Actualizado jueves 27/12/2007 20:47 
    
    
    
    ELMUNDO.ES
  
 
   MADRID.- "Puede
  haber menores que sí lo consientan -referiéndose a los abusos- y, de hecho,
  los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente
  de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan".
  Con estas palabras ha descrito el máximo responsable de la Iglesia en
  Tenerife, el obispo Bernardo Álvarez, el grave problema de los abusos a
  menores en una entrevista en el diario local 'La Opinión'.
MADRID.- "Puede
  haber menores que sí lo consientan -referiéndose a los abusos- y, de hecho,
  los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente
  de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan".
  Con estas palabras ha descrito el máximo responsable de la Iglesia en
  Tenerife, el obispo Bernardo Álvarez, el grave problema de los abusos a
  menores en una entrevista en el diario local 'La Opinión'.
  El obispo además compara la homosexualidad con los abusos y, aunque
  asegura que la diferencia entre la homosexualidad y los abusos está clara,
  plantea una pregunta: "¿por qué el abusador de menores es
  enfermo?".
  En cuanto su opinión sobre los homosexuales, Álvarez, pese a que asegura
  respetar esta condición sexual vuelve a mostrar su lado más crítico
  y afirma que "el fenómeno de la homosexualidad es algo que perjudica a
  las personas y a la sociedad".
  Para el obispo, hoy en día "no es políticamente correcto decir que
  es una enfermedad, una carencia, una deformación de la naturaleza propia del
  ser humano. Eso que decía cualquier diccionario de Psiquiatría diez años
  atrás, hoy no se puede decir".
  Además, considera que debido a la homosexualidad "a la larga
  pagaremos las consecuencias como las han pagado otras civilizaciones". Álvarez
  aconseja que para que no se lleguen a estos extremos "hay que
  promover la educación e inculcar los valores de la feminidad y la
  masculinidad".
  A la pregunta de si hay que orientar la homosexualidad, el obispo se
  muestra aún más crítico y afirma que "no se puede dejar a las
  personas libradas a lo que salga (sic), ¿por qué no hacemos lo
  mismo con la violencia o con otros impulsos que tiene el ser humano?".
  Finalmente, asimila (la homosexualidad) a las agresiones sexuales, que
  "la persona practica como puede practicar el abuso de menores".
  Por su parte, el obispado de Tenerife ha explicado que Bernardo Álvarez no
  ha tratado con sus declaraciones de justificar "en ningún caso, un hecho
  tan condenable como es el abuso a menores". En cuanto al resto de las
  declaraciones, el obispado remite únicamente a la entrevista.
  Declaraciones que han abierto una fuerte polémica, sobre todo después de
  que algunas Diócesis de la Iglesia Católica, especialmente en EEUU -Boston, San
  Diego, Los
  Ángeles- e Irlanda -Dublín-, se hayan visto implicadas en graves escándalos
  de pederastia por los que la Iglesia ha llegado a realizar pagos millonarios a
  las víctimas.