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https://www.publico.es/sociedad/oi-grito-desgarrador-mi-hija.html
El brutal relato de una madre cuyo marido acuchilló a su
hija: "Oí el grito desgarrador y luego, el silencio"
El agresor, excompañero sentimental de la expresa Sara
Majarenas, se enfrenta a una condena de 30 años acusado de intentar asesinar a
la hija de ambos en 2017 en la localidad valenciana de Beneifaió.
Stylianos Messinezis ,la expareja sentimental de Sara
Majarenas, a su salida de los juzgados. Jorge Gil - Europa Press
madrid / valència
12/09/2019
público / efe
Desde el módulo de madres del centro penitenciario de
Picassent y a través del teléfono, Sara Majarenas escuchó el grito "desgarrador"
de su hija, tras una fuerte discusión con el padre de la menor, Stytianos M.
Después, solo escuchó la voz del hombre al decirle: "Se está muriendo".
Majarenas ha declarado este martes en la sección primera
de la Audiencia de València, donde se está celebrando el juicio contra su
expareja y padre de la niña, que se enfrenta a 30 años de prisión. Ella lo tiene
claro, el objetivo del hombre era ella, pero al estar en prisión, atacó a su
hija. "Quería hacerme daño a mí", ha declarado.
Stytianos M., en un intento desesperado por declararse
inocente, ha alegado que acuchilló a su hija porque la madre y la familia
materna le "presionaron para cometer el delito" para que así la madre obtuviese
permisos penitenciarios, declaración que todos los testigos han negado.
El hombre apuñaló a su hija por una venganza
Fueron dos las puñaladas que el hombre asestó a su
hija de casi tres años, mientras discutía con su entonces pareja y madre de
la pequeña, con la que vivía habitualmente. Una fue en la espalda y otra
en el costado izquierdo, por lo que la niña profirió un "grito
desgarrador" y luego se hizo el silencio, hasta que Stytianos, continuó con la
conversación para indicarle a la madre: "Se está muriendo".
Minutos después, el padre y agresor, se personó en la
comisaría de la Policía Local de Benifaió, aunque antes llamó al padre de
Majarenas para informarle sobre lo que había hecho y decirle que ese era su
"regalo de cumpleaños", eso sí, confirmando que la niña había fallecido.
El hombre se aseguró de cerrar la casa
A pesar de reconocer los hechos en comisaría, el hombre
dijo no tener las llaves pese haber dejado la casa cerrada, por lo que la
policía se personó en el domicilio con una maza para tratar de derribar la
puerta, pero no lo lograron.
Tampoco pudieron hacerlo mediante el método del "resbalón",
que consiste en deslizar un plástico (habitualmente una radiografía) por el
canto de la puerta, dado que estaba cerrada por dentro.
La niña fue atacada mientras
estaba en el sofá, tapada con una manta y viendo dibujos animados
Finalmente pudieron abrir un hueco en la parte
superior derecha de la puerta y doblar la plancha metálica con la que estaba
rellena lo suficiente como para que un policía local, el más enjuto, se
deslizase en el interior y sacase a la menor para que los médicos la pudiesen
atender.
"Estaba fría y muy blanca, empezó a llorar cuando la
sacábamos, antes no la oímos", ha relatado un guardia civil.
Otro de los agentes ha añadido, sobre cómo se halló la
escena del crimen, que la niña fue atacada mientras estaba en el sofá,
tapada con una manta y viendo "dibujos animados en el ordenador". "Lo sé
porque cuando llegué moví el ratón y se encendió de nuevo", ha recordado.
La agresión dejó secuelas físicas y psíquicas en la
menor
La pequeña sobrevivió a las graves heridas, que le
afectaron al hígado, estómago y un pulmón y que la mantuvieron
hospitalizada durante 37 días, aunque todavía sufre estrés postraumático y
trastorno de ansiedad, por los que recibe tratamiento médico, psicológico y
psiquiátrico.
La
menor todavía sufre estrés postraumático y trastorno de ansiedad, por los que
recibe tratamiento
El fiscal califica estos hechos como un delito de asesinato
en grado de tentativa y otro de lesiones psíquicas, por los que reclama 30
años de prisión, el alejamiento de la víctima no inferior a dos kilómetros
durante 37 años y la prohibición de residencia en el País Vasco por idéntico
periodo, además de la privación de la patria potestad.
Asimismo, reclama una indemnización de 56.750 euros por
las lesiones, las secuelas y los daños morales, más 30.000 euros en concepto de
responsabilidad civil y otros 34.047 euros a la Generalitat por los gastos
sanitarios.
La defensa dice que la acusación es exagerada
El abogado del acusado ha considerado exagerada la
acusación por intento de asesinato, que a su juicio debería ser modificada
por la de lesiones y ha intentado culpar a la madre y a la familia por supuestas
presiones hacia el agresor para que la madre obtuviese beneficios
penitenciarios, hecho negado por todos los testigos. Además ha añadido preguntas
fuera de lugar, relacionadas con el pasado en la banda terrorista ETA de Sara
Majarenas, que en enero de 2017 se encontraba cumpliendo condena.
Pero el presidente de la sala ha considerado improcedentes todas
las preguntas formuladas por el abogado de la defensa en las que se ha
mencionado el pasado terrorista de la madre.
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