido unas
medidas desproporcionadas.
-Ángel:
Es que esto va a una velocidad enorme. Sí, sí, ¡bueno!
Sabemos que están llamando a gente….
-Román:
¿Cómo?
-Ángel:
Que sabemos que están llamando a gente para declarar, eso
sí lo sabemos.
-Román:
¿Por qué? Porque habéis oído algo.
– Ángel:
Sí, sí, sabemos de unos, ya cuando lleguéis hablamos.
Otros interlocutores
comunican a los miembros del grupo que ya tienen las
cartas preparadas para mandarlas al Papa.
“HACEDLE
LLORAR LA PAPA TAMBIÉN”
-“Sí, y en esas
cartas hacedle llorar al Papa también, ¿vale?”, dice el
expárroco de Órgiva en un diálogo. El mismo cura le pide a
miembros de su familia que escriban su carta al Papa con
palabras y expresiones fuertes, contundentes, pero con
educación. “Que le pidan al Papa que les haga la
misma llamada que le hizo al denunciante”, indica
la transcripción de la conversación recogida en el
sumario.
Las escuchas
telefónicas incluyen las impresiones de algunos curas
imputados tras prestar declaración ante la Policía
Judicial. Así, el párroco de Órgiva, José Gabriel Flores,
llama a Manuel para decirle que todo ha ido bien “y que la
declaración ha sido muy tonta, muy rara y la denuncia
sencilla”.
Durante los días en
que tuvieron los teléfonos intervenidos, los curas, que
aluden en varias ocasiones al posible pinchazo, evidencian
que se han puesto de acuerdo en la línea
argumental de su defensa.
-“…Hemos estado
hablando entre nosotros esta tarde y viendo un poco como
hay que presentar eso”, dice Román en una conversación. “…
Hay que medir muchas cosas, tener en cuenta muchos
detalles, cosas que hay que declarar y recordar y hacer
ver, y poner de relieve y subrayar, es decir todo eso es
lo que queríamos haber hablado, que lo hemos hablado con
los demás pero con él no hemos podido”, señala, en alusión
al primer imputado que fue a declarar.
“LO DE
LAS CARTAS AL PAPA NO LO DIGÁIS”
-“En la Iglesia
tenemos ahora el problemón, es que este muchacho se ha
metido al Papa en el bolsillo, si ahora se pone en
evidencia que el Papa se ha equivocado siendo tan
atolondrado, pues como comprenderás van a tratar de que
eso no pase, ¿y cómo es el modo?. Eliminándonos,
porque el Papa no se puede equivocar”, le dice
Román a una mujer, a la que le comenta que están pensando
que la gente que los conoce le envíe cartas al Papa.
El 28
de noviembre, unos días después de la detención de los
tres sacerdotes y el profesor de Religión y su puesta en
libertad con cargos, el cura Ángel Moreno llama a uno de
los miembros del grupo, quienes comentan que van a llevar
una carta en mano a Roma y dicen que se la juegan
si trasciende que el Papa va a recibir a un familiar de
ellos. Le pide que recopile todas las cartas de
apoyo dirigidas al Papa, pero que no comente con nadie que
las van a enviar. “Me han dicho que como se filtre estamos
muertos, ¿entiendes?”, afirma. Un día después, insiste con
otro interlocutor. “No vayáis a decir nada. ¿Sabes a lo
que me refiero? No quiero decirlo por teléfono. ¿Lo
sabéis, no? Lo de las cartas que no lo digáis a nadie, que
como se filtre se puede echar a perder el negocio”.