Especialista en maltrato infantil
Durante la pasada
semana, veintiséis profesionales de la Enfermería han recibido un
curso para prevenir y detectar maltrato infantil
26.01.14 -
DANIEL ORTIZ | LOGROÑO.
Fernando
Reguera, especialista en maltrato infantil. /E.C.
Las sociedades civilizadas tienen que proteger
siempre a los más desfavorecidos. Velar por quienes se encuentran más
desprotegidos debe ser una máxima innegociable, y si existe un grupo
que no puede defenderse por sí mismo, ese es el de los más pequeños
del hogar. El maltrato infantil, lejos de lo que se pueda pensar, es
una lacra que afecta a uno de cada cinco menores -según cifras de la
National Society for the Prevention of Cruelty to Children de
Manchester- y sus secuelas son crónicas. Para prevenirlo y aprender a
reaccionar ante él, Fernando Reguera ha impartido durante la pasada
semana un curso específico en el Colegio de Enfermería de La Rioja .
-¿Cómo surge la idea de formar a los profesionales de la enfermería
sobre los malos tratos a niños?
-Es un tema en el que a veces no se forma lo suficiente a los
profesionales sanitarios. Es un asunto en el que podrían tener un
papel más importante del que realizan diariamente en su trabajo. Es
importante conocer los protocolos de actuación y qué es lo que puede
llevar a una madre a maltratar o abandonar a su hijo. Trabajamos,
sobre todo, en la vía de la prevención desde la atención primaria y
hospitalaria.
-Cuando hablamos de maltrato infantil, ¿nos referimos estrictamente al
ánimo de dañar a un menor o se tiene también en cuenta la mala praxis
de los padres?
-El tipo de maltrato que más se notifica desde los servicios sociales
es el relativo a la mala praxis de los padres. Hablamos de casos como
permitir a un niño que se intoxique en casa o dejar que sufra
accidentes por estar descuidado. A veces se hace daño a conciencia,
pero la mayoría de los casos se deben a negligencias.
-¿Cómo se llega a maltratar a un niño? ¿Cuáles son los factores que
intervienen en el maltrato?
-Es un problema complejo y está constatado que intervienen múltiples
causas. Existen factores culturales, ya que hay culturas como la
africana o la latinoamericana que se rigen por patrones de crianza en
los que se incurre a menudo en el maltrato. También es importante la
vinculación emocional que se establece entre la madre y el feto
durante el embarazo: el hecho de que el hijo no sea deseado hace mucho
más probable que pueda sufrir malos tratos en el futuro. Que el niño
tenga un temperamento difícil o sufra alguna discapacidad psíquica
también multiplica el riesgo de sufrir maltrato por parte de sus
padres.
-La fragilidad de un menor no es solo física, ¿qué tipo de
consecuencias sufre un niño que ha sido víctima de maltrato infantil?
-Son muy variadas. Hemos estado viendo como muchos niños que han
sufrido abusos sexuales durante el desarrollo presentan conductas
autodestructivas, se automutilan y tienen un sentimiento de
inferioridad. Otros casos derivan en la prostitución o la
drogadicción. Si el maltrato se sufre durante los dos primeros años de
vida, que es cuando se forma la autoestima, la persona tenderá a
relacionarse con terceros de forma destructiva o perturbada.
-¿Es posible detectar maltrato infantil fuera del ámbito sanitario?
-Hay síntomas que pueden indicar que existe un problema. Muchos niños
maltratados tienen enfermedades prolongadas y los padres no los llevan
al médico para evitar dar explicaciones. También se les puede ver
descuidados, con ropa inadecuada a la climatología del momento. Es
posible percibir que el niño no tiene ninguna vinculación con sus
padres, o que se pasa todo el día fuera de casa. Otro indicador
importante son las conductas sexuales inapropiadas para su edad o
notar que un niño tiene conocimientos sexuales demasiado precoces, eso
puede indicar que ha sufrido algún tipo de abuso sexual.
-¿Qué se puede hacer para prevenir el maltrato que no se esté haciendo
hasta el momento?
-Prestar atención psicológica a la mujer embarazada, que es tan
importante como vigilar los niveles de hierro o ácido fólico. Habría
también que cambiar patrones culturales en la relación entre un padre
y su hijo.