RT
15 de enero 2021
MOSCÚ.- La estadounidense Alicia
Kozakiewicz, sobreviviente de uno de los primeros casos de secuestro de
niños relacionados con Internet, detalló este miércoles su experiencia y
relató cómo un depredador en línea se ganó su confianza. Lo contó
durante una entrevista en el programa ‘No Interruption’, de la cadena
Fox Nation, dedicado al caso, que en su momento recibió una amplia
atención en los medios.
“Conocí a alguien en línea que pensé que
era mi amigo, que me comprendía”, recordó. Pero con quien en realidad se
estaba comunicando Kozakiewicz, entonces una adolescente de 13 años, era
con Scott Tyree, un programador informático de 38 que la secuestró y
violó cuando finalmente se conocieron en persona el 1 de enero de 2002.
“Eso es lo que hacen los depredadores.
Buscan encontrar vulnerabilidades en un niño. Y lo siguiente que supe
fue que estaba en un automóvil y ese hombre me apretaba la mano con
tanta fuerza que pensé que se la había roto”, señaló Kozakiewicz, que
actualmente tiene 32 años.
Tyree, quien había viajado a Pittsburgh
para encontrarse con su víctima, la llevó a su casa en Virginia, donde
la mantuvo cautiva durante cuatro días. “Fui violada, golpeada y
torturada en ese sótano”, declaró Kozakiewicz. Sus torturas fueron
transmitidas en vivo por el depredador.
“La gente a menudo me pregunta ‘¿pensaste
que te iba a matar?’ Y no era una cuestión de si iba a hacerlo, sino de
cuándo”, aseveró la mujer.
Kozakiewicz fue rescatada por el FBI
después de que un espectador de la transmisión en línea de Tyree
reconociera a la joven, cuya foto había visto en un anuncio de personas
desaparecidas.
“Soy muy afortunada de que todo se
solucionara, y me rompe el corazón saber que no muchos niños que han
sido secuestrados por desconocidos o han vivido situaciones como la mía
tienen esa oportunidad”, subrayó Kozakiewicz, que después de su
experiencia se convirtió en oradora motivacional, defensora de personas
desaparecidas y experta en seguridad en Internet.
En septiembre de 2003, Tyree fue
sentenciado a prisión y pasó 17 años entre rejas. En febrero de 2019 fue
puesto en libertad condicional y trasladado a una casa en Pittsburgh,
cerca de donde vivían los padres de Kozakiewicz, lo que provocó quejas
por parte de la víctima y su familia. En octubre de 2019, Tyree fue
devuelto a prisión por dos años más por violar los términos de su
libertad condicional.