Ramón Santos Lantigua
Santo Domingo, 22 may (EFE).-
La lucha de las
Naciones Unidas por erradicar todas las formas de violencia contra los niños
encara retos culturales, impunidad, pobreza, exclusión y apatía oficial, que
la organización enfrenta con políticas de cohesión social, educación,
protección y concienciación de la sociedad.
La representante
especial del secretario general de la ONU sobre la violencia contra los niños,
Marta Santos Pais, afirmó hoy que tras 25 años de la Convención Internacional
de los Derechos del Niño, "sentimos frustración, esperanza y satisfacción" por
los esfuerzos realizados.
La experta, que
visita Santo Domingo como parte de un encuentro del Sistema para la
Integración Centroamericana (Sica), recordó que esta es la región "más
peligrosa del mundo" para el diario vivir de niños y adolescentes.
"Estamos siendo
testigos de un laberinto dramático en toda Centroamérica, donde muchos niños
no tienen opción alguna frente a pandilleros que les amenazan con hacerle daño
a su familia sino se unen a sus actividades criminales y delictivas", dijo
Santos en una entrevista con medios de prensa internacionales.
Recordó, sin
embargo, que esta es solo una de las variantes de la violencia contra la
infancia y, al responder una pregunta de Efe, manifestó su satisfacción por la
iniciativa del papa Francisco de crear una comisión que investiga los abusos
sexuales cometidos por miembros de la Iglesia católica contra niños en todo el
mundo.
"En estos casos
(de pederastia) es importante resaltar el aumento de la visibilidad de los
abusos, y de que los afectos se sienten en capacidad de denunciarlos aún
cuando sean adultos mayores", enfatizó la embajadora, quien exhortó a poner en
evidencia este tipo de situaciones y brindar apoyo a las familias.
En ese sentido,
pidió la ayuda de la opinión pública y de los medios de comunicación, en
particular, para hacer frente a este y todos los demás tipos de violencia
infantil, "ya que no podemos permitir que la impunidad se imponga sobre la
esperanza de desarrollo de los niños".
Para Marta Santos, otro aspecto importante en la lucha
por la erradicación de la violencia contra los niños es el de la "justicia
restaurativa", por la que promueve que aquellos niños y adolescentes que
delinquen, reparen su daño con trabajos y oficios en favor de las víctimas,
como por ejemplo, el pago de la escolaridad.
Destacó que la prevención es otro de los puntos
medulares en los esfuerzos por combatir ese flagelo "cultural", en gran parte
de la humanidad, y enfatizó que por cada dólar que se invierte en la primera
infancia, se ahorran ocho en la etapa siguiente del ser humano.
La diplomática portuguesa, en el cargo desde 2009,
habló sobre los intentos de su oficina por provocar "indignación social" ante
cada caso de desprotección de niños y adolescentes, al enfatizar que la
violencia contra estos es "prevenible".
Reveló que alrededor del 28,7% de las víctimas de
homicidio en América Latina y el Caribe son adolescentes entre los 10 y los 19
años, mientras seis millones de niños, niñas y adolescentes en la región
sufren abusos severos, incluyendo abandono y explotación, y 80.000 mueren
todos los años por abusos de sus propios padres.
Santos dijo que impulsa en Centroamérica y el Caribe la
implementación de una "Hoja de Ruta", que compromete a los Gobiernos y
entidades locales de la región, a prevenir y responder a todas las formas de
violencia contra niños, niñas y adolescentes, que comprenderá el hogar y la
familia, la escuela y otros entornos educativos, las instituciones de
protección y de justicia, el entorno comunitario y el lugar de trabajo.
Entre las cifras "alarmantes" de una reciente encuesta
mundial sobre la violencia contra los niños, citó que 168 millones de ellos
trabajan, 85 millones en condiciones peligrosas, que 3,4 millones de niños
menores de 15 años vivían con VIH, que cada año tres millones de niñas corren
el riesgo de sufrir mutilación genital y que un millón de niños son
secuestrados, vendidos o atrapados en la prostitución y la pornografía.
La representante
especial de la ONU dijo, por otra parte, sentirse "feliz" por la aprobación
ayer en República Dominicana de un proyecto de naturalización que "evita" que
miles de ciudadanos irregulares se conviertan en apátridas.
"Aún no conozco
muchos detalles sobre la iniciativa, pero entiendo que esta medida provee
seguridad a muchas personas que hasta ahora vivían en una incertidumbre",
explicó.
Saludó, asimismo,
los esfuerzos de las autoridades locales en cuanto al aumento de la inversión
en educación, y dijo esperar que la "Hoja de Ruta" sea adoptada en este país
en los próximos meses.
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