
7 de abril 2022
VIOLENCIA SEXUAL INFANTIL, ROMPAMOS EL SILENCIO
En 2019, la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), informaba que cada año, más de
4 millones y medio de niñas y niños eran víctimas de abuso sexual en México, lo
que colocaba a México en primer lugar mundial en este delito.
En ese entonces el Colectivo
contra el Maltrato y Abuso Sexual Infantil, manifestó que esa cifra era poco
realista porque sólo es denunciado uno de cada 100 casos de abuso sexual
infantil: “Estas cifras hablan del grave problema que estamos viviendo a
escala nacional. Los principales agresores se encuentran en el seno
familiar: padres biológicos, padrastros, hermanos, abuelos, tíos, sobrinos,
primos… Los abusadores sexuales están en el seno de nuestras familias”,
aseguraba la fundadora y directora de este colectivo, Lizzette Argüello
Rocha.
En este 2022, la Comunidad de
Conocimiento Alumbra, integrada por 50 organizaciones de la sociedad civil y
agencias nacionales, así como por organismos internacionales, en un texto
que tenía como encabezado “Aumentaron 87% los delitos de abuso sexual en los
últimos 5 años; niños, niñas y adolescentes sufren múltiples formas de
violencia sexual”, planteó que la violencia en contra de niñas, niños y
adolescentes en nuestro país “es un fenómeno persistente e invisibilizado” a
pesar de que constituye la expresión más cruda de la vulneración de los
derechos de este sector de la población, y que este problema se ha agravado
durante los últimos años debido al confinamiento obligado por la pandemia
COVID-19.
Esto lo detallan en el
reporte denominado “Violencia Sexual Infantil en México”, en el cual
explican que en 2020 se observó, estadísticamente hablando un menor aumento
en los delitos sexuales, del 1% en comparación con el aumento del 23% en el
año anterior, sin embargo enfatizan que esto no necesariamente significó que
se haya reducido el número de actos delictivos cometidos.
El área de investigación de
Early Institute, subraya en su reporte 2021 que si bien no existe una
sistematización de información que permita conocer directamente una
categorización de edad y sexo de las víctimas entre la población de niñas,
niños y adolescentes, el análisis de diversos fuentes de información pública
y bases de datos de encuestas nacionales permiten conocer la incidencia
delictiva en contra de ese segmento de la población.
Y lo
ejemplifica con los datos del Censo Nacional de Procuración de Justicia
Estatal (CNPJE) 2020,institución que registró 51 mil 273 delitos sexuales
cometidos a las víctimas en carpetas de investigación previas y abiertas
por el Ministerio Público y por el especializado en adolescentes; de las
cuales el 42.4% fueron menores de edad, lo que equivale a 21 mil 717 niñas,
niños y adolescentes, donde el 83% de las víctimas fueron del sexo
femenino.
Una de
las cosas que resalta, es el principal obstáculo con el que se encuentran
para estudiar la violencia sexual infantil, es el subreporte, es decir todos
aquellos delitos que se cometieron pero que nunca se denunciaron, tema en el
que la UNICEF en “Ocultos a plena luz: un análisis estadístico de la
violencia contra los niños” menciona que es entre 30 y 80 por ciento de las
víctimas que no admiten o declaran haber sido víctimas sino hasta la edad
adulta, mientras que muchos otros permanecen en silencio toda su vida, lo
cual impide generar estadísticas precisas.
La
violencia sexual infantil, es uno de los grandes problemas que tenemos que
resolver como sociedad, pero debemos quiénes la están viviendo y quiénes la
están provocando, por eso es necesario alzar la voz, el silencio agrava más
esta situación que diá con día va mermando la vida de nuestros niños, niñas
y adolescentes, a quienes les debemos garantizar vivir una vida libre de
violencia. Por ellos, hoy es de romper el silencio.
Mtra. Rosalía Zeferino Salgado
Asesora en Comunicación Estratégica
e Imagen Pública
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